Mañana empieza la Cumbre de Río + 20, hasta ahora, múltiples reuniones de preparación se han llevado a cabo, y ahora os comparto el documento que acaban de hacer público, sobre el preacuerdo del Futuro que Queremos, desde esta Cumbre, lo podréis ver desde aquí.
THE FUTURE
WE WANT en Español: El Futuro que nosotros queremos
Este texto
es uno de los trabajos de las actividades previas a la Cumbre de Río + 20
Pongo en
Español, una parte, hasta el artículo 184, el resto cada cual lo puede
traducir.
ESPAÑOL: (XXX)
EL FUTURO ES NUESTRO DESEO
I. Nuestra visión común
1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno y representantes de alto nivel, reunidos en Río de Janeiro, Brasil, 20-22 junio de 2012, con la plena participación de la sociedad civil, renovamos nuestro compromiso con el desarrollo sostenible, y para garantizar la promoción de la económica , el futuro social y ambientalmente sostenible para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras.
2. Erradicar la pobreza es el mayor desafío que enfrenta el mundo de hoy y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible. En este sentido nos hemos comprometido a la humanidad de la pobreza y el hambre como una cuestión de urgencia.
3. Por lo tanto, reconocemos la necesidad de más integrar el desarrollo sostenible en todos los niveles que integran aspectos económicos, sociales y ambientales y el reconocimiento de sus interrelaciones, con el fin de lograr el desarrollo sostenible en todas sus dimensiones.
4. Reconocemos que la erradicación de la pobreza, el cambio sostenible y la promoción de patrones sostenibles de consumo y producción, y proteger y administrar la base de recursos naturales del desarrollo económico y social son los objetivos generales y requisitos esenciales para el desarrollo sostenible. Asimismo, reafirmamos la necesidad de lograr un desarrollo sostenible mediante: la promoción del crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, la creación de mayores oportunidades para todos, reducir las desigualdades, elevar los niveles básicos de vida, el fomento de un desarrollo equitativo e inclusión social, y promover la gestión integrada y sostenible de los recursos naturales los recursos y ecosistemas que apoya entre otras cosas, el desarrollo económico, social y humano, al tiempo que facilita la conservación del ecosistema, la regeneración y la restauración y la resistencia frente a desafíos nuevos y emergentes.
5. Reafirmamos nuestro compromiso de hacer todo lo posible para acelerar el logro de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015.
6. Reconocemos que las personas están en el centro del desarrollo sostenible y en este sentido, luchamos por un mundo que sea justo, equitativo e incluyente, y nos comprometemos a trabajar juntos para promover el crecimiento económico sostenido e incluyente, el desarrollo social, protección del medio ambiente y por lo tanto para beneficio de todos.
7. Reafirmamos que seguir guiándose por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, y con pleno respeto del derecho internacional y sus principios.
8. Reafirmamos también la importancia de la libertad, la paz y la seguridad, el respeto de todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo y el derecho a un nivel de vida adecuado, incluido el derecho a la alimentación, el estado de derecho, la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer y la el compromiso general de sociedades justas y democráticas para el desarrollo.
9. Reafirmamos la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como otros instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos y del derecho internacional. Hacemos hincapié en las responsabilidades de todos los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, de respetar, proteger y promover los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción de ningún tipo por motivos de raza, color, sexo, idioma o religión, política o otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento, discapacidad u otra.
10. Reconocemos que la democracia, buena gobernanza y el imperio de la ley, en los planos nacional e internacional, así como un entorno propicio son esenciales para el desarrollo sostenible, incluyendo el crecimiento económico sostenido e incluyente, el desarrollo social, protección del medio ambiente y la erradicación de la pobreza y la el hambre. Reafirmamos que para lograr nuestros objetivos de desarrollo sostenible. Necesitamos instituciones en todos los niveles que sean eficaces, transparentes, responsables y democráticas.
11. Reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer la cooperación internacional para hacer frente a los desafíos persistentes relacionados con el desarrollo sostenible para todos, en particular en los países en desarrollo. En este sentido, reafirmamos la necesidad de lograr la estabilidad económica y un crecimiento económico sostenido, la promoción de la equidad social y protección del medio ambiente, al tiempo que mejora la igualdad de género y las oportunidades de empoderamiento y la igualdad de las mujeres para todos, y la protección, la supervivencia y el desarrollo de los niños a su máximo potencial, en particular mediante la educación.
12. Estamos decididos a tomar medidas urgentes para lograr el desarrollo sostenible. Por lo tanto, renovamos nuestro compromiso con el desarrollo sostenible, la evaluación de los progresos realizados hasta la fecha y las lagunas que aún existen en la aplicación de los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible y hacer frente a desafíos nuevos y emergentes. Expresamos nuestra determinación de abordar los temas de la Conferencia, es decir, una economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, y el marco institucional para el desarrollo sostenible.
13. Somos conscientes de que las oportunidades de las personas para influir en sus vidas y el futuro, participar en la toma de decisiones y expresar sus preocupaciones son fundamentales para el desarrollo sostenible. Ponemos de relieve que el desarrollo sostenible requiere medidas concretas y urgentes. Sólo se puede lograr con una amplia alianza de personas, gobiernos, sociedad civil y el sector privado, todos trabajando juntos para asegurar el futuro que queremos para las generaciones presentes y futuras.
II. Renovar el compromiso político
A. Reafirmando los principios de Río y los planes de acción anteriores
14. Recordamos la Declaración de Estocolmo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972.
15. Reafirmamos todos los principios de la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, incluyendo, entre otras cosas, el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, como se establece en el Principio 7 de la Declaración de Río.
16. Reafirmamos nuestro compromiso de aplicar plenamente la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, la Agenda 21, el Plan para la ulterior ejecución del Programa 21, el Plan de Aplicación de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible y el Plan de Aplicación ) de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, el Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la Ejecución. Asimismo, reafirmamos nuestro compromiso con la plena aplicación del Programa de Acción de Estambul para los Países Menos Adelantados (PAI), el Programa de Acción de Almaty para los Países en Desarrollo, la Declaración política sobre las necesidades de desarrollo de África y la Nueva Alianza para el Desarrollo de África. Recordamos además nuestros compromisos en los resultados de todas las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica, social y ambiental, incluyendo la Declaración del Milenio y la Cumbre Mundial de 2005, el Consenso de Monterrey y la Declaración de Doha sobre la Financiación para el Desarrollo , el documento final de la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU sobre los ODM, el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, las medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción y la Declaración de Beijing y Plataforma de Acción.
17. Reconocemos la importancia de las tres Convenciones de Río para avanzar en el desarrollo sostenible y en este aspecto, instamos a todas las Partes a cumplir plenamente sus compromisos bajo la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y el Reino Unido Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), de conformidad con sus respectivos principios y disposiciones, así como a tomar medidas efectivas y concretas y medidas en todos los niveles, y reforzar la cooperación internacional.
18. Estamos decididos a revitalizar la voluntad política y para elevar el nivel de compromiso de la comunidad internacional para avanzar en la agenda del desarrollo sostenible, a través de la consecución de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Reafirmamos nuestros compromisos respectivos a otras metas pertinentes internacionalmente acordados en las esferas económica, social y ambiental desde 1992. Por lo tanto, estamos decididos a adoptar medidas concretas que aceleren el cumplimiento de los compromisos de desarrollo sostenible.
B. desarrollo de la integración, implementación, y la coherencia: La evaluación de los progresos realizados hasta la fecha y las lagunas que aún existen en la aplicación de los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible y hacer frente a desafíos nuevos y emergentes
19. Somos conscientes de que los veinte años transcurridos desde la Cumbre de la Tierra en el año 1992 hemos visto un progreso desigual, incluso en el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Hacemos hincapié en la necesidad de avanzar en la implementación de los compromisos anteriores. Reconocemos también la necesidad de acelerar el proceso para cerrar las brechas de desarrollo entre los países desarrollados y en desarrollo, y aprovechar y crear oportunidades para lograr el desarrollo sostenible mediante el crecimiento económico y la protección de la diversificación, el desarrollo social y el medio ambiente. Con este fin, subrayamos la necesidad continua de un entorno propicio en los planos nacional e internacional, así como continuar y fortalecer la cooperación internacional, particularmente en las áreas de finanzas, deuda, comercio y transferencia de tecnología, la forma convenida mutuamente, y la innovación y la el espíritu empresarial, la creación de capacidad, la transparencia y la rendición de cuentas. Reconocemos la diversificación de los actores y partes interesadas que participan en la búsqueda del desarrollo sostenible. En este contexto, afirmamos la necesidad continua de la participación plena y efectiva de todos los países, en particular los países en desarrollo, en la toma de decisiones a nivel mundial.
20. Reconocemos que desde 1992 ha habido áreas de progreso insuficiente y retrocesos en la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible, agravada por múltiples financiera, económica, alimentaria y crisis energética, que han amenazado la capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo , para lograr el desarrollo sostenible. En este sentido, es fundamental que no lo hacemos marcha atrás de nuestro compromiso con los resultados de la Cumbre de la Tierra. También reconocemos que uno de los retos actuales más importantes para todos los países, en particular para los países en desarrollo, es el impacto de las múltiples crisis que afectan al mundo hoy en día.
21. Estamos profundamente preocupados de que uno de cada cinco personas en este planeta, o más de mil millones de personas, todavía viven en la pobreza extrema, y que uno de cada siete o 14 por ciento-está desnutrida, mientras que problemas de salud pública incluyendo las pandemias y las epidemias siguen siendo amenazas omnipresentes. En este contexto, tomamos nota de los debates en curso sobre la seguridad humana en la Asamblea General de Naciones Unidas. Somos conscientes de que con la población del mundo estima que superará los nueve mil millones en 2050 y se estima que dos terceras partes viven en las ciudades que tenemos que aumentar nuestros esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible y, en particular, la erradicación de la pobreza y el hambre y las enfermedades prevenibles.
22. Reconocemos ejemplos de los avances en el desarrollo sostenible en los ámbitos regional, nacional, subnacional y local. Tomamos nota de que los esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible se han visto reflejados en las políticas regionales, nacionales y sub-nacionales y los planes, y que los gobiernos han reforzado su compromiso con el desarrollo sostenible desde la aprobación de la Agenda 21 a través de la legislación y las instituciones y el desarrollo e implementación de acuerdos internacionales, regionales y subregionales y compromisos.
23. Reafirmamos la importancia de apoyar a los países en desarrollo en sus esfuerzos por erradicar la pobreza y promover el empoderamiento de los pobres y las personas en situaciones vulnerables, entre ellos la eliminación de barreras a las oportunidades y aumentar la capacidad productiva, el desarrollo de la agricultura sostenible, y promover el empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos , complementado con políticas sociales eficaces, incluyendo los pisos de protección social, con miras a la consecución de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los ODM.
24. Expresamos profunda preocupación por los continuados altos niveles de desempleo y subempleo, especialmente entre los jóvenes, y tenga en cuenta la necesidad de estrategias de desarrollo sostenible para hacer frente de forma proactiva el empleo juvenil en todos los niveles. En este sentido, reconocemos la necesidad de una estrategia mundial sobre la juventud y la creación de empleo en la labor de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
25. Reconocemos que el cambio climático es una crisis transversal y persistente, y expresamos nuestra preocupación de que la magnitud y la gravedad de los impactos negativos del cambio climático afecta a todos los países y socavar la capacidad de todos los países, en particular, los países en desarrollo, para lograr el desarrollo sostenible y los ODM y ponen en peligro la viabilidad y la supervivencia de las naciones. Por lo tanto, subrayar que la lucha contra el cambio climático requiere una acción urgente y ambicioso, de conformidad con los principios y disposiciones de la CMNUCC.
26. Se insta encarecidamente a los Estados a que se abstengan de promulgar y aplicar medidas unilaterales no económicas, financieras o de comercio, de conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas que impidan la plena consecución del desarrollo económico y social, particularmente en los países en desarrollo.
27. Reiteramos nuestro compromiso, expresado en el Plan de Implementación de Johannesburgo (PIJ), en la Final de la Cumbre Mundial de 2005 y la Cumbre del Milenio de 2010, a que adopten otras medidas y acciones efectivas, de conformidad con el derecho internacional, para eliminar los obstáculos a la plena realización del derecho a la autodeterminación de los pueblos que viven bajo ocupación colonial y extranjera, que siguen afectan negativamente a su desarrollo económico y social, así como su medio ambiente y son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y deben ser combatidos y eliminados .
28. Reafirmamos también que, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, esto no se interpretará en el sentido de que autoriza o fomenta acción alguna contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.
29. También estamos decididos a adoptar nuevas medidas y acciones efectivas, de conformidad con el derecho internacional, para eliminar los obstáculos y dificultades, fortalecer el apoyo y responder a las necesidades especiales de las personas que viven en zonas afectadas por las emergencias humanitarias complejas y en las zonas afectadas por el terrorismo.
30. Reconocemos que muchas personas, especialmente los pobres, dependen directamente de los ecosistemas para su sustento, su desarrollo económico, social y el bienestar físico, y su patrimonio cultural. Por esta razón, es fundamental para generar trabajo decente y los ingresos que disminuyan las disparidades en los niveles de vida para satisfacer mejor las necesidades de la gente y promover medios de vida sostenibles y las prácticas y el uso sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas.
31. Hacemos hincapié en que el desarrollo sostenible debe ser inclusivo y centrado en las personas, en beneficio y la participación de todas las personas, incluidos jóvenes y niños. Reconocemos que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son importantes para el desarrollo sostenible y nuestro futuro común. Reafirmamos nuestro compromiso de garantizar la igualdad de derechos de la mujer, el acceso y las oportunidades de participación y liderazgo en la economía, la sociedad y la toma de decisiones políticas.
32. Reconocemos que cada país se enfrenta a retos específicos para lograr el desarrollo sostenible y que ponen de relieve los problemas especiales que enfrentan los países más vulnerables y en particular los países africanos, países menos adelantados, los países sin litoral y pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS), así como la específica desafíos que enfrentan los países de ingresos medios. Los países en situaciones de conflicto también necesitan atención especial.
33. Reafirmamos nuestro compromiso de tomar medidas urgentes y concretas para abordar la vulnerabilidad de los pequeños Estados insulares, en particular mediante la aplicación sostenida de la Estrategia de Mauricio para la ulterior ejecución del Programa de Acción para el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y el Programa de Acción de Barbados, y subrayan la urgencia de encontrar soluciones adicionales a los grandes retos que enfrentan los pequeños Estados insulares en forma concertada con el fin de apoyarlos en mantener el impulso realizado en la aplicación del Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la ejecución y el logro del desarrollo sostenible.
34. Reafirmamos que el Programa de Acción de Estambul para los Países Menos Adelantados para el Decenio 2011-2020 esboza los países menos adelantados las prioridades para el desarrollo sostenible y define un marco para la asociación renovada y fortalecida global para ponerlas en práctica. Nos comprometemos a ayudar a los PMA con la aplicación del PAI, así como sus esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible.
35. Somos conscientes de que debería prestarse más atención a África y el cumplimiento de los compromisos previamente acordados relacionados con sus necesidades de desarrollo que se hicieron en las principales Cumbres y Conferencias de las Naciones Unidas. Tomamos nota de que la ayuda a África ha aumentado en los últimos años. Sin embargo, todavía se queda atrás en los compromisos que se hicieron previamente. Hacemos hincapié en la prioridad fundamental de la comunidad internacional de apoyar los esfuerzos sostenibles de desarrollo de África. En este sentido, nuevamente a cumplir plenamente los compromisos acordados a nivel internacional relacionados con las necesidades de desarrollo de África, particularmente las contenidas en la Declaración del Milenio, la Declaración sobre la Nueva Alianza para el Desarrollo de África, el Consenso de Monterrey de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo , el Plan de Aplicación de Johannesburgo y la Cumbre Mundial de 2005, así como la Declaración de 2008 sobre las necesidades de política de desarrollo de África.
36. Somos conscientes de las graves limitaciones para lograr el desarrollo sostenible en todas sus tres dimensiones en los países en desarrollo sin litoral. En este sentido, reafirmamos nuestro compromiso de atender las necesidades especiales de desarrollo y los desafíos que enfrentan los países en desarrollo sin litoral a través de la aplicación plena, eficaz y oportuna del Programa de Acción de Almaty, que figura en la Declaración sobre la revisión a medio plazo.
37. Reconocemos los avances logrados por los países de ingresos en la mejora del bienestar de sus pueblos, así como el desarrollo específico de los desafíos que enfrentan en sus esfuerzos por erradicar la pobreza, reducir las desigualdades y lograr sus objetivos de desarrollo, incluidos los ODM, y para lograr el desarrollo sostenible de una manera global que integre las dimensiones económica, social y ambiental. Reiteramos que estos esfuerzos deben ser debidamente apoyados por la comunidad internacional, a través de diversas formas, teniendo en cuenta las necesidades y la capacidad de movilizar los recursos internos de estos países.
38. Reconocemos la necesidad de medidas más amplias de progreso para complementar el PIB con el fin de informar mejor a las decisiones de política, y en este sentido, pedimos a la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas en consulta con las entidades pertinentes del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones pertinentes para poner en marcha un programa de trabajo en este área de construcción en las iniciativas existentes.
39. Somos conscientes de que el planeta Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar y que la Madre Tierra es una expresión común en varios países y regiones, y tomamos nota de que algunos países reconocen los derechos de la naturaleza en el contexto de la promoción del desarrollo sostenible. Estamos convencidos de que a fin de lograr un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y medio ambiente de las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la armonía con la naturaleza.
40. Hacemos un llamado a un enfoque holístico e integrado del desarrollo sostenible, que guiará a la humanidad a vivir en armonía con la naturaleza y llevar a los esfuerzos para restaurar la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra.
41. Reconocemos la diversidad natural y cultural del mundo y reconocer que todas las culturas y civilizaciones pueden contribuir al desarrollo sostenible.
C. La participación de los grupos principales y otros interesados
42. Reafirmamos el papel esencial de todos los niveles de gobierno y los órganos legislativos en la promoción del desarrollo sostenible. Reconocemos asimismo los esfuerzos y los progresos realizados a nivel local y subnacional, y reconocer el papel importante que dichas autoridades y las comunidades pueden desempeñar en la aplicación del desarrollo sostenible, incluso mediante la participación de los ciudadanos y las partes interesadas, y proporcionarles la información pertinente, según proceda, en las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Reconocemos asimismo la importancia de la participación de todos los tomadores de decisiones relevantes en la planificación e implementación de políticas de desarrollo sostenible.
43. Subrayamos que la amplia participación pública y acceso a los procedimientos de información y judiciales y administrativos son esenciales para la promoción del desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible requiere la participación significativa y la participación activa de los parlamentos regionales, nacionales y subnacionales y judiciales, y todos los grupos principales: mujeres, niños y jóvenes, pueblos indígenas, organizaciones no gubernamentales, autoridades locales, trabajadores y sindicatos, el comercio y la la industria, la comunidad científica y tecnológica, y los agricultores, así como otras partes interesadas, incluidas las comunidades locales, grupos de voluntarios y las fundaciones, los migrantes, sus familias, así como las personas mayores y personas con discapacidad. En este sentido, nos comprometemos a colaborar más estrechamente con los Grupos Principales y otras partes interesadas y fomentar su participación activa, en su caso, en los procesos que contribuyen a la toma de decisiones, planificación y ejecución de políticas y programas para el desarrollo sostenible en todos los niveles.
44. Reconocemos el papel de la sociedad civil y la importancia de que todos los miembros de la sociedad civil para participar activamente en el desarrollo sostenible. Somos conscientes de que una mayor participación de la sociedad civil depende, entre otras cosas, fortalecer el acceso a la información, la construcción de capacidad de la sociedad civil, así como un entorno propicio. Reconocemos que la tecnología de la información y la comunicación (TIC) para facilitar el flujo de información entre los gobiernos y el público. En este sentido, es esencial para trabajar hacia la mejora del acceso a las TIC, especialmente de banda ancha de redes y servicios, y reducir la brecha digital, el reconocimiento de la contribución de la cooperación internacional en este sentido.
45. Subrayamos que las mujeres tienen un papel vital que desempeñar en el logro del desarrollo sostenible. Reconocemos el papel de liderazgo de las mujeres y estamos decididos a promover la igualdad de género y empoderamiento de la mujer y asegurar su participación plena y efectiva en las políticas de desarrollo sostenible, los programas y toma de decisiones en todos los niveles.
46. Reconocemos que la implementación del desarrollo sostenible dependerá de la participación activa de los sectores público y privado. Reconocemos que la participación activa del sector privado puede contribuir al logro del desarrollo sostenible, incluso mediante la herramienta importante de asociaciones público-privadas. Apoyamos a los marcos regulatorios nacionales y las políticas que permiten a los negocios y la industria para promover iniciativas de desarrollo sostenible, teniendo en cuenta la importancia de la responsabilidad social corporativa. Hacemos un llamado al sector privado a participar en las prácticas empresariales responsables, como las que promueve el Pacto Mundial de Naciones Unidas.
47. Reconocemos la importancia de los informes de sostenibilidad empresarial y animar a las empresas, en su caso, sobre todo que cotizan en bolsa y las grandes empresas, para considerar la integración de la información de sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes. Alentamos a la industria, los gobiernos interesados, así como los interesados directos pertinentes, con el apoyo del sistema de las Naciones Unidas, según proceda, para desarrollar modelos de mejores prácticas y facilitar la acción para la integración de los informes de sostenibilidad, teniendo en cuenta las experiencias de los marcos ya existentes, y el pago de especial atención a las necesidades de los países en desarrollo, incluyendo la creación de capacidad.
48. Reconocemos la importante contribución de la comunidad científica y tecnológica para el desarrollo sostenible. Estamos comprometidos a trabajar con y fomentar la colaboración entre la comunidad académica, científica y tecnológica, en particular en los países en desarrollo, para cerrar la brecha tecnológica entre países desarrollados y en desarrollo, fortalecer la interfaz ciencia-política, así como para fomentar la colaboración internacional de investigación sobre el desarrollo sostenible desarrollo.
49. Hacemos hincapié en la importancia de la participación de los pueblos indígenas en el logro del desarrollo sostenible. También reconocemos la importancia de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en el contexto de aplicación a nivel mundial, regional, nacional y subnacional de las estrategias de desarrollo sostenible.
50. Hacemos hincapié en la importancia de la participación activa de los jóvenes en la toma de decisiones en los temas que se abordan tienen un profundo impacto en las generaciones presentes y futuras, y como la contribución de los niños y jóvenes es vital para el logro del desarrollo sostenible. Reconocemos también la necesidad de promover el diálogo intergeneracional y la solidaridad mediante el reconocimiento de sus puntos de vista.
51. Hacemos hincapié en la importancia de la participación de los trabajadores y los sindicatos para la promoción del desarrollo sostenible. Como los representantes de los trabajadores, los sindicatos son socios importantes para facilitar el logro del desarrollo sostenible, en particular, la dimensión social. Información, educación y formación sobre la sostenibilidad en todos los niveles, incluso en el lugar de trabajo, son la clave para el fortalecimiento de los trabajadores y de capacidad de los sindicatos para apoyar el desarrollo sostenible.
52. Somos conscientes de que los agricultores, incluyendo a los pequeños agricultores y pescadores, pastores y silvicultores, puede hacer importantes contribuciones al desarrollo sostenible a través de las actividades de producción que sean ambientalmente sanos, mejorar la seguridad alimentaria y el sustento de los pobres, y fortalecer la producción y el crecimiento económico sostenido.
53. Tomamos nota de las valiosas contribuciones que las organizaciones no gubernamentales podrían hacer y hacen en la promoción del desarrollo sostenible a través de su experiencia bien establecida y diversa, experiencia y capacidad, especialmente en el área de análisis, el intercambio de información y el conocimiento, la promoción del diálogo y el apoyo de implementación del desarrollo sostenible.
54. Reconocemos el papel central de las Naciones Unidas en la promoción de la agenda del desarrollo sostenible. Reconocemos también, en este sentido, las contribuciones de otras organizaciones internacionales pertinentes, incluidas las instituciones financieras internacionales (IFI) y los bancos multilaterales de desarrollo y destacan la importancia de la cooperación entre ellos y con las Naciones Unidas, dentro de sus respectivos mandatos, reconociendo su papel en la movilización de recursos para el desarrollo sostenible.
55. Nos comprometemos a la revitalización de la alianza mundial para el desarrollo sostenible que puso en marcha en Río de Janeiro en 1992. Reconocemos la necesidad de dar un nuevo impulso a nuestra búsqueda de cooperación de desarrollo sostenible, y se comprometen a trabajar conjuntamente con los Grupos Principales y otras partes interesadas en el tratamiento de deficiencias en la aplicación.
III. La economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza
56. Afirmamos que existen diferentes enfoques, visiones, modelos y herramientas disponibles para cada país, de acuerdo con sus circunstancias y prioridades nacionales, para lograr el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones, que es nuestro principal objetivo. En este sentido, consideramos que la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza como una de las herramientas más importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible y que podría proporcionar opciones para la formulación de políticas, pero no debe ser un conjunto rígido de reglas. Hacemos hincapié en que debe contribuir a la erradicación de la pobreza, así como un crecimiento económico sostenido, la mejora de la inclusión social, mejorar el bienestar humano y la creación de oportunidades de empleo y trabajo decente para todos, manteniendo al mismo tiempo el buen funcionamiento de los ecosistemas de la Tierra.
57. Afirmamos que las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza debe estar guiada por y de acuerdo con todos los principios de Río, la Agenda 21 y el Plan de Aplicación de Johannesburgo y de contribuir al logro de importantes objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los ODM.
58. Afirmamos que las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza debe:
(A) estar en consonancia con el derecho internacional;
(B) respetar la soberanía nacional de cada país sobre sus recursos naturales, teniendo en cuenta sus circunstancias nacionales, objetivos, responsabilidades, prioridades y el espacio político con respecto a las tres dimensiones del desarrollo sostenible;
(C) con el apoyo de un entorno propicio y las instituciones que funcionen bien en todos los niveles con un papel de liderazgo para los gobiernos y con la participación de todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil;
(D) promover un crecimiento económico sostenido e inclusivo, fomentar la innovación y ofrecer oportunidades, beneficios y el empoderamiento de todos y el respeto de los derechos humanos;
(E) tener en cuenta las necesidades de los países en desarrollo, en particular aquellos en situaciones especiales;
(F) fortalecer la cooperación internacional, incluida la provisión de recursos financieros, creación de capacidades y transferencia de tecnología a los países en desarrollo;
(G) es eficaz de evitar imponer condiciones injustificadas a la AOD y la financiación;
(H) no constituye un medio de discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción encubierta al comercio internacional, evitar acciones unilaterales para hacer frente a los problemas ambientales fuera de la jurisdicción del país importador, y asegurar que las medidas ambientales que abordan transfronteriza o de los problemas ambientales globales, la medida de lo posible, se basan en un consenso internacional;
(I) contribuir a cerrar las brechas tecnológicas entre países desarrollados y en desarrollo y reducir la dependencia tecnológica de los países en desarrollo que utilizan todas las medidas apropiadas;
(J) promover el bienestar de los pueblos indígenas y sus comunidades, como otras comunidades locales y tradicionales, y las minorías étnicas, el reconocimiento y el apoyo a su identidad, cultura e intereses y no poner en peligro su patrimonio cultural, las prácticas y los conocimientos tradicionales, la preservación y el respeto no de mercado enfoques que contribuyan a la erradicación de la pobreza;
(K) promover el bienestar de las mujeres, niños, jóvenes, personas con discapacidad, los pequeños agricultores y agricultores de subsistencia, los pescadores y los que trabajan en pequeñas y medianas empresas, y mejorar las condiciones de vida y el empoderamiento de los grupos pobres y vulnerables, en particular en los países en desarrollo;
(L) movilizar todo el potencial y asegurar la contribución equitativa de mujeres y hombres;
(M) fomentar las actividades productivas en los países en desarrollo que contribuyen a la erradicación de la pobreza;
(N) frente a la preocupación por las desigualdades y promover la inclusión social, incluidos los pisos de protección social;
(O) promover el consumo y producción sostenibles, y
(P) continuar los esfuerzos para luchar por una inclusiva, el desarrollo equitativo se acerca a la superación de la pobreza y la desigualdad.
59. Consideramos que la implementación de políticas de economía verde en los países que tratan de aplicarlos para la transición hacia el desarrollo sostenible como una empresa común, y reconocer que cada país puede elegir un enfoque adecuado de conformidad con los planes nacionales de desarrollo sostenible, las estrategias y prioridades.
60. Reconocemos que la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza mejorará nuestra capacidad para gestionar los recursos naturales de manera sostenible y con menores impactos ambientales negativos, aumentar la eficiencia de los recursos y reducir los residuos.
61. Somos conscientes de que una acción urgente de las modalidades insostenibles de producción y consumo donde se producen sigue siendo fundamental en la sostenibilidad ambiental, y promover la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas, la regeneración de los recursos naturales, y la promoción de un crecimiento mundial sostenido, inclusivo y equitativo.
62. Animamos a cada país para examinar la aplicación de las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, de manera que se esfuerza por impulsar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, y la creación de empleo, especialmente para las mujeres, los jóvenes y los pobres. A este respecto, tomamos nota de la importancia de garantizar que los trabajadores están equipados con las habilidades necesarias, incluso mediante la educación y la creación de capacidad, y cuentan con las protecciones necesarias sociales y de salud. En este sentido, animamos a todas las partes interesadas, incluyendo los negocios y la industria para contribuir, según proceda. Invitamos a los gobiernos para mejorar el conocimiento y la capacidad estadística sobre las tendencias de empleo, los avances y las limitaciones e integrar los datos relevantes en las estadísticas nacionales, con el apoyo de las agencias de la ONU dentro de sus mandatos.
63. Reconocemos la importancia de la evaluación de la gama de factores sociales, ambientales y económicos y promover, cuando las circunstancias nacionales y las condiciones lo permiten, su integración en la toma de decisiones. Reconocemos que es importante tener en cuenta las oportunidades y desafíos, así como los costos y beneficios de las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, usando los mejores datos científicos disponibles y el análisis. Somos conscientes de que una combinación de medidas, incluyendo reguladores, voluntarios y otros aplicados a nivel nacional y de conformidad con las obligaciones bajo los acuerdos internacionales, podría promover la economía ecológica en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Reafirmamos que las políticas sociales son vitales para la promoción del desarrollo sostenible.
64. Reconocemos que la participación de todos los interesados y sus asociaciones, redes y el intercambio de experiencias en todos los niveles puede ayudar a los países a aprender uno del otro en la identificación de adecuadas políticas de desarrollo sostenible, incluidas las políticas de economía verde. Tomamos nota de las experiencias positivas de algunos países, incluso en los países en desarrollo, en la adopción de políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza a través de un enfoque inclusivo y bienvenido el intercambio voluntario de experiencias, así como la creación de capacidades en las diferentes áreas del desarrollo sostenible desarrollo.
65. Reconocemos el poder de las tecnologías de las comunicaciones, incluidas las tecnologías de conexión y aplicaciones innovadoras para promover el intercambio de conocimientos, la cooperación técnica y creación de capacidad para el desarrollo sostenible. Estas tecnologías y las aplicaciones pueden crear capacidad y permitir el intercambio de experiencias y conocimientos en las diferentes áreas del desarrollo sostenible de una manera abierta y transparente.
66. Reconociendo la importancia de vincular la financiación, la tecnología, la capacitación y las necesidades nacionales de políticas de desarrollo sostenible, incluida la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, invitamos a la del sistema de las Naciones Unidas, en cooperación con los donantes y las organizaciones internacionales para coordinar y proporcionar información previa petición, en:
(A) correspondiente a los países interesados con los socios más adecuados para proporcionar el apoyo solicitado;
(B) cajas de herramientas y / o mejores prácticas en la aplicación de políticas en materia de economía ecológica en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza en todos los niveles;
(C) los modelos o buenos ejemplos de políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza;
(D) metodologías para la evaluación de las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza;
(E) existentes y plataformas emergentes que contribuyen a este respecto.
67. Subrayamos la importancia de que los gobiernos asuman un papel de liderazgo en el desarrollo de políticas y estrategias a través de un proceso inclusivo y transparente. También tomamos nota de los esfuerzos de esos países, incluidos los países en desarrollo, que ya han iniciado procesos para preparar las estrategias nacionales de economía verde y las políticas en apoyo del desarrollo sostenible.
68. Invitamos a las partes interesadas pertinentes, incluidas las Comisiones Regionales de la ONU, las organizaciones de las Naciones Unidas y los organismos, otras organizaciones intergubernamentales y regionales, instituciones financieras internacionales y los principales grupos involucrados en el desarrollo sostenible, de acuerdo con sus respectivos mandatos, para apoyar a los países en desarrollo que lo soliciten para lograr el desarrollo sostenible , incluso a través de, entre otras cosas, las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, en particular los países menos adelantados.
69. También invitamos a los negocios y la industria, según proceda y de conformidad con la legislación nacional para contribuir al desarrollo sostenible y el desarrollo de estrategias de sostenibilidad que se integran, entre otras cosas, las políticas de economía verde.
70. Reconocemos el papel de las cooperativas y las microempresas para contribuir a la inclusión social y reducción de la pobreza, en particular en los países en desarrollo.
71. Alentamos a las asociaciones existentes y nuevos, incluyendo asociaciones público-privadas, para movilizar la financiación pública complementa con el sector privado, teniendo en cuenta los intereses de las comunidades locales e indígenas en su caso. En este sentido, los gobiernos deberían apoyar las iniciativas para el desarrollo sostenible, incluyendo la promoción de la contribución del sector privado para apoyar las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
72. Reconocemos el papel crítico de la tecnología, así como la importancia de promover la innovación, en particular en los países en desarrollo. Invitamos a los gobiernos, según proceda, para crear marcos que permitan que promueven tecnologías ecológicamente racionales, la investigación y el desarrollo y la innovación, en particular en apoyo de la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
73. Hacemos hincapié en la importancia de la transferencia de tecnología a los países en desarrollo y recuperación de las disposiciones relativas a la transferencia de tecnología, las finanzas, el acceso a la información, y los derechos de propiedad intelectual tal como se acordó en el Plan de Aplicación de Johannesburgo, en particular su llamamiento para promover, facilitar y financiar, según proceda , el acceso y el desarrollo, transferencia y difusión de tecnologías ecológicamente racionales y los conocimientos especializados correspondientes, en particular a los países en desarrollo, en condiciones favorables, incluso en condiciones concesionales y preferenciales, según lo acordado mutuamente. Asimismo, tomamos nota de la evolución de los debates y acuerdos sobre estos temas desde el PIJ.
74. Reconocemos que los esfuerzos de los países en desarrollo que opten por aplicar las políticas de economía verde en el contexto de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible debe ser apoyada a través de asistencia técnica y tecnológica.
IV. Marco institucional para el desarrollo sostenible
A. Fortalecimiento de las tres dimensiones del desarrollo sostenible
75. Subrayamos la importancia de un marco institucional fortalecida para el desarrollo sostenible, que responde de manera coherente y eficaz a los desafíos actuales y futuros y de manera eficiente las deficiencias puentes en la aplicación de la agenda del desarrollo sostenible. El marco institucional para el desarrollo sostenible debe integrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible de una manera equilibrada y mejorar la aplicación, entre otras cosas, el fortalecimiento de la coherencia, la coordinación, evitar la duplicación de esfuerzos y la revisión de los avances en la implementación del desarrollo sostenible. Reafirmamos también que el marco debe ser incluyente, transparente y eficaz y que debe encontrar soluciones comunes a los desafíos globales relacionados con el desarrollo sostenible.
76. Reconocemos que la gobernanza efectiva a nivel local, subnacional, nacional, regional y global que representan las voces e intereses de todos es esencial para promover el desarrollo sostenible. El fortalecimiento y la reforma del marco institucional no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio para lograr el desarrollo sostenible. Somos conscientes de que un marco institucional mejor y más eficaz para el desarrollo sostenible en el plano internacional deben ser coherentes con los Principios de Río, se basan en la Agenda 21, y el Plan de Aplicación de Johannesburgo y sus objetivos en el marco institucional para el desarrollo sostenible, y contribuir a la aplicación de nuestros compromisos en resultados de las conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica, social, ambiental y afines, y tener en cuenta las prioridades nacionales y las estrategias y prioridades de desarrollo de los países en desarrollo. Por lo tanto, nuestra decisión de fortalecer el marco institucional para el desarrollo sostenible, que, entre otras cosas:
(A) promover la integración equilibrada de las tres dimensiones del desarrollo sostenible;
(B) basarse en un enfoque de acción y orientada a resultados prestando la debida atención a todos los relevantes temas transversales con el objetivo de contribuir a la aplicación del desarrollo sostenible;
(C) Destacar la importancia de los vínculos entre los principales problemas y desafíos y la necesidad de un enfoque sistemático para ellos en todos los niveles pertinentes;
(D) mejorar la coherencia, reducir la fragmentación y la superposición y aumentar la eficacia, la eficiencia y la transparencia, reforzar la coordinación y la cooperación;
(E) promover la participación plena y efectiva de todos los países en los procesos de toma de decisiones;
(F) involucrar a los líderes políticos de alto nivel, proporcionar asesoramiento sobre políticas, así como identificar las acciones específicas para promover la aplicación efectiva del desarrollo sostenible, incluso mediante el intercambio voluntario de experiencias y lecciones aprendidas;
(G) promover la interfase ciencia-política a través inclusiva, basada en la evidencia y transparentes evaluaciones científicas, así como el acceso a datos confiables, pertinentes y oportunas en las áreas relacionadas con las tres dimensiones del desarrollo sostenible, aprovechando los mecanismos existentes, según corresponda; En este sentido, fortalecer la participación de todos los países en los procesos internacionales de desarrollo sostenible y creación de capacidad, especialmente para los países en desarrollo, incluidos en la realización de su propio monitoreo y las evaluaciones;
(H) impulsar la participación y el compromiso efectivo de la sociedad civil y otros interesados pertinentes en los foros internacionales pertinentes y en este sentido promover la transparencia y amplia participación pública y las asociaciones para poner en práctica el desarrollo sostenible;
(I) promover la revisión e inventario de los progresos en la aplicación de todos los compromisos de desarrollo sostenible, incluidos los compromisos relativos a los medios de ejecución.
B. Fortalecimiento de los acuerdos intergubernamentales para el desarrollo sostenible
77. Reconocemos la importancia vital de una sociedad inclusiva, transparente, multilateral reformado y fortalecido, y eficaz con el fin de afrontar mejor los desafíos globales urgentes de desarrollo sostenible hoy en día, el reconocimiento de la universalidad y el papel central de las Naciones Unidas, y reafirmando nuestro compromiso de promover y fortalecer la eficacia y la eficiencia del sistema de las Naciones Unidas.
78. Subrayamos la necesidad de fortalecer todo el sistema de la coherencia y la coordinación, al tiempo que garantiza la rendición de cuentas adecuada a los Estados miembros, mediante, entre otras cosas, aumentar la coherencia en la información y reforzar los esfuerzos de cooperación existentes en los mecanismos interinstitucionales y las estrategias para avanzar en la integración de los tres dimensiones del desarrollo sostenible dentro del sistema de las Naciones Unidas, en particular mediante el intercambio de información entre sus agencias, fondos y programas, así como con las instituciones financieras internacionales y otras organizaciones pertinentes, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), dentro de sus respectivos mandatos.
79. Hacemos hincapié en la necesidad de un marco institucional mejor y más eficaz para el desarrollo sostenible que debe: ser guiado por las funciones específicas que se requieren y participar mandatos, abordar las deficiencias del sistema actual, tener en cuenta todas las consecuencias pertinentes, promover las sinergias y la coherencia; buscan para evitar la duplicación y eliminar duplicaciones innecesarias en el sistema de las Naciones Unidas, y, reducir las cargas administrativas, y se basan en los acuerdos existentes.
Asamblea General
80. Reafirmamos el papel y la autoridad de la Asamblea General sobre los asuntos globales de interés para la comunidad internacional, tal como se establece en la Carta.
81. Reafirmamos la posición central de la Asamblea General como principal órgano deliberante, normativo y representativo de las Naciones Unidas. En este sentido, hacemos un llamado a la Asamblea General para integrar aún más el desarrollo sostenible como un elemento clave del marco general de las actividades de las Naciones Unidas y abordar adecuadamente el desarrollo sostenible en su establecimiento de la agenda, incluso a través de periódicos de diálogos de alto nivel.
Consejo Económico y Social
82. Reafirmamos que el Consejo Económico y Social es un órgano principal de la revisión de la política, el diálogo de políticas y recomendaciones sobre cuestiones de desarrollo económico y social y para el seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y un mecanismo central para la coordinación del sistema de las Naciones Unidas y supervisión de los órganos subsidiarios del Consejo, en particular de sus comisiones funcionales, y para promover la aplicación del Programa 21 mediante el fortalecimiento de la coherencia del sistema y la coordinación. Reafirmamos, asimismo, el importante papel que desempeña el Consejo en la coordinación global de los fondos, programas y organismos especializados, asegurando la coherencia entre ellos y evitando la duplicación de mandatos y actividades.
83. Nos comprometemos a fortalecer el ECOSOC en su mandato de la Carta, como órgano principal en la aplicación y el seguimiento coordinado de los resultados de todas las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica, social, ambiental y afines, y reconocer su papel clave en la consecución de una integración equilibrada de las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Esperamos con interés a la Revisión de la Implementación de la Asamblea General 61/16 sobre el fortalecimiento del ECOSOC.
Foro de alto nivel político
84. Estamos decididos a establecer un foro universal intergubernamental de alto nivel político, sobre la base de las fortalezas, experiencias, recursos y modalidades de inclusión de participación de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, y, posteriormente, sustituye a la Comisión. El foro político de alto nivel estará encargado del seguimiento de la implementación del desarrollo sostenible y debe evitar la superposición con las estructuras existentes, los órganos y entidades que de una manera costo-efectiva.
85. El foro de alto nivel podría:
(A) proporcionar un liderazgo político, la orientación y recomendaciones para el desarrollo sostenible;
(B) mejorar la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible en una manera holística e intersectorial en todos los niveles;
(C) proporcionar una plataforma dinámica para un diálogo regular, y el inventario y el establecimiento de la agenda para promover el desarrollo sostenible;
(D) tiene un programa específico, dinámico y orientado a la acción, lo que garantiza la adecuada consideración de los desafíos nuevos y emergentes de desarrollo sostenible;
(E) el seguimiento y revisar los avances en el cumplimiento de los compromisos de desarrollo sostenible que figuran en la Agenda 21, Plan de Aplicación de Johannesburgo, el Programa de Acción de Barbados, la Estrategia de Mauricio para la ejecución y los resultados de esta Conferencia y, en su caso, los resultados pertinentes de otros organismos cumbres y conferencias, incluyendo los resultados de la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados, así como sus respectivos medios de ejecución;
(F) promover el alto nivel de todo el sistema de participación de las agencias de la ONU, fondos y programas e invitar a participar, según proceda, otros organismos multilaterales de instituciones financieras y comerciales, los órganos de tratados, dentro de sus respectivos mandatos y de conformidad con las normas de las Naciones Unidas y las disposiciones;
(G) mejorar la cooperación y la coordinación dentro del sistema de las Naciones Unidas sobre los programas de desarrollo sostenible y las políticas;
(H) promover la transparencia y la aplicación a través de seguir mejorando la función de consulta y participación de los Grupos Principales y otras partes interesadas a nivel internacional con el fin de hacer un mejor uso de sus conocimientos, mientras que conserva el carácter intergubernamental de las discusiones;
(I) promover el intercambio de mejores prácticas y experiencias relacionadas con la aplicación del desarrollo sostenible, y sobre una base voluntaria, facilitar el intercambio de experiencias, éxitos, retos y lecciones aprendidas;
(J) promover la coherencia del sistema y la coordinación de las políticas de desarrollo sostenible;
(K) fortalecer la interfaz ciencia-política a través de revisión de la documentación que reúne la información dispersa y las evaluaciones, incluso en la forma de un informe mundial de desarrollo sostenible, basándose en las evaluaciones existentes;
(L) mejorar la basada en la evidencia de toma de decisiones en todos los niveles y contribuir a fortalecer los esfuerzos en curso de creación de capacidad para la recolección y análisis de datos en los países en desarrollo.
86. Decidimos poner en marcha una organización intergubernamental y abierto, proceso de negociación transparente e incluyente en la Asamblea General para definir el formato del foro de alto nivel y los aspectos organizativos con el objetivo de la convocatoria del primer foro de alto nivel en el comienzo de la 68 ª Sesión de la Asamblea General. También tendremos en cuenta la necesidad de promover la solidaridad intergeneracional para el logro del desarrollo sostenible, teniendo en cuenta las necesidades de las generaciones futuras, incluso invitando al Secretario General que presente un informe sobre esta cuestión.
C. del Medio Ambiente pilar en el contexto del desarrollo sostenible
87. Reafirmamos la necesidad de fortalecer la gobernanza ambiental a nivel internacional en el contexto del marco institucional para el desarrollo sostenible, con el fin de promover una integración equilibrada de las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible así como la coordinación dentro del sistema de la ONU.
88. Estamos comprometidos con el fortalecimiento del papel del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como principal autoridad ambiental mundial que establezca la agenda ambiental global, que promueve la aplicación coherente de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible dentro del sistema de las Naciones Unidas y que sirve como defensor autorizado para el medio ambiente mundial. Reafirmamos la resolución 2997 (XXVII) de 15 de diciembre de 1972, que estableció el PNUMA y otras resoluciones pertinentes que refuercen su mandato, así como la de Nairobi de 1997 y 2000 Malmö Declaraciones Ministeriales. En este sentido, invitamos a la Asamblea General de Naciones Unidas, en su 67.a reunión, a adoptar una resolución de fortalecer y aumentar el PNUMA en la forma siguiente:
(A) Establecer la composición universal del Consejo de Administración del PNUMA, así como otras medidas para fortalecer su gestión, así como su capacidad de respuesta y la rendición de cuentas a los Estados miembros;
(B) Contar con seguro, estable, suficiente y aumentar los recursos financieros del presupuesto ordinario de las contribuciones de las Naciones Unidas y voluntaria para cumplir su mandato;
(C) Potenciar la voz del PNUMA y la capacidad para cumplir su mandato de coordinación dentro del sistema de las Naciones Unidas mediante el fortalecimiento de la participación del PNUMA en los principales órganos de coordinación de las Naciones Unidas y el empoderamiento de PNUMA para dirigir los esfuerzos de las Naciones Unidas para formular estrategias de todo el sistema sobre el medio ambiente;
(D) Promover una sólida interfaz ciencia-política, sobre la base de los instrumentos internacionales existentes, las evaluaciones, los paneles y las redes de información, incluyendo la Global Environmental Outlook, como uno de los procesos destinados a reunir información y evaluación para apoyar la toma de decisiones informadas;
(E) Difundir y compartir información basada en pruebas del medio ambiente y aumentar la conciencia pública sobre la crítica, así como los nuevos problemas ambientales;
(F) Facilitar la creación de capacidad a los países, así como apoyo y facilitar el acceso a la tecnología;
(G) progresivamente consolidar las funciones de la sede en Nairobi, así como fortalecer su presencia regional, con el fin de ayudar a los países que lo soliciten en la aplicación de sus políticas nacionales de medio ambiente, colaborando estrechamente con otras entidades pertinentes del sistema de las Naciones Unidas;
(H) Velar por la participación activa de todas las partes interesadas basada en las mejores prácticas y modelos de las instituciones multilaterales y la exploración de nuevos mecanismos para promover la transparencia y la participación efectiva de la sociedad civil.
89. Reconocemos las contribuciones importantes al desarrollo sostenible realizados por los acuerdos ambientales multilaterales (AAM). Reconocemos la labor ya realizada para mejorar las sinergias entre los tres convenios en los productos químicos y desechos (los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo). Alentamos a las partes en los acuerdos ambientales multilaterales a considerar nuevas medidas, en estos y otros grupos, según proceda, para promover la coherencia de las políticas en todos los niveles pertinentes, mejorar la eficiencia, reducir la superposición o duplicación innecesaria, y mejorar la coordinación y la cooperación entre los acuerdos ambientales multilaterales, incluidas las tres Convenciones de Río así como con el sistema de las Naciones Unidas en el campo.
90. Hacemos hincapié en la necesidad de la continuación de una revisión periódica de la situación del medio ambiente cambiante de la Tierra y su impacto en el bienestar humano y en este sentido, damos la bienvenida a iniciativas como el proceso de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial destinado a reunir a la información ambiental y las evaluaciones y la creación de capacidad nacional y regional para apoyar la toma de decisiones informada.
D. instituciones financieras internacionales y las actividades operacionales de las Naciones Unidas
91. Reconocemos que el desarrollo sostenible debe ser tenido en cuenta por los programas, fondos y organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas y otras entidades pertinentes, tales como instituciones financieras internacionales, y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en conformidad con sus respectivos los mandatos existentes. En este sentido, los invitamos a mejorar aún más la integración del desarrollo sostenible en sus respectivos mandatos, programas, estrategias y procesos de toma de decisiones, en apoyo de todos los países en los esfuerzos particulares de los países en desarrollo en el logro del desarrollo sostenible.
92. Reafirmamos la importancia de ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en la vida económica internacional, la toma de decisiones y establecimiento de normas, y en este sentido, tomar nota de las recientes decisiones importantes sobre la reforma de las estructuras de gobierno, las cuotas y derechos de voto de las instituciones de Bretton instituciones, para reflejar mejor las realidades actuales y mejorar la voz y la participación de los países en desarrollo, y reitera la importancia de la reforma de la gobernanza de esas instituciones a fin de entregar las instituciones más eficaces, creíble, responsable y legítima.
93. Hacemos un llamamiento para una mayor incorporación de las tres dimensiones del desarrollo sostenible en todo el Sistema de Naciones Unidas, y pedimos al Secretario General que informe a la Asamblea General a través del ECOSOC sobre los progresos realizados en este sentido. También hacemos un llamado y reconocer la importancia del fortalecimiento de la coordinación de políticas en los principales estructuras de la Secretaría de las Naciones Unidas a fin de garantizar la coherencia del sistema en apoyo del desarrollo sostenible, garantizando al mismo tiempo la rendición de cuentas a los Estados miembros.
94. Invitamos a los órganos rectores de los fondos, programas y organismos especializados del sistema de desarrollo de la ONU a considerar medidas apropiadas para la integración de las dimensiones social, económica y ambiental a través de las actividades operacionales del sistema de las Naciones Unidas. También hacemos hincapié en que el aumento de las contribuciones financieras al sistema de desarrollo de las Naciones Unidas es fundamental para lograr los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y en este sentido, reconocemos los vínculos que se refuerzan mutuamente, entre una mayor eficacia, eficiencia y coherencia de las Naciones Unidas sistema de las Naciones desarrollo, la consecución de resultados concretos en la asistencia a los países en desarrollo en la erradicación de la pobreza y lograr un crecimiento económico sostenido y el desarrollo sostenible.
95. Hacemos hincapié en la necesidad de fortalecer las actividades operacionales para el desarrollo del sistema de las Naciones Unidas en el campo que están bien alineados con las prioridades nacionales de desarrollo sostenible de los países en desarrollo. En este sentido, hacemos hincapié en que las características fundamentales y los principios de las Naciones Unidas las actividades de operación establecidos en las resoluciones de la Asamblea General en la materia establecen el marco general para todas las cuestiones relativas a las operaciones de asistencia de las Naciones Unidas de desarrollo en el campo. Reconocemos la importancia de fortalecer la coordinación del sistema de las Naciones Unidas. Esperamos con interés recibir los resultados de la evaluación independiente de la iniciativa "Unidos en la acción".
96. Hacemos un llamado al sistema de la ONU para mejorar la gestión de las instalaciones y operaciones, teniendo en cuenta las prácticas de desarrollo sostenible, basándose en los esfuerzos existentes y promover la eficacia de costos, y de conformidad con los marcos legislativos, incluidas las normas y reglamentos financieros, manteniendo al mismo tiempo la rendición de cuentas a los Estados Miembros los Estados.
E. regional, nacional, subnacional, local
97. Reconocemos la importancia de la dimensión regional del desarrollo sostenible. Los marcos regionales pueden complementar y facilitar la traducción efectiva de las políticas de desarrollo sostenible en acciones concretas a nivel nacional.
98. Alentamos a las autoridades regionales, nacionales, subnacionales y locales, según corresponda, para desarrollar y utilizar estrategias de desarrollo sostenible como instrumentos clave para guiar la toma de decisiones y la implementación del desarrollo sostenible en todos los niveles, y en este sentido, reconocemos que la integrada social, económica, y los datos e información ambiental, así como el análisis y evaluación efectivas de la aplicación, es importante para los procesos de toma de decisiones.
99. Animamos a la acción a nivel regional, nacional, subnacional y local para promover el acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia en materia ambiental, según corresponda.
100. Hacemos hincapié en que las organizaciones regionales y subregionales, incluidas las comisiones regionales de la ONU y sus oficinas sub-regionales, tienen un papel importante que desempeñar en la promoción de una integración equilibrada de las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible en sus respectivas regiones. Subrayamos la necesidad de apoyar a estas instituciones, incluyendo a través del sistema de las Naciones Unidas, en la puesta en funcionamiento y aplicación eficaces de desarrollo sostenible, y para facilitar la coherencia institucional y armonización de las políticas de desarrollo, planes y programas. En este sentido, instamos a estas instituciones para priorizar el desarrollo sostenible a través de, entre otras cosas, la construcción más eficiente y eficaz de la capacidad, el desarrollo y la aplicación de los acuerdos y los acuerdos regionales, según corresponda, y el intercambio de información, mejores prácticas y lecciones aprendidas. También acogemos con beneplácito las iniciativas regionales e interregionales para el desarrollo sostenible. Nosotros, además, reconocen la necesidad de garantizar la vinculación efectiva entre los procesos globales, regionales, subregionales y nacionales para promover el desarrollo sostenible. Animamos a la mejora de las comisiones regionales de la ONU y sus oficinas subregionales en sus respectivas capacidades para ayudar a los Estados miembros en la implementación del desarrollo sostenible.
101. Subrayamos la necesidad de una planificación más coherente e integrado y la toma de decisiones en los planos nacional, subnacional y local, según corresponda, y, para ello, hacemos un llamamiento a los países para fortalecer las instituciones nacionales, subregionales, nacionales y / o locales o de sus múltiples interesados órganos y procesos, en su caso, abordar el desarrollo sostenible, incluyendo la coordinación en materia de desarrollo sostenible y para permitir la integración efectiva de las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
102. Damos la bienvenida a las iniciativas regionales e interregionales para el desarrollo sostenible, tales como la Asociación Puente Verde, que es voluntario y abierto a la participación de todos los socios.
103. Subrayamos la necesidad de garantizar a largo plazo el compromiso político con el desarrollo sostenible teniendo en cuenta las circunstancias y prioridades nacionales y, en este sentido, alentamos a todos los países para llevar a cabo las acciones y medidas necesarias para lograr el desarrollo sostenible.
V. Marco para la acción y el seguimiento
A. Esferas temáticas y cuestiones intersectoriales
104. Reconocemos que para alcanzar el objetivo de la Conferencia, a saber, asegurar el compromiso político renovado para el desarrollo sostenible, así como para abordar los temas de una economía verde en el contexto de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible y el marco institucional para el desarrollo sostenible , nos comprometemos a subsanar las deficiencias restantes en la aplicación de los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible, para hacer frente a desafíos nuevos y emergentes y aprovechar las nuevas oportunidades a través de las acciones enumeradas a continuación en este marco de acción apoyados en su caso mediante la provisión de los medios de puesta en práctica. Reconocemos que las metas, objetivos e indicadores, incluyendo, cuando proceda, indicadores sensibles al género, son útiles en la medición y acelerar el progreso. Observamos, además, que el progreso en la implementación de las medidas estipuladas a continuación se puede mejorar de forma voluntaria el intercambio de información, conocimientos y experiencia.
Erradicación de la pobreza
105. Somos conscientes de que, tres años a partir de la fecha meta de 2015 de los ODM, si bien ha habido progresos en la reducción de la pobreza en algunas regiones, este progreso ha sido desigual y el número de personas que viven en la pobreza en algunos países sigue aumentando, con las mujeres y los niños constituyen la mayoría de los grupos más afectados, especialmente en los países menos adelantados y en particular en África.
106. Reconocemos que el crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo en los países en desarrollo es un requisito clave para la erradicación de la pobreza y el hambre y alcanzar los ODM. En este sentido, hacemos hincapié en que los esfuerzos nacionales de los países en desarrollo debe ser complementada por un entorno destinado a ampliar las oportunidades de desarrollo de los países en desarrollo. También hacemos hincapié en la necesidad de otorgar la máxima prioridad a la erradicación de la pobreza en el programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, abordando las causas profundas y los desafíos de la pobreza a través integrado, coordinado y estrategias coherentes en todos los niveles.
107. Reconocemos que la promoción del acceso universal a los servicios sociales pueden hacer una importante contribución a la consolidación y el logro de los beneficios del desarrollo. Los sistemas de protección social que enfrentar y reducir la desigualdad y la exclusión social son esenciales para erradicar la pobreza y promover el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En este sentido, animamos a las iniciativas destinadas a mejorar la protección social para todas las personas.
La seguridad alimentaria y la nutrición y la agricultura sostenible
108. Reafirmamos nuestros compromisos con respecto al derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos, suficientes y nutritivos, en consonancia con el derecho a una alimentación adecuada y el derecho fundamental de toda persona a no padecer hambre. Reconocemos que la seguridad alimentaria y la nutrición se ha convertido en un reto mundial apremiante y, en este sentido, más reafirmamos nuestro compromiso de mejorar la seguridad alimentaria y el acceso a una alimentación adecuada, sana y nutritiva para las generaciones presentes y futuras, en consonancia con los principios adoptados en Roma 2009, incluidos los niños menores de dos años y medio, en su caso, la seguridad nacional, la comida regional y mundial y las estrategias de nutrición.
109. Somos conscientes de que una parte significativa de los pobres del mundo viven en zonas rurales, y que las comunidades rurales desempeñan un papel importante en el desarrollo económico de muchos países. Hacemos hincapié en la necesidad de revitalizar los sectores de desarrollo agrícola y rural, especialmente en los países en desarrollo, de una manera económica, social y ambientalmente sostenible. Reconocemos la importancia de tomar las acciones necesarias para responder mejor a las necesidades de las comunidades rurales a través de, entre otras cosas, mejorar el acceso de los productores agrícolas, en particular los pequeños productores, mujeres, pueblos indígenas y las personas que viven en situación de vulnerabilidad, al crédito ya otros servicios financieros , los mercados, la tenencia segura de la tierra, la asistencia sanitaria y servicios sociales, la educación y la formación, el conocimiento y las tecnologías apropiadas y asequibles, incluso para un riego eficiente, la reutilización de aguas residuales tratadas, la recolección y almacenamiento de agua. Reiteramos la importancia de empoderar a las mujeres rurales como agentes críticos para la promoción del desarrollo agrícola y rural y la seguridad alimentaria y la nutrición. También reconocemos la importancia de las prácticas tradicionales de agricultura sostenible, incluyendo los sistemas tradicionales de suministro de semillas, incluidas las de muchos pueblos indígenas y comunidades locales.
110. Teniendo en cuenta la diversidad de condiciones agrícolas y sistemas, estamos decididos a aumentar la producción agrícola sostenible y la productividad a nivel mundial, incluso mediante la mejora del funcionamiento de los mercados y los sistemas comerciales y el fortalecimiento de la cooperación internacional, en particular para los países en desarrollo, aumentando la inversión pública y privada en la agricultura sostenible, gestión de la tierra y desarrollo rural. Las principales áreas de inversión y de apoyo incluyen: prácticas agrícolas sostenibles, infraestructura rural, la capacidad de almacenamiento y tecnologías relacionadas, la investigación y el desarrollo de tecnologías agrícolas sostenibles; desarrollo de las cooperativas agrícolas y fuertes cadenas de valor, y el fortalecimiento de vínculos urbano-rurales. Reconocemos también la necesidad de reducir de manera significativa después de la cosecha y las pérdidas de alimentos y otros desechos a lo largo de la cadena de suministro de alimentos.
111. Reafirmamos la necesidad de promover, fomentar y apoyar una agricultura más sostenible, incluidos los cultivos, la ganadería, la silvicultura, la pesca y la acuicultura, que mejora la seguridad alimentaria, erradicar el hambre, y es económicamente viable, mientras que los recursos de la tierra la conservación, agua, plantas y animales genéticos, biodiversidad y los ecosistemas, y la mejora de la resistencia al cambio climático y los desastres naturales. Reconocemos también la necesidad de mantener los procesos ecológicos naturales que apoyan los sistemas de producción de alimentos.
112. Hacemos hincapié en la necesidad de mejorar los sistemas sostenibles de producción pecuaria, en particular mediante la mejora de los pastos y los sistemas de riego de acuerdo con las políticas nacionales, legislación, normas y regulaciones, mejores sistemas de gestión sostenible del agua, y los esfuerzos para erradicar y prevenir la propagación de enfermedades animales, el reconocimiento de que los medios de subsistencia de los agricultores como los pastores y la salud del ganado están entrelazadas.
113. También hacemos hincapié en el papel crucial de los ecosistemas marinos sanos, la pesca sostenible y sustentable de la acuicultura para la seguridad alimentaria y la nutrición, y en la provisión de los medios de subsistencia de millones de personas.
114. Estamos decididos a tomar medidas para mejorar la investigación agrícola, los servicios de extensión, capacitación y educación para mejorar la productividad agrícola y la sostenibilidad a través del intercambio voluntario de experiencias y buenas prácticas. Asimismo, resolvemos para mejorar el acceso a la información, los conocimientos técnicos y know-how, incluso a través de las nuevas tecnologías de comunicación que permiten a los agricultores, pescadores y silvicultores a elegir entre los diversos métodos de lograr una producción agrícola sostenible. Hacemos un llamado para el fortalecimiento de la cooperación internacional en investigación agrícola para el desarrollo.
115. Reafirmamos la importante labor y el carácter inclusivo de la Comisión de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS), incluso a través de su papel en la facilitación de los países en evaluaciones iniciadas en la producción sostenible de alimentos y la seguridad alimentaria, y alentamos a los países para dar la debida consideración a la aplicación de la voluntaria SFC Directrices sobre la gobernanza de la tenencia de la tierra, la pesca y bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional. Tomamos nota de los debates en curso sobre la inversión agrícola responsable en el marco de la SFC, así como los Principios de Inversión Agrícola Responsable (PRAI).
116. Hacemos hincapié en la necesidad de abordar las causas profundas de la excesiva volatilidad de precios de los alimentos, incluidas sus causas estructurales, en todos los niveles, y la necesidad de gestionar los riesgos vinculados a los precios altos y volátiles en exceso en los productos básicos agrícolas y sus consecuencias para la seguridad alimentaria y nutricional , así como para los pequeños agricultores y los pobres habitantes de las ciudades.
117. Subrayamos la importancia de la información oportuna, precisa y transparente para ayudar a hacer frente a la volatilidad excesiva de los precios de alimentos, y en este sentido, toma nota del Sistema de Información del Mercado Agrícola organizada por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas e insta a las organizaciones internacionales participantes, actores del sector privado y los gobiernos para garantizar la difusión pública de los productos alimenticios en tiempo y calidad de información del mercado.
118. Reafirmamos que un universal, basado en normas, el sistema comercial multilateral abierto, no discriminatorio y equitativo a promover el desarrollo agrícola y rural en los países en desarrollo y contribuir a la seguridad alimentaria mundial. Instamos a las estrategias nacionales, regionales e internacionales para promover la participación de los agricultores, los agricultores, especialmente los pequeños, incluidas las mujeres, en la comunidad, los mercados nacionales, regionales e internacionales.
Agua y saneamiento
119. Reconocemos que el agua está en el centro del desarrollo sostenible, ya que está estrechamente vinculada a una serie de importantes desafíos globales. Por ello, reiteramos la importancia de integrar el agua en el desarrollo sostenible y subraya la importancia crítica del agua y el saneamiento dentro de las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
120. Reafirmamos los compromisos contraídos en el Plan de Aplicación de Johannesburgo y la Declaración del Milenio de reducir a la mitad en relación con el año 2015 la proporción de personas sin acceso al agua potable y saneamiento básico y el desarrollo de la gestión integrada de recursos hídricos y los planes de uso eficiente del agua, asegurando el uso sostenible del agua. Nos comprometemos a la realización progresiva del acceso al agua potable segura y asequible y saneamiento básico para todos, según sea necesario para la erradicación de la pobreza y proteger la salud humana, y para mejorar significativamente la aplicación de la gestión integrada de recursos hídricos en todos los niveles, según proceda. En este sentido, reiteramos estos compromisos, en particular los países en desarrollo mediante la movilización de los recursos de todas las fuentes, creación de capacidades y transferencia de tecnología.
121. Reafirmamos nuestros compromisos con respecto al derecho humano al agua potable y al saneamiento, a la realización progresiva de nuestras poblaciones con pleno respeto a la soberanía nacional. También destacamos nuestro compromiso con el Decenio Internacional para la Acción 2005-2015 "Agua para la Vida".
122. Reconocemos el papel fundamental que desempeñan los ecosistemas en el mantenimiento de la cantidad de agua y las acciones de calidad y apoyo dentro de las fronteras nacionales respectivas para proteger y gestionar de forma sostenible de estos ecosistemas.
123. Subrayamos la necesidad de adoptar medidas para hacer frente a las inundaciones, las sequías y la escasez de agua, dirigiéndose el equilibrio entre oferta y demanda de agua incluyendo caso, de recursos hídricos no convencionales, y para movilizar recursos financieros y de inversión en infraestructura para los servicios de agua y saneamiento, en conformidad con las prioridades nacionales.
124. Hacemos hincapié en la necesidad de adoptar medidas para reducir significativamente la contaminación del agua y el aumento de la calidad del agua, mejorar significativamente el tratamiento de aguas residuales, y la eficiencia del agua y reducir las pérdidas de agua. Para lograr este fin, hacemos hincapié en la necesidad de asistencia y cooperación internacionales.
Energía
125. Reconocemos el papel fundamental que desempeña la energía en el proceso de desarrollo, como el acceso a servicios sostenibles de energía modernos contribuye a la erradicación de la pobreza, salva vidas, mejora la salud y ayuda a proporcionar las necesidades humanas básicas. Hacemos hincapié en que estos servicios son esenciales para la inclusión social y la igualdad de género, y que la energía es un insumo clave para la producción. Nos comprometemos a facilitar el apoyo para el acceso a estos servicios por 1,4 millones de personas en el mundo que actualmente se encuentran sin estos servicios. Reconocemos que el acceso a estos servicios es fundamental para lograr el desarrollo sostenible.
126. Hacemos hincapié en la necesidad de abordar el reto del acceso a servicios modernos de energía sostenible para todos, en particular para los pobres que no pueden pagar estos servicios, aún cuando estén disponibles. Hacemos hincapié en la necesidad de adoptar nuevas medidas para mejorar esta situación, incluso mediante la movilización de recursos financieros suficientes, para poder proveer estos servicios de manera confiable y accesible, económicamente viable y socialmente y ambientalmente aceptables en los países en desarrollo.
127. Reafirmamos el apoyo a la aplicación de políticas nacionales y subnacionales y estrategias, basadas en las particulares circunstancias nacionales y las aspiraciones de desarrollo, utilizando una combinación energética adecuada para satisfacer las necesidades de desarrollo, incluso mediante un mayor uso de fuentes de energía renovables y otras tecnologías de bajas emisiones el uso más eficiente de la energía, una mayor dependencia de tecnologías energéticas avanzadas, incluidas las tecnologías más limpias de combustibles fósiles y el uso sostenible de los recursos energéticos tradicionales. Nos comprometemos a promover servicios sostenibles de energía modernos para todos a través de esfuerzos nacionales y sub-nacional, entre otras cosas, en la electrificación y la difusión de la cocina sostenible y soluciones de calefacción, incluyendo a través de acciones de colaboración para compartir las mejores prácticas y adoptar políticas, según proceda. Instamos a los gobiernos a crear entornos propicios que faciliten la inversión del sector público y privado en tecnologías energéticas más limpias pertinentes y necesarias.
128. Reconocemos que el mejoramiento de la eficiencia energética, el aumento de la cuota de energía renovable más limpia, y las tecnologías de eficiencia energética son importantes para el desarrollo sostenible, incluso en el cambio climático. Reconocemos también la necesidad de medidas de eficiencia energética en la planificación urbana, los edificios y el transporte, y en la producción de bienes y servicios y en el diseño de productos. También reconocemos la importancia de promover incentivos en favor de ella y la eliminación de los desincentivos a la eficiencia energética y la diversificación de la matriz energética, incluida la promoción de la investigación y el desarrollo en todos los países, incluidos los países en desarrollo.
129. Tomamos nota de la puesta en marcha de la iniciativa del Secretario General sobre "Energía Sostenible para Todos", que se centran en el acceso a la energía de la eficiencia energética y las energías renovables. Todos estamos decididos a actuar para que la energía sostenible para todos sea una realidad, ya través de esto, ayudar a erradicar la pobreza y conducir a un desarrollo sostenible y la prosperidad. Reconocemos que las actividades de los países en amplios temas relacionados con la energía son de gran importancia y se priorizan de acuerdo a sus retos específicos, capacidades y circunstancias, incluida la combinación de energías.
El turismo sostenible
130. Hacemos hincapié en que el turismo bien diseñado y gestionado puede hacer una contribución significativa a las tres dimensiones del desarrollo sostenible, tiene estrechos vínculos con otros sectores, y puede crear trabajo decente y generar oportunidades comerciales. Reconocemos la necesidad de apoyar las actividades de turismo sostenible y creación de capacidades relevantes que promueven la conciencia ambiental, conservar y proteger el medio ambiente, la fauna silvestre respecto, la flora, la biodiversidad y los ecosistemas y la diversidad cultural, y mejorar el bienestar y el sustento de las comunidades locales mediante el apoyo a sus economías locales y el medio ambiente humano y natural en su conjunto. Hacemos un llamamiento para un mayor apoyo para actividades de turismo sostenible y creación de capacidad relevante en los países en desarrollo con el fin de contribuir a la consecución del desarrollo sostenible.
131. Alentamos a la promoción de la inversión en turismo sostenible, incluyendo el ecoturismo y turismo cultural, que puede incluir la creación de empresas pequeñas y medianas empresas y facilitar el acceso a la financiación, incluso a través de iniciativas de microcrédito para los pobres, los pueblos indígenas y comunidades locales en las zonas con un alto potencial de turismo ecológico. En este sentido, subrayamos la importancia de establecer, cuando sea necesario, directrices y reglamentos adecuados, de conformidad con las prioridades nacionales y la legislación para promover y apoyar el turismo sostenible.
El transporte sostenible
132. Tomamos nota de que el transporte y la movilidad son fundamentales para el desarrollo sostenible. El transporte sostenible puede mejorar el crecimiento económico, así como la mejora de la accesibilidad. El transporte sostenible se consigue una mayor integración de la economía respetando el medio ambiente. Reconocemos la importancia del movimiento eficiente de personas y bienes, y el acceso al transporte ecológicamente racional, segura y asequible como un medio para mejorar la equidad social, la salud, la resiliencia de las ciudades, los vínculos urbano-rurales y la productividad de las zonas rurales. En este sentido, tomamos en cuenta la seguridad vial como una parte de nuestros esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible.
133. Apoyamos el desarrollo de sistemas de transporte sostenibles, incluida la eficiencia energética de sistemas de transporte multimodales, los sistemas de comunicación en particular de transporte público, combustibles y vehículos limpios, así como mejorar los sistemas de transporte en las zonas rurales. Reconocemos la necesidad de promover un enfoque integrado para la formulación de políticas en los planos nacional, regional y local para los servicios de transporte y sistemas para promover el desarrollo sostenible. También reconocemos que las necesidades de desarrollo especiales de los países en desarrollo sin litoral y de tránsito deben tenerse en cuenta al establecer sistemas sostenibles de transporte de tránsito. Reconocemos la necesidad de apoyo internacional a los países en desarrollo a este respecto.
Las ciudades sostenibles y los asentamientos humanos
134. Somos conscientes de que, si bien planificado y desarrollado incluso a través de la planificación integrada y la gestión de los enfoques, las ciudades pueden promover la económica, social y sociedades ambientalmente sustentables. En este sentido, reconocemos la necesidad de un enfoque holístico para el desarrollo urbano y los asentamientos humanos, que establece la infraestructura y viviendas asequibles y da prioridad a mejoramiento de asentamientos precarios y la regeneración urbana. Nos comprometemos a trabajar para mejorar la calidad de los asentamientos humanos, incluida la vida y de trabajo de los habitantes urbanos y rurales en el contexto de la erradicación de la pobreza para que todas las personas tengan acceso a servicios básicos, vivienda y movilidad. Reconocemos también la necesidad de la conservación en su caso del patrimonio natural y cultural de los asentamientos humanos, la revitalización de los barrios históricos y la rehabilitación de los centros urbanos.
135. Nos comprometemos a promover un enfoque integrado para la planificación y construcción de ciudades sostenibles y los asentamientos urbanos, en particular mediante el apoyo a las autoridades locales, aumentando la conciencia pública y fomentar la participación de los residentes urbanos, incluyendo a los pobres, en la toma de decisiones. También nos comprometemos a promover políticas sostenibles de desarrollo que apoyen la vivienda inclusiva y unos servicios sociales, un entorno de vida seguro y saludable para todos, especialmente los niños, jóvenes, mujeres, ancianos y discapacitados, el transporte asequible y sostenible y la energía, la promoción, protección y restauración de la caja fuerte y los espacios verdes urbanos, agua potable y limpia y saneamiento, calidad del aire saludable, generación de empleos decentes y una mejor planificación urbana y mejoramiento de asentamientos precarios. Además, apoyamos la gestión sostenible de los residuos mediante la aplicación de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar). Subrayamos la importancia de considerar la reducción del riesgo de desastres, la resistencia y los riesgos climáticos en la planificación urbana. Reconocemos los esfuerzos de las ciudades para equilibrar el desarrollo con las regiones rurales.
136. Hacemos hincapié en la importancia de aumentar el número de regiones metropolitanas, ciudades y pueblos que están implementando las políticas de planificación urbana sostenible y el diseño con el fin de responder eficazmente al crecimiento esperado de la población urbana en las próximas décadas. Tomamos nota de que los beneficios sostenibles de planificación urbana de la participación de múltiples partes interesadas, así como de la plena utilización de la información y datos desglosados por sexo en particular sobre las tendencias demográficas, la distribución del ingreso y los asentamientos informales. Reconocemos el importante papel de los gobiernos municipales en el establecimiento de una visión para las ciudades sostenibles, desde el inicio de la planificación de la ciudad a través de la revitalización de las ciudades más antiguas y los barrios, incluso mediante la adopción de programas de eficiencia energética en la construcción de la gestión y el desarrollo de sistemas sostenibles de transporte a nivel local adecuados. Además, reconocemos la importancia de la planificación de uso mixto y de favorecer la movilidad no motorizada, incluyendo la promoción de las infraestructuras para peatones y ciclistas.
137. Reconocemos que las asociaciones entre las ciudades y las comunidades desempeñan un papel importante en la promoción del desarrollo sostenible. En este sentido, hacemos hincapié en la necesidad de fortalecer mecanismos de cooperación existentes o plataformas, acuerdos de colaboración y otras herramientas de implementación para promover la aplicación coordinada del Programa Hábitat de la ONU con la participación activa de todas las entidades pertinentes de la ONU y con el objetivo general de lograr un desarrollo urbano sostenible . Además, reconocemos la necesidad de mantener las contribuciones financieras suficientes y previsibles para el Hábitat de las Naciones Unidas y los Asentamientos Humanos a fin de garantizar la aplicación oportuna, eficaz y concreta en el Programa de Hábitat.
Salud y población
138. Reconocemos que la salud es una condición previa para un resultado de, y un indicador de las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Somos conscientes de los objetivos del desarrollo sostenible sólo pueden lograrse en ausencia de una alta prevalencia de enfermedades debilitantes transmisibles y no transmisibles, y donde la población puede llegar a un estado de bienestar físico, mental y el bienestar social. Estamos convencidos de que la acción sobre los determinantes sociales y ambientales de la salud, tanto para los pobres y los vulnerables y toda la población, es importante crear inclusive, una sociedad equitativa, económicamente productiva y saludable. Hacemos un llamamiento para la plena realización del derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.
139. También reconocemos la importancia de la cobertura universal de salud para mejorar la salud, la cohesión social y el desarrollo económico y humano sostenible. Nos comprometemos a fortalecer los sistemas de salud hacia la provisión de una cobertura universal equitativa. Hacemos un llamado a la participación de todos los actores pertinentes para la coordinación de una acción multisectorial para abordar con urgencia las necesidades de salud de la población mundial.
140. Hacemos hincapié en que el VIH y el SIDA, la malaria, la tuberculosis, la gripe, la poliomielitis y otras enfermedades transmisibles siguen siendo graves problemas mundiales, y nos comprometemos a redoblar los esfuerzos para lograr el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo, y para eliminar la transmisión madre a hijo del VIH, así como a la renovación y el fortalecimiento de la lucha contra la malaria, la tuberculosis y las enfermedades tropicales desatendidas.
141. Somos conscientes de que la carga global y la amenaza de las enfermedades no transmisibles (ENT) constituye uno de los principales desafíos para el desarrollo sostenible en el siglo XXI. Nos comprometemos a fortalecer los sistemas de salud hacia la prestación de una cobertura equitativa, universal y promover un acceso asequible a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con las enfermedades no transmisibles, especialmente el cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes. Asimismo, nos comprometemos a establecer o fortalecer políticas multisectoriales nacionales para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. Reconocemos que la reducción de entre otras cosas la contaminación del aire, agua y productos químicos produce efectos positivos en la salud.
142. Reafirmamos el derecho de utilizar, al máximo, las disposiciones contenidas en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (ADPIC), la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual y Salud Pública, los decisión de la Organización Mundial del Comercio del Consejo General del 30 de agosto de 2003 sobre la aplicación del párrafo 6 de la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la salud pública, y, cuando los procedimientos formales de aceptación se han completado, la enmienda al artículo 31 del acuerdo, que proporciona flexibilidad para la protección de la salud pública, y, en particular, promover el acceso a los medicamentos para todos, y fomentar la prestación de asistencia a los países en desarrollo en este sentido.
143. Hacemos un llamamiento para una mayor colaboración y cooperación a nivel nacional e internacional para fortalecer los sistemas de salud a través de una mayor financiación de la salud, la contratación, desarrollo, formación y retención de la fuerza laboral de salud, una mejor distribución y el acceso a medicamentos seguros, asequibles, eficaces y de calidad, vacunas y las tecnologías médicas, ya través de la mejora de la infraestructura de salud. Apoyamos el papel de liderazgo de la Organización Mundial de la Salud como autoridad directiva y coordinadora en asuntos de sanidad internacional.
144. Nos comprometemos a evaluar sistemáticamente las tendencias y proyecciones de población en nuestras estrategias nacionales de desarrollo rural y urbano y las políticas. A través de la planificación hacia el futuro, podemos aprovechar las oportunidades y enfrentar los desafíos asociados con los cambios demográficos, incluida la migración.
145. Hacemos un llamamiento para la aplicación plena y eficaz de la Plataforma de Acción de Beijing, la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), Programa de Acción y los resultados de las conferencias de revisión de sus incluyendo los compromisos que conduzcan a la salud sexual y reproductiva y la promoción y protección de los todos los derechos humanos en este contexto. Hacemos hincapié en la necesidad de la provisión del acceso universal a la salud reproductiva, incluyendo planificación familiar y salud sexual y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y programas nacionales.
146. Nos comprometemos a reducir la mortalidad materna e infantil, y mejorar la salud de las mujeres, hombres, jóvenes y niños. Reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de género y proteger los derechos de las mujeres, hombres y jóvenes a tener control y decidir libre y responsablemente sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluyendo el acceso a la salud sexual y reproductiva, libres de coerción, la discriminación y la violencia. Vamos a trabajar activamente para asegurar que los sistemas de salud proporcionan la información necesaria y los servicios de salud frente a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, incluyendo el trabajo en pro del acceso universal a los métodos modernos, seguros, eficaces, asequibles y aceptables de planificación familiar, ya que esto es esencial para las mujeres la salud y la promoción de la igualdad de género
Promoción del empleo pleno y productivo, el trabajo decente para todos, y la protección social
147. Reconocemos que la erradicación de la pobreza, el empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos, y la integración social y la protección están interrelacionados y se refuerzan mutuamente, y que un entorno propicio para promover estas necesidades que se crean en todos los niveles.
148. Estamos preocupados por las condiciones del mercado de trabajo y los déficits generalizados de disponibles oportunidades de trabajo decente, especialmente para mujeres y hombres jóvenes. Instamos a todos los gobiernos para hacer frente al desafío global de empleo de los jóvenes mediante el desarrollo y aplicación de estrategias y políticas que proporcionen a los jóvenes de todo el acceso al trabajo digno y productivo, ya que en las próximas décadas, el trabajo decente tendrá que ser creado para ser capaz de garantizar una gestión sostenible y el desarrollo incluyente y reducir la pobreza.
149. Reconocemos la importancia de la creación de empleo mediante la inversión en y el desarrollo de infraestructura económica y social racional, eficaz y eficiente y las capacidades productivas para el desarrollo sostenible y el crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo. Hacemos un llamado a los países para mejorar la inversión en infraestructura para el desarrollo sostenible y estamos de acuerdo en apoyar a los fondos de las Naciones Unidas, programas y organismos para ayudar a facilitar y promover los esfuerzos de los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, en este sentido.
150. Reconocemos la importancia de la creación de empleo mediante la adopción de futuro las políticas macroeconómicas que promuevan el desarrollo sostenible y llevar a un crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, aumentar las oportunidades de empleo productivo y promover el desarrollo agrícola e industrial.
151. Hacemos hincapié en la necesidad de mejorar las oportunidades de empleo e ingresos para todos, especialmente para las mujeres y hombres que viven en la pobreza y, en este sentido, apoyamos los esfuerzos nacionales para proporcionar nuevas oportunidades de empleo a los pobres en las zonas rurales y urbanas, incluido el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
152. Somos conscientes de que los trabajadores deberían tener acceso a la educación, habilidades, salud, seguridad social, derechos fundamentales en el trabajo, protección social y jurídica, incluida la seguridad y la salud, y oportunidades de trabajo decente. Gobiernos, los sindicatos y los trabajadores y los empleadores tienen un papel que desempeñar en la promoción del trabajo decente para todos, y todos deberíamos ayudar a los jóvenes acceso a la ganancia de las habilidades necesarias y las oportunidades de empleo, incluyendo en los sectores nuevos y emergentes. Las mujeres y los hombres deben tener igual acceso a oportunidades para adquirir habilidades de trabajo, así como a la protección de los trabajadores. Reconocemos la importancia de una transición justa incluyendo programas para ayudar a los trabajadores a adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado laboral.
153. También reconocemos que el trabajo informal no remunerado, realizado mayoritariamente por mujeres, contribuye sustancialmente al bienestar humano y el desarrollo sostenible. En este sentido, nos comprometemos a trabajar en pro de las condiciones de trabajo seguras y dignas y el acceso a la protección social y la educación.
154. Reconocemos que las oportunidades de trabajo decente para todos y la creación de empleo puede ser aprovechado a través, entre otras cosas, inversiones públicas y privadas en innovación científica y tecnológica, las obras públicas en la restauración, regeneración y conservación de los recursos naturales y los ecosistemas y los servicios sociales y comunitarios. Nos sentimos alentados por las iniciativas del gobierno para crear empleos para los pobres en la restauración y gestión de los recursos naturales y los ecosistemas, y alentar al sector privado para contribuir al trabajo decente para todos y la creación de empleo tanto para mujeres y hombres, y particularmente para los jóvenes, incluyendo través de alianzas con pequeñas y medianas empresas así como de cooperativas. En este sentido, reconocemos la importancia de los esfuerzos para promover el intercambio de información y conocimientos sobre el trabajo decente para todos y la creación de empleo, incluidas las iniciativas de empleos verdes y las competencias afines, y para facilitar la integración de los datos pertinentes en las políticas nacionales económicas y de empleo.
155. Alentamos el intercambio de experiencias y mejores prácticas sobre la manera de abordar los altos niveles de desempleo y el subempleo, en particular entre los jóvenes.
156. Hacemos hincapié en la necesidad de proporcionar protección social a todos los miembros de la sociedad, fomentando el crecimiento, la resistencia, la justicia y la cohesión social, incluidos los que no están empleados en la economía formal. En este sentido, animamos a las iniciativas nacionales y locales encaminadas a proporcionar a los pisos de protección social para todos los ciudadanos. Apoyamos el diálogo mundial sobre las mejores prácticas para los programas de protección social que tenga en cuenta las tres dimensiones del desarrollo sostenible y, en este sentido, tomamos nota de la Recomendación Internacional del Trabajo relativa a 202 Pisos Nacional de Protección Social.
157. Hacemos un llamamiento a los Estados a promover y proteger eficazmente los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, independientemente de la situación migratoria, particularmente los de las mujeres y los niños, y para abordar la migración internacional a través de la cooperación internacional, regional o bilateral y el diálogo y para una amplia y enfoque equilibrado, reconociendo las funciones y responsabilidades de los países de origen, tránsito y destino en la promoción y protección de los derechos humanos de todos los migrantes, y evitar enfoques que pudieran agravar su vulnerabilidad.
Los mares y océanos
158. Somos conscientes de que los océanos, mares y zonas costeras constituyen un componente integrado y esencial del ecosistema de la Tierra y son fundamentales para el mantenimiento de la misma y que el derecho internacional, como se refleja en las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), establece el marco jurídico para la conservación y el uso sostenible de los océanos y sus recursos. Hacemos hincapié en la importancia de la conservación y uso sostenible de los océanos y los mares y de sus recursos para el desarrollo sostenible, incluso mediante las contribuciones a la erradicación de la pobreza, el crecimiento económico sostenido, la seguridad alimentaria, la creación de medios de vida sostenibles y trabajo decente, y al mismo tiempo tiempo de protección de la biodiversidad y el medio marino y abordar los impactos del cambio climático. Por lo tanto, se comprometen a proteger y restaurar la salud, la productividad y la resistencia de los océanos y ecosistemas marinos, y para mantener su biodiversidad, lo que permite su conservación y uso sostenible para las generaciones presentes y futuras, y para aplicar de manera efectiva un enfoque ecosistémico y el principio de precaución en la gestión, de conformidad con el derecho internacional, de las actividades que inciden en el medio marino, para cumplir con las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
159. Reconocemos la importancia de la Convención para la promoción del desarrollo sostenible y la adopción casi universal de los Estados, y en este sentido, instamos a todos a las Partes a cumplir plenamente con sus obligaciones bajo la Convención.
160. Reconocemos la importancia de fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para poder beneficiarse de la conservación y el uso sostenible de los océanos y los mares y sus recursos y, en este sentido, hacemos hincapié en la necesidad de cooperación en la investigación científica marina para aplicar las disposiciones de la Convención y los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible, así como para la transferencia de tecnología, teniendo en cuenta la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI), Directrices para la transferencia de tecnología marina.
161. Apoyamos el proceso de presentación periódica de informes y evaluación del estado del medio marino, incluyendo los aspectos socioeconómicos, establecidas por las Naciones Unidas la Asamblea General, y esperamos con interés la finalización de la primera evaluación mundial integral del estado del medio marino el medio ambiente para el año 2014 y su posterior consideración por la Asamblea General. Animamos a consideración de los Estados de resultados de la evaluación en los niveles apropiados.
162. Reconocemos la importancia de la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional. Tomamos nota de la labor en curso en la Asamblea General de Naciones Unidas de un Grupo especial de composición abierta del Grupo Informal de Trabajo para estudiar las cuestiones relativas a la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional. Basándose en la labor del grupo de trabajo ad hoc y antes de la final de la 69 ª Sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas nos comprometemos a abordar, con carácter urgente, el tema de la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina más allá de las áreas nacionales jurisdicción, incluyendo al tomar una decisión sobre la elaboración de un instrumento internacional en virtud de la Convención.
163. Tomamos nota con preocupación de que la salud de los océanos y la biodiversidad marina se ven afectadas negativamente por la contaminación marina, incluidos los desechos marinos, sobre todo de plástico, los contaminantes orgánicos persistentes, metales pesados y compuestos a base de nitrógeno, a partir de una serie de fuentes marinas y terrestres, incluyendo el envío y el escurrimiento de la tierra. Nos comprometemos a tomar medidas para reducir la incidencia y los efectos de dicha contaminación en los ecosistemas marinos, en particular mediante la aplicación efectiva de las convenciones pertinentes adoptadas en el marco de la Organización Marítima Internacional (OMI), y el seguimiento de las iniciativas pertinentes, como el Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino frente a las actividades realizadas, así como la adopción de estrategias coordinadas para este fin. Además, nos comprometemos a tomar medidas para, en el año 2025, basado en datos científicos recolectados, lograr reducciones significativas en los desechos marinos para evitar daños al medio ambiente costero y marino.
164. Tomamos nota de las importantes amenazas plantean las especies exóticas invasoras en los ecosistemas marinos y los recursos y se comprometen a aplicar medidas para prevenir la introducción de, y gestionar los impactos ambientales adversos de, las especies exóticas invasoras, incluyendo, en su caso, las adoptadas en el marco de la OMI.
165. Tomamos nota de que el nivel del mar y la erosión costera son amenazas graves para muchas regiones costeras e islas sobre todo en los países en desarrollo y, en este sentido, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a que intensifique sus esfuerzos para hacer frente a estos desafíos.
166. Pedimos apoyo a las iniciativas que la acidificación del océano y la dirección de los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas marinos y costeros y los recursos. En este sentido, reiteramos la necesidad de trabajar unidos para prevenir la acidificación del océano adicional, así como mejorar la resiliencia de los ecosistemas marinos y de las comunidades cuya subsistencia depende de ellos, y para apoyar la investigación científica marina, la vigilancia y la observación de la acidificación de los océanos y ecosistemas especialmente vulnerables, en particular mediante una mayor cooperación internacional en este sentido.
167. Hacemos hincapié en nuestra preocupación por los impactos ambientales potenciales de la fertilización de los océanos. En este sentido, recordamos las decisiones relacionadas con la fertilización de los océanos aprobada por los órganos intergubernamentales pertinentes, y la voluntad de seguir abordando con la fertilización oceánica extrema precaución, en consonancia con el enfoque de precaución.
168. Nos comprometemos a intensificar nuestros esfuerzos para cumplir con la meta de 2015, según lo acordado en el PIJ de mantener o restablecer las poblaciones a niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible, con carácter urgente. En este sentido nos comprometemos aún más a tomar urgentemente las medidas necesarias para mantener o restablecer las poblaciones de todos, al menos a niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible, con el fin de lograr estos objetivos en el menor tiempo posible, según lo determinado por sus características biológicas. Para lograr esto nos comprometemos a desarrollar e implementar planes de urgencia basadas en la ciencia de gestión, incluyendo la reducción o suspensión de las capturas y esfuerzo pesquero acorde con la situación de la población. También nos comprometemos a intensificar la acción para gestionar las capturas incidentales, los descartes, y otros impactos ambientales adversos de la pesca, incluyendo mediante la eliminación de prácticas pesqueras destructivas. También nos comprometemos a promover acciones para proteger ecosistemas marinos vulnerables de los impactos adversos significativos, incluyendo a través del uso eficaz de las evaluaciones de impacto. Tales acciones, incluidas las que a través de organizaciones competentes, debe llevarse a cabo en consonancia con el derecho internacional, los instrumentos internacionales aplicables y las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y de la Alimentación y la Agricultura (FAO Directrices).
169. Instamos a los Estados Partes en el Acuerdo de 1995 para la aplicación de las disposiciones de la Convención relativas a la conservación y ordenación de las poblaciones y las poblaciones de peces altamente migratorios a la plena puesta en práctica, y dar, de acuerdo con su Título VII, el pleno reconocimiento de las necesidades especiales de los Estados en desarrollo. Además, hacemos un llamado a todos los Estados a aplicar el Código de Conducta para la Pesca Responsable y los Planes de Acción Internacional y las directrices técnicas.
170. Reconocemos que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) privar a muchos países de un recurso natural fundamental y siguen siendo una amenaza persistente para su desarrollo sostenible. Nos comprometemos nuevamente a eliminar la pesca INDNR tan avanzado en el Plan de Aplicación de Johannesburgo, y para prevenir y combatir estas prácticas incluso a través de los siguientes: desarrollo e implementación de planes de acción nacionales y regionales, de conformidad con el plan internacional de la FAO de acción para combatir la pesca INDNR, la aplicación de -de acuerdo con las medidas internacionales eficaces de la ley y coordinada por parte de los Estados ribereños, los Estados de abanderamiento, Estados rectores del puerto y de las naciones de fletamento y de los Estados de la nacionalidad de los beneficiarios y otros que apoyan o participan en la pesca INDNR mediante la identificación de los buques de pesca INDNR y por privar a los infractores de los beneficios derivados de la pesca INDNR, así como la cooperación con los países en desarrollo para identificar de forma sistemática las necesidades y desarrollar la capacidad, incluido el apoyo para la vigilancia, control, vigilancia, sistemas de cumplimiento y observancia.
171. Instamos a los Estados que han firmado el Acuerdo de la FAO sobre medidas del Estado rector del puerto para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada por agilizar los procedimientos para su ratificación con miras a su pronta entrada en vigor.
172. Reconocemos la necesidad de transparencia y rendición de cuentas en la gestión de las pesquerías de las organizaciones regionales de ordenación pesquera (OROP). Reconocemos los esfuerzos realizados por las organizaciones regionales que se han realizado exámenes independientes de desempeño, y un llamamiento a todas las OROP para llevar a cabo dichas revisiones regularmente y poner los resultados a disposición del público. Animamos a la aplicación de las recomendaciones de esos exámenes y recomendar que la amplitud de esos exámenes se fortalecerá con el tiempo, según sea necesario.
173. Reafirmamos nuestro compromiso de Plan de Implementación para eliminar los subsidios que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y el exceso de capacidad, teniendo en cuenta la importancia de este sector para los países en desarrollo, y reiteramos nuestro compromiso de concluir las disciplinas multilaterales a las subvenciones a la pesca y que den efecto a la Agenda de Doha para el Desarrollo y los de Hong Kong mandatos ministeriales para fortalecer las disciplinas sobre las subvenciones en el sector de la pesca, incluso mediante la prohibición de ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca, el reconocimiento de que el tratamiento adecuado y eficaz especial y diferenciado para el desarrollo y los países menos desarrollados debe ser una parte integrante de la negociación de la OMC los subsidios de pesca, teniendo en cuenta la importancia del sector para las prioridades de desarrollo, reducción de la pobreza, y se refiere a los medios de subsistencia y seguridad alimentaria. Alentamos a los Estados para mejorar la transparencia y la información de los actuales programas de subvenciones a la pesca a través de la OMC. Dado el estado de los recursos pesqueros y sin perjuicio de la OMC en Doha y de Hong Kong mandatos ministeriales sobre subvenciones a la pesca ni la necesidad de concluir estas negociaciones, alentamos a los Estados para eliminar los subsidios que contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca, y que se abstengan de introducir ese nuevo subsidios o de ampliación o mejora de dichas subvenciones existentes.
174. Instamos a la identificación y la integración de las estrategias para el año 2014 más que ayudar a los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares, en el desarrollo de su capacidad nacional para conservar, gestionar de forma sostenible y hacer realidad los beneficios de la pesca sostenible, incluso mediante la mejora de el acceso de productos pesqueros procedentes de países en desarrollo.
175. Nos comprometemos a respetar la necesidad de garantizar el acceso a la pesca, y la importancia del acceso a los mercados, por la subsistencia, la pesca a pequeña escala y artesanal trabajadores y las trabajadoras de peces, así como los pueblos indígenas y sus comunidades, particularmente en los países en desarrollo, especialmente las pequeñas islas los Estados en desarrollo.
176. También reconocemos los importantes aportes económicos, sociales y ambientales de los arrecifes de coral, en particular a las islas y otros Estados ribereños, así como la vulnerabilidad significativa de los arrecifes de coral y los manglares, incluyendo a los impactos del cambio climático, acidificación de los océanos, la pesca excesiva, las prácticas pesqueras destructivas y la contaminación. Apoyamos la cooperación internacional con miras a la conservación de los arrecifes de coral y los ecosistemas de manglares y la realización de sus beneficios sociales, económicos y ambientales, así como facilitar la colaboración técnica e intercambio de información voluntaria.
177. Reafirmamos la importancia de las medidas de conservación basadas en la zona, incluyendo las áreas marinas protegidas conforme al derecho internacional y con base en la mejor información científica disponible como una herramienta para la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de sus componentes. Tomamos nota de la decisión X / 2 de la 10 ª Reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que en 2020, un 10 por ciento de las áreas marinas y costeras, especialmente en las áreas de especial importancia para la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas, deben ser conservados eficaz y equitativa a través de gestión, los sistemas ecológicamente representativas y bien conectados de áreas protegidas y otros efectivos basados en la zona-las medidas de conservación.
Los pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS)
178. Reafirmamos que los pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS) siguen siendo un caso especial para el desarrollo sostenible, en vista de sus vulnerabilidades únicas y particulares, entre ellos su pequeño tamaño, la lejanía, recurso limitado y base de exportación y la exposición a los desafíos ambientales mundiales y las conmociones económicas externas, incluyendo a una amplia gama de impactos del cambio climático y los desastres naturales potencialmente más frecuentes e intensas. Tomamos nota con preocupación de que el resultado de la revisión de 5 años de la Estrategia de Mauricio para la Ejecución (MSI 5) llegó a la conclusión de que los pequeños Estados insulares han progresado menos que la mayoría de otros grupos, o incluso una recesión, en términos económicos, especialmente en términos de reducción de la pobreza y la sostenibilidad de la deuda. Del nivel del mar y otros efectos adversos del cambio climático siguen representando un riesgo significativo para los pequeños Estados insulares y sus esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible y para muchos representa la más grave de las amenazas a su supervivencia y la viabilidad, incluso para algunos a través de la pérdida de territorio. También nos preocupa que, mientras que los pequeños Estados insulares han avanzado en las áreas de género, la salud, la educación y el medio ambiente, el progreso general hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha sido desigual.
179. Hacemos un llamado a los esfuerzos continuos y mejorados para ayudar a los PEID en la implementación del Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la Ejecución. También hacemos un llamado para un fortalecimiento del apoyo del sistema de las Naciones Unidas para los pequeños Estados insulares en consonancia con los múltiples desafíos actuales y emergentes que enfrentan los pequeños Estados insulares en desarrollo sostenible.
180. Basándose en el Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la Ejecución, hacemos un llamado a la convocatoria de la Tercera Conferencia Internacional sobre los pequeños Estados insulares en 2014, reconociendo la importancia de acciones coordinadas, equilibrado e integrado para hacer frente a los retos del desarrollo sostenible que se enfrentan los pequeños Estados insulares e invitar a que la Asamblea General en su 67.a reunión para determinar las modalidades de la Conferencia.
Los países menos adelantados
181. Estamos de acuerdo para aplicar eficazmente el Programa de Acción de Estambul y de integrar plenamente a las áreas prioritarias en el marco de la acción, la aplicación más amplia de lo que contribuirá al objetivo general del PAI de permitir que la mitad de los países menos adelantados para cumplir los criterios de graduación para el año 2020.
Países menos desarrollados, sin litoral
182. Invitamos a los Estados miembros, incluidos los asociados para el desarrollo, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, regionales y subregionales, para acelerar aún más la aplicación de las acciones específicas en las cinco prioridades acordadas en el Programa de Acción de Almaty y las que figuran en la Declaración sobre la revisión intermedia, de una manera mejor coordinada, en particular para la construcción, mantenimiento y mejora de su transporte, almacenamiento y otras instalaciones relacionadas con el tránsito, incluyendo las rutas alternativas, completar las conexiones restantes y mejorar las comunicaciones y la infraestructura de energía , con el fin de apoyar el desarrollo sostenible de estos países.
África
183. Si bien reconocemos que algunos se han hecho progresos hacia el cumplimiento de los compromisos internacionales relacionados con las necesidades de desarrollo de África, hacemos hincapié en que sigue habiendo retos importantes para alcanzar el desarrollo sostenible en el continente.
184. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para reforzar el apoyo y cumplir con los compromisos para avanzar en la acción en áreas críticas para el desarrollo sostenible de África y la bienvenida a los esfuerzos de los socios de desarrollo para fortalecer la cooperación con la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD). También acogemos con satisfacción los progresos realizados por los países africanos en profundización de la democracia, los derechos humanos, buena gobernanza y la buena gestión económica, y alentar a los países africanos a que prosigan sus esfuerzos en este sentido. Invitamos a todos los socios de desarrollo de África, en particular los países desarrollados, a apoyar a los países africanos en el fortalecimiento de las capacidades humanas y las instituciones democráticas, en consonancia con sus prioridades y objetivos con el fin de promover el desarrollo de África en todos los niveles, incluso mediante la facilitación de la transferencia de la tecnología necesaria por los países africanos, de mutuo acuerdo. Reconocemos la necesidad de que los países africanos a realizar esfuerzos continuos para crear ambientes propicios para el crecimiento inclusivo en apoyo del desarrollo sostenible y para la comunidad internacional a que sigan tratando de aumentar el flujo de recursos nuevos y adicionales para financiar el desarrollo de todas las fuentes, públicas y privadas, nacionales y extranjeros, para apoyar estos esfuerzos de desarrollo de los países africanos y la bienvenida a las diversas iniciativas importantes que se establecen entre países africanos y sus asociados para el desarrollo en este sentido.
I. Nuestra visión común
1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno y representantes de alto nivel, reunidos en Río de Janeiro, Brasil, 20-22 junio de 2012, con la plena participación de la sociedad civil, renovamos nuestro compromiso con el desarrollo sostenible, y para garantizar la promoción de la económica , el futuro social y ambientalmente sostenible para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras.
2. Erradicar la pobreza es el mayor desafío que enfrenta el mundo de hoy y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible. En este sentido nos hemos comprometido a la humanidad de la pobreza y el hambre como una cuestión de urgencia.
3. Por lo tanto, reconocemos la necesidad de más integrar el desarrollo sostenible en todos los niveles que integran aspectos económicos, sociales y ambientales y el reconocimiento de sus interrelaciones, con el fin de lograr el desarrollo sostenible en todas sus dimensiones.
4. Reconocemos que la erradicación de la pobreza, el cambio sostenible y la promoción de patrones sostenibles de consumo y producción, y proteger y administrar la base de recursos naturales del desarrollo económico y social son los objetivos generales y requisitos esenciales para el desarrollo sostenible. Asimismo, reafirmamos la necesidad de lograr un desarrollo sostenible mediante: la promoción del crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, la creación de mayores oportunidades para todos, reducir las desigualdades, elevar los niveles básicos de vida, el fomento de un desarrollo equitativo e inclusión social, y promover la gestión integrada y sostenible de los recursos naturales los recursos y ecosistemas que apoya entre otras cosas, el desarrollo económico, social y humano, al tiempo que facilita la conservación del ecosistema, la regeneración y la restauración y la resistencia frente a desafíos nuevos y emergentes.
5. Reafirmamos nuestro compromiso de hacer todo lo posible para acelerar el logro de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2015.
6. Reconocemos que las personas están en el centro del desarrollo sostenible y en este sentido, luchamos por un mundo que sea justo, equitativo e incluyente, y nos comprometemos a trabajar juntos para promover el crecimiento económico sostenido e incluyente, el desarrollo social, protección del medio ambiente y por lo tanto para beneficio de todos.
7. Reafirmamos que seguir guiándose por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, y con pleno respeto del derecho internacional y sus principios.
8. Reafirmamos también la importancia de la libertad, la paz y la seguridad, el respeto de todos los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo y el derecho a un nivel de vida adecuado, incluido el derecho a la alimentación, el estado de derecho, la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer y la el compromiso general de sociedades justas y democráticas para el desarrollo.
9. Reafirmamos la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como otros instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos y del derecho internacional. Hacemos hincapié en las responsabilidades de todos los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, de respetar, proteger y promover los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción de ningún tipo por motivos de raza, color, sexo, idioma o religión, política o otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento, discapacidad u otra.
10. Reconocemos que la democracia, buena gobernanza y el imperio de la ley, en los planos nacional e internacional, así como un entorno propicio son esenciales para el desarrollo sostenible, incluyendo el crecimiento económico sostenido e incluyente, el desarrollo social, protección del medio ambiente y la erradicación de la pobreza y la el hambre. Reafirmamos que para lograr nuestros objetivos de desarrollo sostenible. Necesitamos instituciones en todos los niveles que sean eficaces, transparentes, responsables y democráticas.
11. Reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer la cooperación internacional para hacer frente a los desafíos persistentes relacionados con el desarrollo sostenible para todos, en particular en los países en desarrollo. En este sentido, reafirmamos la necesidad de lograr la estabilidad económica y un crecimiento económico sostenido, la promoción de la equidad social y protección del medio ambiente, al tiempo que mejora la igualdad de género y las oportunidades de empoderamiento y la igualdad de las mujeres para todos, y la protección, la supervivencia y el desarrollo de los niños a su máximo potencial, en particular mediante la educación.
12. Estamos decididos a tomar medidas urgentes para lograr el desarrollo sostenible. Por lo tanto, renovamos nuestro compromiso con el desarrollo sostenible, la evaluación de los progresos realizados hasta la fecha y las lagunas que aún existen en la aplicación de los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible y hacer frente a desafíos nuevos y emergentes. Expresamos nuestra determinación de abordar los temas de la Conferencia, es decir, una economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, y el marco institucional para el desarrollo sostenible.
13. Somos conscientes de que las oportunidades de las personas para influir en sus vidas y el futuro, participar en la toma de decisiones y expresar sus preocupaciones son fundamentales para el desarrollo sostenible. Ponemos de relieve que el desarrollo sostenible requiere medidas concretas y urgentes. Sólo se puede lograr con una amplia alianza de personas, gobiernos, sociedad civil y el sector privado, todos trabajando juntos para asegurar el futuro que queremos para las generaciones presentes y futuras.
II. Renovar el compromiso político
A. Reafirmando los principios de Río y los planes de acción anteriores
14. Recordamos la Declaración de Estocolmo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano aprobada en Estocolmo el 16 de junio de 1972.
15. Reafirmamos todos los principios de la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, incluyendo, entre otras cosas, el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, como se establece en el Principio 7 de la Declaración de Río.
16. Reafirmamos nuestro compromiso de aplicar plenamente la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, la Agenda 21, el Plan para la ulterior ejecución del Programa 21, el Plan de Aplicación de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible y el Plan de Aplicación ) de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, el Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la Ejecución. Asimismo, reafirmamos nuestro compromiso con la plena aplicación del Programa de Acción de Estambul para los Países Menos Adelantados (PAI), el Programa de Acción de Almaty para los Países en Desarrollo, la Declaración política sobre las necesidades de desarrollo de África y la Nueva Alianza para el Desarrollo de África. Recordamos además nuestros compromisos en los resultados de todas las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica, social y ambiental, incluyendo la Declaración del Milenio y la Cumbre Mundial de 2005, el Consenso de Monterrey y la Declaración de Doha sobre la Financiación para el Desarrollo , el documento final de la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU sobre los ODM, el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, las medidas clave para seguir ejecutando el Programa de Acción y la Declaración de Beijing y Plataforma de Acción.
17. Reconocemos la importancia de las tres Convenciones de Río para avanzar en el desarrollo sostenible y en este aspecto, instamos a todas las Partes a cumplir plenamente sus compromisos bajo la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y el Reino Unido Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), de conformidad con sus respectivos principios y disposiciones, así como a tomar medidas efectivas y concretas y medidas en todos los niveles, y reforzar la cooperación internacional.
18. Estamos decididos a revitalizar la voluntad política y para elevar el nivel de compromiso de la comunidad internacional para avanzar en la agenda del desarrollo sostenible, a través de la consecución de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Reafirmamos nuestros compromisos respectivos a otras metas pertinentes internacionalmente acordados en las esferas económica, social y ambiental desde 1992. Por lo tanto, estamos decididos a adoptar medidas concretas que aceleren el cumplimiento de los compromisos de desarrollo sostenible.
B. desarrollo de la integración, implementación, y la coherencia: La evaluación de los progresos realizados hasta la fecha y las lagunas que aún existen en la aplicación de los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible y hacer frente a desafíos nuevos y emergentes
19. Somos conscientes de que los veinte años transcurridos desde la Cumbre de la Tierra en el año 1992 hemos visto un progreso desigual, incluso en el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Hacemos hincapié en la necesidad de avanzar en la implementación de los compromisos anteriores. Reconocemos también la necesidad de acelerar el proceso para cerrar las brechas de desarrollo entre los países desarrollados y en desarrollo, y aprovechar y crear oportunidades para lograr el desarrollo sostenible mediante el crecimiento económico y la protección de la diversificación, el desarrollo social y el medio ambiente. Con este fin, subrayamos la necesidad continua de un entorno propicio en los planos nacional e internacional, así como continuar y fortalecer la cooperación internacional, particularmente en las áreas de finanzas, deuda, comercio y transferencia de tecnología, la forma convenida mutuamente, y la innovación y la el espíritu empresarial, la creación de capacidad, la transparencia y la rendición de cuentas. Reconocemos la diversificación de los actores y partes interesadas que participan en la búsqueda del desarrollo sostenible. En este contexto, afirmamos la necesidad continua de la participación plena y efectiva de todos los países, en particular los países en desarrollo, en la toma de decisiones a nivel mundial.
20. Reconocemos que desde 1992 ha habido áreas de progreso insuficiente y retrocesos en la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible, agravada por múltiples financiera, económica, alimentaria y crisis energética, que han amenazado la capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo , para lograr el desarrollo sostenible. En este sentido, es fundamental que no lo hacemos marcha atrás de nuestro compromiso con los resultados de la Cumbre de la Tierra. También reconocemos que uno de los retos actuales más importantes para todos los países, en particular para los países en desarrollo, es el impacto de las múltiples crisis que afectan al mundo hoy en día.
21. Estamos profundamente preocupados de que uno de cada cinco personas en este planeta, o más de mil millones de personas, todavía viven en la pobreza extrema, y que uno de cada siete o 14 por ciento-está desnutrida, mientras que problemas de salud pública incluyendo las pandemias y las epidemias siguen siendo amenazas omnipresentes. En este contexto, tomamos nota de los debates en curso sobre la seguridad humana en la Asamblea General de Naciones Unidas. Somos conscientes de que con la población del mundo estima que superará los nueve mil millones en 2050 y se estima que dos terceras partes viven en las ciudades que tenemos que aumentar nuestros esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible y, en particular, la erradicación de la pobreza y el hambre y las enfermedades prevenibles.
22. Reconocemos ejemplos de los avances en el desarrollo sostenible en los ámbitos regional, nacional, subnacional y local. Tomamos nota de que los esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible se han visto reflejados en las políticas regionales, nacionales y sub-nacionales y los planes, y que los gobiernos han reforzado su compromiso con el desarrollo sostenible desde la aprobación de la Agenda 21 a través de la legislación y las instituciones y el desarrollo e implementación de acuerdos internacionales, regionales y subregionales y compromisos.
23. Reafirmamos la importancia de apoyar a los países en desarrollo en sus esfuerzos por erradicar la pobreza y promover el empoderamiento de los pobres y las personas en situaciones vulnerables, entre ellos la eliminación de barreras a las oportunidades y aumentar la capacidad productiva, el desarrollo de la agricultura sostenible, y promover el empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos , complementado con políticas sociales eficaces, incluyendo los pisos de protección social, con miras a la consecución de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los ODM.
24. Expresamos profunda preocupación por los continuados altos niveles de desempleo y subempleo, especialmente entre los jóvenes, y tenga en cuenta la necesidad de estrategias de desarrollo sostenible para hacer frente de forma proactiva el empleo juvenil en todos los niveles. En este sentido, reconocemos la necesidad de una estrategia mundial sobre la juventud y la creación de empleo en la labor de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
25. Reconocemos que el cambio climático es una crisis transversal y persistente, y expresamos nuestra preocupación de que la magnitud y la gravedad de los impactos negativos del cambio climático afecta a todos los países y socavar la capacidad de todos los países, en particular, los países en desarrollo, para lograr el desarrollo sostenible y los ODM y ponen en peligro la viabilidad y la supervivencia de las naciones. Por lo tanto, subrayar que la lucha contra el cambio climático requiere una acción urgente y ambicioso, de conformidad con los principios y disposiciones de la CMNUCC.
26. Se insta encarecidamente a los Estados a que se abstengan de promulgar y aplicar medidas unilaterales no económicas, financieras o de comercio, de conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas que impidan la plena consecución del desarrollo económico y social, particularmente en los países en desarrollo.
27. Reiteramos nuestro compromiso, expresado en el Plan de Implementación de Johannesburgo (PIJ), en la Final de la Cumbre Mundial de 2005 y la Cumbre del Milenio de 2010, a que adopten otras medidas y acciones efectivas, de conformidad con el derecho internacional, para eliminar los obstáculos a la plena realización del derecho a la autodeterminación de los pueblos que viven bajo ocupación colonial y extranjera, que siguen afectan negativamente a su desarrollo económico y social, así como su medio ambiente y son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y deben ser combatidos y eliminados .
28. Reafirmamos también que, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, esto no se interpretará en el sentido de que autoriza o fomenta acción alguna contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.
29. También estamos decididos a adoptar nuevas medidas y acciones efectivas, de conformidad con el derecho internacional, para eliminar los obstáculos y dificultades, fortalecer el apoyo y responder a las necesidades especiales de las personas que viven en zonas afectadas por las emergencias humanitarias complejas y en las zonas afectadas por el terrorismo.
30. Reconocemos que muchas personas, especialmente los pobres, dependen directamente de los ecosistemas para su sustento, su desarrollo económico, social y el bienestar físico, y su patrimonio cultural. Por esta razón, es fundamental para generar trabajo decente y los ingresos que disminuyan las disparidades en los niveles de vida para satisfacer mejor las necesidades de la gente y promover medios de vida sostenibles y las prácticas y el uso sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas.
31. Hacemos hincapié en que el desarrollo sostenible debe ser inclusivo y centrado en las personas, en beneficio y la participación de todas las personas, incluidos jóvenes y niños. Reconocemos que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son importantes para el desarrollo sostenible y nuestro futuro común. Reafirmamos nuestro compromiso de garantizar la igualdad de derechos de la mujer, el acceso y las oportunidades de participación y liderazgo en la economía, la sociedad y la toma de decisiones políticas.
32. Reconocemos que cada país se enfrenta a retos específicos para lograr el desarrollo sostenible y que ponen de relieve los problemas especiales que enfrentan los países más vulnerables y en particular los países africanos, países menos adelantados, los países sin litoral y pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS), así como la específica desafíos que enfrentan los países de ingresos medios. Los países en situaciones de conflicto también necesitan atención especial.
33. Reafirmamos nuestro compromiso de tomar medidas urgentes y concretas para abordar la vulnerabilidad de los pequeños Estados insulares, en particular mediante la aplicación sostenida de la Estrategia de Mauricio para la ulterior ejecución del Programa de Acción para el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y el Programa de Acción de Barbados, y subrayan la urgencia de encontrar soluciones adicionales a los grandes retos que enfrentan los pequeños Estados insulares en forma concertada con el fin de apoyarlos en mantener el impulso realizado en la aplicación del Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la ejecución y el logro del desarrollo sostenible.
34. Reafirmamos que el Programa de Acción de Estambul para los Países Menos Adelantados para el Decenio 2011-2020 esboza los países menos adelantados las prioridades para el desarrollo sostenible y define un marco para la asociación renovada y fortalecida global para ponerlas en práctica. Nos comprometemos a ayudar a los PMA con la aplicación del PAI, así como sus esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible.
35. Somos conscientes de que debería prestarse más atención a África y el cumplimiento de los compromisos previamente acordados relacionados con sus necesidades de desarrollo que se hicieron en las principales Cumbres y Conferencias de las Naciones Unidas. Tomamos nota de que la ayuda a África ha aumentado en los últimos años. Sin embargo, todavía se queda atrás en los compromisos que se hicieron previamente. Hacemos hincapié en la prioridad fundamental de la comunidad internacional de apoyar los esfuerzos sostenibles de desarrollo de África. En este sentido, nuevamente a cumplir plenamente los compromisos acordados a nivel internacional relacionados con las necesidades de desarrollo de África, particularmente las contenidas en la Declaración del Milenio, la Declaración sobre la Nueva Alianza para el Desarrollo de África, el Consenso de Monterrey de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo , el Plan de Aplicación de Johannesburgo y la Cumbre Mundial de 2005, así como la Declaración de 2008 sobre las necesidades de política de desarrollo de África.
36. Somos conscientes de las graves limitaciones para lograr el desarrollo sostenible en todas sus tres dimensiones en los países en desarrollo sin litoral. En este sentido, reafirmamos nuestro compromiso de atender las necesidades especiales de desarrollo y los desafíos que enfrentan los países en desarrollo sin litoral a través de la aplicación plena, eficaz y oportuna del Programa de Acción de Almaty, que figura en la Declaración sobre la revisión a medio plazo.
37. Reconocemos los avances logrados por los países de ingresos en la mejora del bienestar de sus pueblos, así como el desarrollo específico de los desafíos que enfrentan en sus esfuerzos por erradicar la pobreza, reducir las desigualdades y lograr sus objetivos de desarrollo, incluidos los ODM, y para lograr el desarrollo sostenible de una manera global que integre las dimensiones económica, social y ambiental. Reiteramos que estos esfuerzos deben ser debidamente apoyados por la comunidad internacional, a través de diversas formas, teniendo en cuenta las necesidades y la capacidad de movilizar los recursos internos de estos países.
38. Reconocemos la necesidad de medidas más amplias de progreso para complementar el PIB con el fin de informar mejor a las decisiones de política, y en este sentido, pedimos a la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas en consulta con las entidades pertinentes del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones pertinentes para poner en marcha un programa de trabajo en este área de construcción en las iniciativas existentes.
39. Somos conscientes de que el planeta Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar y que la Madre Tierra es una expresión común en varios países y regiones, y tomamos nota de que algunos países reconocen los derechos de la naturaleza en el contexto de la promoción del desarrollo sostenible. Estamos convencidos de que a fin de lograr un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y medio ambiente de las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la armonía con la naturaleza.
40. Hacemos un llamado a un enfoque holístico e integrado del desarrollo sostenible, que guiará a la humanidad a vivir en armonía con la naturaleza y llevar a los esfuerzos para restaurar la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra.
41. Reconocemos la diversidad natural y cultural del mundo y reconocer que todas las culturas y civilizaciones pueden contribuir al desarrollo sostenible.
C. La participación de los grupos principales y otros interesados
42. Reafirmamos el papel esencial de todos los niveles de gobierno y los órganos legislativos en la promoción del desarrollo sostenible. Reconocemos asimismo los esfuerzos y los progresos realizados a nivel local y subnacional, y reconocer el papel importante que dichas autoridades y las comunidades pueden desempeñar en la aplicación del desarrollo sostenible, incluso mediante la participación de los ciudadanos y las partes interesadas, y proporcionarles la información pertinente, según proceda, en las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Reconocemos asimismo la importancia de la participación de todos los tomadores de decisiones relevantes en la planificación e implementación de políticas de desarrollo sostenible.
43. Subrayamos que la amplia participación pública y acceso a los procedimientos de información y judiciales y administrativos son esenciales para la promoción del desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible requiere la participación significativa y la participación activa de los parlamentos regionales, nacionales y subnacionales y judiciales, y todos los grupos principales: mujeres, niños y jóvenes, pueblos indígenas, organizaciones no gubernamentales, autoridades locales, trabajadores y sindicatos, el comercio y la la industria, la comunidad científica y tecnológica, y los agricultores, así como otras partes interesadas, incluidas las comunidades locales, grupos de voluntarios y las fundaciones, los migrantes, sus familias, así como las personas mayores y personas con discapacidad. En este sentido, nos comprometemos a colaborar más estrechamente con los Grupos Principales y otras partes interesadas y fomentar su participación activa, en su caso, en los procesos que contribuyen a la toma de decisiones, planificación y ejecución de políticas y programas para el desarrollo sostenible en todos los niveles.
44. Reconocemos el papel de la sociedad civil y la importancia de que todos los miembros de la sociedad civil para participar activamente en el desarrollo sostenible. Somos conscientes de que una mayor participación de la sociedad civil depende, entre otras cosas, fortalecer el acceso a la información, la construcción de capacidad de la sociedad civil, así como un entorno propicio. Reconocemos que la tecnología de la información y la comunicación (TIC) para facilitar el flujo de información entre los gobiernos y el público. En este sentido, es esencial para trabajar hacia la mejora del acceso a las TIC, especialmente de banda ancha de redes y servicios, y reducir la brecha digital, el reconocimiento de la contribución de la cooperación internacional en este sentido.
45. Subrayamos que las mujeres tienen un papel vital que desempeñar en el logro del desarrollo sostenible. Reconocemos el papel de liderazgo de las mujeres y estamos decididos a promover la igualdad de género y empoderamiento de la mujer y asegurar su participación plena y efectiva en las políticas de desarrollo sostenible, los programas y toma de decisiones en todos los niveles.
46. Reconocemos que la implementación del desarrollo sostenible dependerá de la participación activa de los sectores público y privado. Reconocemos que la participación activa del sector privado puede contribuir al logro del desarrollo sostenible, incluso mediante la herramienta importante de asociaciones público-privadas. Apoyamos a los marcos regulatorios nacionales y las políticas que permiten a los negocios y la industria para promover iniciativas de desarrollo sostenible, teniendo en cuenta la importancia de la responsabilidad social corporativa. Hacemos un llamado al sector privado a participar en las prácticas empresariales responsables, como las que promueve el Pacto Mundial de Naciones Unidas.
47. Reconocemos la importancia de los informes de sostenibilidad empresarial y animar a las empresas, en su caso, sobre todo que cotizan en bolsa y las grandes empresas, para considerar la integración de la información de sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes. Alentamos a la industria, los gobiernos interesados, así como los interesados directos pertinentes, con el apoyo del sistema de las Naciones Unidas, según proceda, para desarrollar modelos de mejores prácticas y facilitar la acción para la integración de los informes de sostenibilidad, teniendo en cuenta las experiencias de los marcos ya existentes, y el pago de especial atención a las necesidades de los países en desarrollo, incluyendo la creación de capacidad.
48. Reconocemos la importante contribución de la comunidad científica y tecnológica para el desarrollo sostenible. Estamos comprometidos a trabajar con y fomentar la colaboración entre la comunidad académica, científica y tecnológica, en particular en los países en desarrollo, para cerrar la brecha tecnológica entre países desarrollados y en desarrollo, fortalecer la interfaz ciencia-política, así como para fomentar la colaboración internacional de investigación sobre el desarrollo sostenible desarrollo.
49. Hacemos hincapié en la importancia de la participación de los pueblos indígenas en el logro del desarrollo sostenible. También reconocemos la importancia de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en el contexto de aplicación a nivel mundial, regional, nacional y subnacional de las estrategias de desarrollo sostenible.
50. Hacemos hincapié en la importancia de la participación activa de los jóvenes en la toma de decisiones en los temas que se abordan tienen un profundo impacto en las generaciones presentes y futuras, y como la contribución de los niños y jóvenes es vital para el logro del desarrollo sostenible. Reconocemos también la necesidad de promover el diálogo intergeneracional y la solidaridad mediante el reconocimiento de sus puntos de vista.
51. Hacemos hincapié en la importancia de la participación de los trabajadores y los sindicatos para la promoción del desarrollo sostenible. Como los representantes de los trabajadores, los sindicatos son socios importantes para facilitar el logro del desarrollo sostenible, en particular, la dimensión social. Información, educación y formación sobre la sostenibilidad en todos los niveles, incluso en el lugar de trabajo, son la clave para el fortalecimiento de los trabajadores y de capacidad de los sindicatos para apoyar el desarrollo sostenible.
52. Somos conscientes de que los agricultores, incluyendo a los pequeños agricultores y pescadores, pastores y silvicultores, puede hacer importantes contribuciones al desarrollo sostenible a través de las actividades de producción que sean ambientalmente sanos, mejorar la seguridad alimentaria y el sustento de los pobres, y fortalecer la producción y el crecimiento económico sostenido.
53. Tomamos nota de las valiosas contribuciones que las organizaciones no gubernamentales podrían hacer y hacen en la promoción del desarrollo sostenible a través de su experiencia bien establecida y diversa, experiencia y capacidad, especialmente en el área de análisis, el intercambio de información y el conocimiento, la promoción del diálogo y el apoyo de implementación del desarrollo sostenible.
54. Reconocemos el papel central de las Naciones Unidas en la promoción de la agenda del desarrollo sostenible. Reconocemos también, en este sentido, las contribuciones de otras organizaciones internacionales pertinentes, incluidas las instituciones financieras internacionales (IFI) y los bancos multilaterales de desarrollo y destacan la importancia de la cooperación entre ellos y con las Naciones Unidas, dentro de sus respectivos mandatos, reconociendo su papel en la movilización de recursos para el desarrollo sostenible.
55. Nos comprometemos a la revitalización de la alianza mundial para el desarrollo sostenible que puso en marcha en Río de Janeiro en 1992. Reconocemos la necesidad de dar un nuevo impulso a nuestra búsqueda de cooperación de desarrollo sostenible, y se comprometen a trabajar conjuntamente con los Grupos Principales y otras partes interesadas en el tratamiento de deficiencias en la aplicación.
III. La economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza
56. Afirmamos que existen diferentes enfoques, visiones, modelos y herramientas disponibles para cada país, de acuerdo con sus circunstancias y prioridades nacionales, para lograr el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones, que es nuestro principal objetivo. En este sentido, consideramos que la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza como una de las herramientas más importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible y que podría proporcionar opciones para la formulación de políticas, pero no debe ser un conjunto rígido de reglas. Hacemos hincapié en que debe contribuir a la erradicación de la pobreza, así como un crecimiento económico sostenido, la mejora de la inclusión social, mejorar el bienestar humano y la creación de oportunidades de empleo y trabajo decente para todos, manteniendo al mismo tiempo el buen funcionamiento de los ecosistemas de la Tierra.
57. Afirmamos que las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza debe estar guiada por y de acuerdo con todos los principios de Río, la Agenda 21 y el Plan de Aplicación de Johannesburgo y de contribuir al logro de importantes objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los ODM.
58. Afirmamos que las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza debe:
(A) estar en consonancia con el derecho internacional;
(B) respetar la soberanía nacional de cada país sobre sus recursos naturales, teniendo en cuenta sus circunstancias nacionales, objetivos, responsabilidades, prioridades y el espacio político con respecto a las tres dimensiones del desarrollo sostenible;
(C) con el apoyo de un entorno propicio y las instituciones que funcionen bien en todos los niveles con un papel de liderazgo para los gobiernos y con la participación de todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil;
(D) promover un crecimiento económico sostenido e inclusivo, fomentar la innovación y ofrecer oportunidades, beneficios y el empoderamiento de todos y el respeto de los derechos humanos;
(E) tener en cuenta las necesidades de los países en desarrollo, en particular aquellos en situaciones especiales;
(F) fortalecer la cooperación internacional, incluida la provisión de recursos financieros, creación de capacidades y transferencia de tecnología a los países en desarrollo;
(G) es eficaz de evitar imponer condiciones injustificadas a la AOD y la financiación;
(H) no constituye un medio de discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción encubierta al comercio internacional, evitar acciones unilaterales para hacer frente a los problemas ambientales fuera de la jurisdicción del país importador, y asegurar que las medidas ambientales que abordan transfronteriza o de los problemas ambientales globales, la medida de lo posible, se basan en un consenso internacional;
(I) contribuir a cerrar las brechas tecnológicas entre países desarrollados y en desarrollo y reducir la dependencia tecnológica de los países en desarrollo que utilizan todas las medidas apropiadas;
(J) promover el bienestar de los pueblos indígenas y sus comunidades, como otras comunidades locales y tradicionales, y las minorías étnicas, el reconocimiento y el apoyo a su identidad, cultura e intereses y no poner en peligro su patrimonio cultural, las prácticas y los conocimientos tradicionales, la preservación y el respeto no de mercado enfoques que contribuyan a la erradicación de la pobreza;
(K) promover el bienestar de las mujeres, niños, jóvenes, personas con discapacidad, los pequeños agricultores y agricultores de subsistencia, los pescadores y los que trabajan en pequeñas y medianas empresas, y mejorar las condiciones de vida y el empoderamiento de los grupos pobres y vulnerables, en particular en los países en desarrollo;
(L) movilizar todo el potencial y asegurar la contribución equitativa de mujeres y hombres;
(M) fomentar las actividades productivas en los países en desarrollo que contribuyen a la erradicación de la pobreza;
(N) frente a la preocupación por las desigualdades y promover la inclusión social, incluidos los pisos de protección social;
(O) promover el consumo y producción sostenibles, y
(P) continuar los esfuerzos para luchar por una inclusiva, el desarrollo equitativo se acerca a la superación de la pobreza y la desigualdad.
59. Consideramos que la implementación de políticas de economía verde en los países que tratan de aplicarlos para la transición hacia el desarrollo sostenible como una empresa común, y reconocer que cada país puede elegir un enfoque adecuado de conformidad con los planes nacionales de desarrollo sostenible, las estrategias y prioridades.
60. Reconocemos que la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza mejorará nuestra capacidad para gestionar los recursos naturales de manera sostenible y con menores impactos ambientales negativos, aumentar la eficiencia de los recursos y reducir los residuos.
61. Somos conscientes de que una acción urgente de las modalidades insostenibles de producción y consumo donde se producen sigue siendo fundamental en la sostenibilidad ambiental, y promover la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y los ecosistemas, la regeneración de los recursos naturales, y la promoción de un crecimiento mundial sostenido, inclusivo y equitativo.
62. Animamos a cada país para examinar la aplicación de las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, de manera que se esfuerza por impulsar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, y la creación de empleo, especialmente para las mujeres, los jóvenes y los pobres. A este respecto, tomamos nota de la importancia de garantizar que los trabajadores están equipados con las habilidades necesarias, incluso mediante la educación y la creación de capacidad, y cuentan con las protecciones necesarias sociales y de salud. En este sentido, animamos a todas las partes interesadas, incluyendo los negocios y la industria para contribuir, según proceda. Invitamos a los gobiernos para mejorar el conocimiento y la capacidad estadística sobre las tendencias de empleo, los avances y las limitaciones e integrar los datos relevantes en las estadísticas nacionales, con el apoyo de las agencias de la ONU dentro de sus mandatos.
63. Reconocemos la importancia de la evaluación de la gama de factores sociales, ambientales y económicos y promover, cuando las circunstancias nacionales y las condiciones lo permiten, su integración en la toma de decisiones. Reconocemos que es importante tener en cuenta las oportunidades y desafíos, así como los costos y beneficios de las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, usando los mejores datos científicos disponibles y el análisis. Somos conscientes de que una combinación de medidas, incluyendo reguladores, voluntarios y otros aplicados a nivel nacional y de conformidad con las obligaciones bajo los acuerdos internacionales, podría promover la economía ecológica en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Reafirmamos que las políticas sociales son vitales para la promoción del desarrollo sostenible.
64. Reconocemos que la participación de todos los interesados y sus asociaciones, redes y el intercambio de experiencias en todos los niveles puede ayudar a los países a aprender uno del otro en la identificación de adecuadas políticas de desarrollo sostenible, incluidas las políticas de economía verde. Tomamos nota de las experiencias positivas de algunos países, incluso en los países en desarrollo, en la adopción de políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza a través de un enfoque inclusivo y bienvenido el intercambio voluntario de experiencias, así como la creación de capacidades en las diferentes áreas del desarrollo sostenible desarrollo.
65. Reconocemos el poder de las tecnologías de las comunicaciones, incluidas las tecnologías de conexión y aplicaciones innovadoras para promover el intercambio de conocimientos, la cooperación técnica y creación de capacidad para el desarrollo sostenible. Estas tecnologías y las aplicaciones pueden crear capacidad y permitir el intercambio de experiencias y conocimientos en las diferentes áreas del desarrollo sostenible de una manera abierta y transparente.
66. Reconociendo la importancia de vincular la financiación, la tecnología, la capacitación y las necesidades nacionales de políticas de desarrollo sostenible, incluida la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, invitamos a la del sistema de las Naciones Unidas, en cooperación con los donantes y las organizaciones internacionales para coordinar y proporcionar información previa petición, en:
(A) correspondiente a los países interesados con los socios más adecuados para proporcionar el apoyo solicitado;
(B) cajas de herramientas y / o mejores prácticas en la aplicación de políticas en materia de economía ecológica en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza en todos los niveles;
(C) los modelos o buenos ejemplos de políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza;
(D) metodologías para la evaluación de las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza;
(E) existentes y plataformas emergentes que contribuyen a este respecto.
67. Subrayamos la importancia de que los gobiernos asuman un papel de liderazgo en el desarrollo de políticas y estrategias a través de un proceso inclusivo y transparente. También tomamos nota de los esfuerzos de esos países, incluidos los países en desarrollo, que ya han iniciado procesos para preparar las estrategias nacionales de economía verde y las políticas en apoyo del desarrollo sostenible.
68. Invitamos a las partes interesadas pertinentes, incluidas las Comisiones Regionales de la ONU, las organizaciones de las Naciones Unidas y los organismos, otras organizaciones intergubernamentales y regionales, instituciones financieras internacionales y los principales grupos involucrados en el desarrollo sostenible, de acuerdo con sus respectivos mandatos, para apoyar a los países en desarrollo que lo soliciten para lograr el desarrollo sostenible , incluso a través de, entre otras cosas, las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, en particular los países menos adelantados.
69. También invitamos a los negocios y la industria, según proceda y de conformidad con la legislación nacional para contribuir al desarrollo sostenible y el desarrollo de estrategias de sostenibilidad que se integran, entre otras cosas, las políticas de economía verde.
70. Reconocemos el papel de las cooperativas y las microempresas para contribuir a la inclusión social y reducción de la pobreza, en particular en los países en desarrollo.
71. Alentamos a las asociaciones existentes y nuevos, incluyendo asociaciones público-privadas, para movilizar la financiación pública complementa con el sector privado, teniendo en cuenta los intereses de las comunidades locales e indígenas en su caso. En este sentido, los gobiernos deberían apoyar las iniciativas para el desarrollo sostenible, incluyendo la promoción de la contribución del sector privado para apoyar las políticas de economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
72. Reconocemos el papel crítico de la tecnología, así como la importancia de promover la innovación, en particular en los países en desarrollo. Invitamos a los gobiernos, según proceda, para crear marcos que permitan que promueven tecnologías ecológicamente racionales, la investigación y el desarrollo y la innovación, en particular en apoyo de la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
73. Hacemos hincapié en la importancia de la transferencia de tecnología a los países en desarrollo y recuperación de las disposiciones relativas a la transferencia de tecnología, las finanzas, el acceso a la información, y los derechos de propiedad intelectual tal como se acordó en el Plan de Aplicación de Johannesburgo, en particular su llamamiento para promover, facilitar y financiar, según proceda , el acceso y el desarrollo, transferencia y difusión de tecnologías ecológicamente racionales y los conocimientos especializados correspondientes, en particular a los países en desarrollo, en condiciones favorables, incluso en condiciones concesionales y preferenciales, según lo acordado mutuamente. Asimismo, tomamos nota de la evolución de los debates y acuerdos sobre estos temas desde el PIJ.
74. Reconocemos que los esfuerzos de los países en desarrollo que opten por aplicar las políticas de economía verde en el contexto de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible debe ser apoyada a través de asistencia técnica y tecnológica.
IV. Marco institucional para el desarrollo sostenible
A. Fortalecimiento de las tres dimensiones del desarrollo sostenible
75. Subrayamos la importancia de un marco institucional fortalecida para el desarrollo sostenible, que responde de manera coherente y eficaz a los desafíos actuales y futuros y de manera eficiente las deficiencias puentes en la aplicación de la agenda del desarrollo sostenible. El marco institucional para el desarrollo sostenible debe integrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible de una manera equilibrada y mejorar la aplicación, entre otras cosas, el fortalecimiento de la coherencia, la coordinación, evitar la duplicación de esfuerzos y la revisión de los avances en la implementación del desarrollo sostenible. Reafirmamos también que el marco debe ser incluyente, transparente y eficaz y que debe encontrar soluciones comunes a los desafíos globales relacionados con el desarrollo sostenible.
76. Reconocemos que la gobernanza efectiva a nivel local, subnacional, nacional, regional y global que representan las voces e intereses de todos es esencial para promover el desarrollo sostenible. El fortalecimiento y la reforma del marco institucional no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio para lograr el desarrollo sostenible. Somos conscientes de que un marco institucional mejor y más eficaz para el desarrollo sostenible en el plano internacional deben ser coherentes con los Principios de Río, se basan en la Agenda 21, y el Plan de Aplicación de Johannesburgo y sus objetivos en el marco institucional para el desarrollo sostenible, y contribuir a la aplicación de nuestros compromisos en resultados de las conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica, social, ambiental y afines, y tener en cuenta las prioridades nacionales y las estrategias y prioridades de desarrollo de los países en desarrollo. Por lo tanto, nuestra decisión de fortalecer el marco institucional para el desarrollo sostenible, que, entre otras cosas:
(A) promover la integración equilibrada de las tres dimensiones del desarrollo sostenible;
(B) basarse en un enfoque de acción y orientada a resultados prestando la debida atención a todos los relevantes temas transversales con el objetivo de contribuir a la aplicación del desarrollo sostenible;
(C) Destacar la importancia de los vínculos entre los principales problemas y desafíos y la necesidad de un enfoque sistemático para ellos en todos los niveles pertinentes;
(D) mejorar la coherencia, reducir la fragmentación y la superposición y aumentar la eficacia, la eficiencia y la transparencia, reforzar la coordinación y la cooperación;
(E) promover la participación plena y efectiva de todos los países en los procesos de toma de decisiones;
(F) involucrar a los líderes políticos de alto nivel, proporcionar asesoramiento sobre políticas, así como identificar las acciones específicas para promover la aplicación efectiva del desarrollo sostenible, incluso mediante el intercambio voluntario de experiencias y lecciones aprendidas;
(G) promover la interfase ciencia-política a través inclusiva, basada en la evidencia y transparentes evaluaciones científicas, así como el acceso a datos confiables, pertinentes y oportunas en las áreas relacionadas con las tres dimensiones del desarrollo sostenible, aprovechando los mecanismos existentes, según corresponda; En este sentido, fortalecer la participación de todos los países en los procesos internacionales de desarrollo sostenible y creación de capacidad, especialmente para los países en desarrollo, incluidos en la realización de su propio monitoreo y las evaluaciones;
(H) impulsar la participación y el compromiso efectivo de la sociedad civil y otros interesados pertinentes en los foros internacionales pertinentes y en este sentido promover la transparencia y amplia participación pública y las asociaciones para poner en práctica el desarrollo sostenible;
(I) promover la revisión e inventario de los progresos en la aplicación de todos los compromisos de desarrollo sostenible, incluidos los compromisos relativos a los medios de ejecución.
B. Fortalecimiento de los acuerdos intergubernamentales para el desarrollo sostenible
77. Reconocemos la importancia vital de una sociedad inclusiva, transparente, multilateral reformado y fortalecido, y eficaz con el fin de afrontar mejor los desafíos globales urgentes de desarrollo sostenible hoy en día, el reconocimiento de la universalidad y el papel central de las Naciones Unidas, y reafirmando nuestro compromiso de promover y fortalecer la eficacia y la eficiencia del sistema de las Naciones Unidas.
78. Subrayamos la necesidad de fortalecer todo el sistema de la coherencia y la coordinación, al tiempo que garantiza la rendición de cuentas adecuada a los Estados miembros, mediante, entre otras cosas, aumentar la coherencia en la información y reforzar los esfuerzos de cooperación existentes en los mecanismos interinstitucionales y las estrategias para avanzar en la integración de los tres dimensiones del desarrollo sostenible dentro del sistema de las Naciones Unidas, en particular mediante el intercambio de información entre sus agencias, fondos y programas, así como con las instituciones financieras internacionales y otras organizaciones pertinentes, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), dentro de sus respectivos mandatos.
79. Hacemos hincapié en la necesidad de un marco institucional mejor y más eficaz para el desarrollo sostenible que debe: ser guiado por las funciones específicas que se requieren y participar mandatos, abordar las deficiencias del sistema actual, tener en cuenta todas las consecuencias pertinentes, promover las sinergias y la coherencia; buscan para evitar la duplicación y eliminar duplicaciones innecesarias en el sistema de las Naciones Unidas, y, reducir las cargas administrativas, y se basan en los acuerdos existentes.
Asamblea General
80. Reafirmamos el papel y la autoridad de la Asamblea General sobre los asuntos globales de interés para la comunidad internacional, tal como se establece en la Carta.
81. Reafirmamos la posición central de la Asamblea General como principal órgano deliberante, normativo y representativo de las Naciones Unidas. En este sentido, hacemos un llamado a la Asamblea General para integrar aún más el desarrollo sostenible como un elemento clave del marco general de las actividades de las Naciones Unidas y abordar adecuadamente el desarrollo sostenible en su establecimiento de la agenda, incluso a través de periódicos de diálogos de alto nivel.
Consejo Económico y Social
82. Reafirmamos que el Consejo Económico y Social es un órgano principal de la revisión de la política, el diálogo de políticas y recomendaciones sobre cuestiones de desarrollo económico y social y para el seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y un mecanismo central para la coordinación del sistema de las Naciones Unidas y supervisión de los órganos subsidiarios del Consejo, en particular de sus comisiones funcionales, y para promover la aplicación del Programa 21 mediante el fortalecimiento de la coherencia del sistema y la coordinación. Reafirmamos, asimismo, el importante papel que desempeña el Consejo en la coordinación global de los fondos, programas y organismos especializados, asegurando la coherencia entre ellos y evitando la duplicación de mandatos y actividades.
83. Nos comprometemos a fortalecer el ECOSOC en su mandato de la Carta, como órgano principal en la aplicación y el seguimiento coordinado de los resultados de todas las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica, social, ambiental y afines, y reconocer su papel clave en la consecución de una integración equilibrada de las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Esperamos con interés a la Revisión de la Implementación de la Asamblea General 61/16 sobre el fortalecimiento del ECOSOC.
Foro de alto nivel político
84. Estamos decididos a establecer un foro universal intergubernamental de alto nivel político, sobre la base de las fortalezas, experiencias, recursos y modalidades de inclusión de participación de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, y, posteriormente, sustituye a la Comisión. El foro político de alto nivel estará encargado del seguimiento de la implementación del desarrollo sostenible y debe evitar la superposición con las estructuras existentes, los órganos y entidades que de una manera costo-efectiva.
85. El foro de alto nivel podría:
(A) proporcionar un liderazgo político, la orientación y recomendaciones para el desarrollo sostenible;
(B) mejorar la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible en una manera holística e intersectorial en todos los niveles;
(C) proporcionar una plataforma dinámica para un diálogo regular, y el inventario y el establecimiento de la agenda para promover el desarrollo sostenible;
(D) tiene un programa específico, dinámico y orientado a la acción, lo que garantiza la adecuada consideración de los desafíos nuevos y emergentes de desarrollo sostenible;
(E) el seguimiento y revisar los avances en el cumplimiento de los compromisos de desarrollo sostenible que figuran en la Agenda 21, Plan de Aplicación de Johannesburgo, el Programa de Acción de Barbados, la Estrategia de Mauricio para la ejecución y los resultados de esta Conferencia y, en su caso, los resultados pertinentes de otros organismos cumbres y conferencias, incluyendo los resultados de la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados, así como sus respectivos medios de ejecución;
(F) promover el alto nivel de todo el sistema de participación de las agencias de la ONU, fondos y programas e invitar a participar, según proceda, otros organismos multilaterales de instituciones financieras y comerciales, los órganos de tratados, dentro de sus respectivos mandatos y de conformidad con las normas de las Naciones Unidas y las disposiciones;
(G) mejorar la cooperación y la coordinación dentro del sistema de las Naciones Unidas sobre los programas de desarrollo sostenible y las políticas;
(H) promover la transparencia y la aplicación a través de seguir mejorando la función de consulta y participación de los Grupos Principales y otras partes interesadas a nivel internacional con el fin de hacer un mejor uso de sus conocimientos, mientras que conserva el carácter intergubernamental de las discusiones;
(I) promover el intercambio de mejores prácticas y experiencias relacionadas con la aplicación del desarrollo sostenible, y sobre una base voluntaria, facilitar el intercambio de experiencias, éxitos, retos y lecciones aprendidas;
(J) promover la coherencia del sistema y la coordinación de las políticas de desarrollo sostenible;
(K) fortalecer la interfaz ciencia-política a través de revisión de la documentación que reúne la información dispersa y las evaluaciones, incluso en la forma de un informe mundial de desarrollo sostenible, basándose en las evaluaciones existentes;
(L) mejorar la basada en la evidencia de toma de decisiones en todos los niveles y contribuir a fortalecer los esfuerzos en curso de creación de capacidad para la recolección y análisis de datos en los países en desarrollo.
86. Decidimos poner en marcha una organización intergubernamental y abierto, proceso de negociación transparente e incluyente en la Asamblea General para definir el formato del foro de alto nivel y los aspectos organizativos con el objetivo de la convocatoria del primer foro de alto nivel en el comienzo de la 68 ª Sesión de la Asamblea General. También tendremos en cuenta la necesidad de promover la solidaridad intergeneracional para el logro del desarrollo sostenible, teniendo en cuenta las necesidades de las generaciones futuras, incluso invitando al Secretario General que presente un informe sobre esta cuestión.
C. del Medio Ambiente pilar en el contexto del desarrollo sostenible
87. Reafirmamos la necesidad de fortalecer la gobernanza ambiental a nivel internacional en el contexto del marco institucional para el desarrollo sostenible, con el fin de promover una integración equilibrada de las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible así como la coordinación dentro del sistema de la ONU.
88. Estamos comprometidos con el fortalecimiento del papel del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como principal autoridad ambiental mundial que establezca la agenda ambiental global, que promueve la aplicación coherente de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible dentro del sistema de las Naciones Unidas y que sirve como defensor autorizado para el medio ambiente mundial. Reafirmamos la resolución 2997 (XXVII) de 15 de diciembre de 1972, que estableció el PNUMA y otras resoluciones pertinentes que refuercen su mandato, así como la de Nairobi de 1997 y 2000 Malmö Declaraciones Ministeriales. En este sentido, invitamos a la Asamblea General de Naciones Unidas, en su 67.a reunión, a adoptar una resolución de fortalecer y aumentar el PNUMA en la forma siguiente:
(A) Establecer la composición universal del Consejo de Administración del PNUMA, así como otras medidas para fortalecer su gestión, así como su capacidad de respuesta y la rendición de cuentas a los Estados miembros;
(B) Contar con seguro, estable, suficiente y aumentar los recursos financieros del presupuesto ordinario de las contribuciones de las Naciones Unidas y voluntaria para cumplir su mandato;
(C) Potenciar la voz del PNUMA y la capacidad para cumplir su mandato de coordinación dentro del sistema de las Naciones Unidas mediante el fortalecimiento de la participación del PNUMA en los principales órganos de coordinación de las Naciones Unidas y el empoderamiento de PNUMA para dirigir los esfuerzos de las Naciones Unidas para formular estrategias de todo el sistema sobre el medio ambiente;
(D) Promover una sólida interfaz ciencia-política, sobre la base de los instrumentos internacionales existentes, las evaluaciones, los paneles y las redes de información, incluyendo la Global Environmental Outlook, como uno de los procesos destinados a reunir información y evaluación para apoyar la toma de decisiones informadas;
(E) Difundir y compartir información basada en pruebas del medio ambiente y aumentar la conciencia pública sobre la crítica, así como los nuevos problemas ambientales;
(F) Facilitar la creación de capacidad a los países, así como apoyo y facilitar el acceso a la tecnología;
(G) progresivamente consolidar las funciones de la sede en Nairobi, así como fortalecer su presencia regional, con el fin de ayudar a los países que lo soliciten en la aplicación de sus políticas nacionales de medio ambiente, colaborando estrechamente con otras entidades pertinentes del sistema de las Naciones Unidas;
(H) Velar por la participación activa de todas las partes interesadas basada en las mejores prácticas y modelos de las instituciones multilaterales y la exploración de nuevos mecanismos para promover la transparencia y la participación efectiva de la sociedad civil.
89. Reconocemos las contribuciones importantes al desarrollo sostenible realizados por los acuerdos ambientales multilaterales (AAM). Reconocemos la labor ya realizada para mejorar las sinergias entre los tres convenios en los productos químicos y desechos (los Convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo). Alentamos a las partes en los acuerdos ambientales multilaterales a considerar nuevas medidas, en estos y otros grupos, según proceda, para promover la coherencia de las políticas en todos los niveles pertinentes, mejorar la eficiencia, reducir la superposición o duplicación innecesaria, y mejorar la coordinación y la cooperación entre los acuerdos ambientales multilaterales, incluidas las tres Convenciones de Río así como con el sistema de las Naciones Unidas en el campo.
90. Hacemos hincapié en la necesidad de la continuación de una revisión periódica de la situación del medio ambiente cambiante de la Tierra y su impacto en el bienestar humano y en este sentido, damos la bienvenida a iniciativas como el proceso de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial destinado a reunir a la información ambiental y las evaluaciones y la creación de capacidad nacional y regional para apoyar la toma de decisiones informada.
D. instituciones financieras internacionales y las actividades operacionales de las Naciones Unidas
91. Reconocemos que el desarrollo sostenible debe ser tenido en cuenta por los programas, fondos y organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas y otras entidades pertinentes, tales como instituciones financieras internacionales, y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en conformidad con sus respectivos los mandatos existentes. En este sentido, los invitamos a mejorar aún más la integración del desarrollo sostenible en sus respectivos mandatos, programas, estrategias y procesos de toma de decisiones, en apoyo de todos los países en los esfuerzos particulares de los países en desarrollo en el logro del desarrollo sostenible.
92. Reafirmamos la importancia de ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en la vida económica internacional, la toma de decisiones y establecimiento de normas, y en este sentido, tomar nota de las recientes decisiones importantes sobre la reforma de las estructuras de gobierno, las cuotas y derechos de voto de las instituciones de Bretton instituciones, para reflejar mejor las realidades actuales y mejorar la voz y la participación de los países en desarrollo, y reitera la importancia de la reforma de la gobernanza de esas instituciones a fin de entregar las instituciones más eficaces, creíble, responsable y legítima.
93. Hacemos un llamamiento para una mayor incorporación de las tres dimensiones del desarrollo sostenible en todo el Sistema de Naciones Unidas, y pedimos al Secretario General que informe a la Asamblea General a través del ECOSOC sobre los progresos realizados en este sentido. También hacemos un llamado y reconocer la importancia del fortalecimiento de la coordinación de políticas en los principales estructuras de la Secretaría de las Naciones Unidas a fin de garantizar la coherencia del sistema en apoyo del desarrollo sostenible, garantizando al mismo tiempo la rendición de cuentas a los Estados miembros.
94. Invitamos a los órganos rectores de los fondos, programas y organismos especializados del sistema de desarrollo de la ONU a considerar medidas apropiadas para la integración de las dimensiones social, económica y ambiental a través de las actividades operacionales del sistema de las Naciones Unidas. También hacemos hincapié en que el aumento de las contribuciones financieras al sistema de desarrollo de las Naciones Unidas es fundamental para lograr los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y en este sentido, reconocemos los vínculos que se refuerzan mutuamente, entre una mayor eficacia, eficiencia y coherencia de las Naciones Unidas sistema de las Naciones desarrollo, la consecución de resultados concretos en la asistencia a los países en desarrollo en la erradicación de la pobreza y lograr un crecimiento económico sostenido y el desarrollo sostenible.
95. Hacemos hincapié en la necesidad de fortalecer las actividades operacionales para el desarrollo del sistema de las Naciones Unidas en el campo que están bien alineados con las prioridades nacionales de desarrollo sostenible de los países en desarrollo. En este sentido, hacemos hincapié en que las características fundamentales y los principios de las Naciones Unidas las actividades de operación establecidos en las resoluciones de la Asamblea General en la materia establecen el marco general para todas las cuestiones relativas a las operaciones de asistencia de las Naciones Unidas de desarrollo en el campo. Reconocemos la importancia de fortalecer la coordinación del sistema de las Naciones Unidas. Esperamos con interés recibir los resultados de la evaluación independiente de la iniciativa "Unidos en la acción".
96. Hacemos un llamado al sistema de la ONU para mejorar la gestión de las instalaciones y operaciones, teniendo en cuenta las prácticas de desarrollo sostenible, basándose en los esfuerzos existentes y promover la eficacia de costos, y de conformidad con los marcos legislativos, incluidas las normas y reglamentos financieros, manteniendo al mismo tiempo la rendición de cuentas a los Estados Miembros los Estados.
E. regional, nacional, subnacional, local
97. Reconocemos la importancia de la dimensión regional del desarrollo sostenible. Los marcos regionales pueden complementar y facilitar la traducción efectiva de las políticas de desarrollo sostenible en acciones concretas a nivel nacional.
98. Alentamos a las autoridades regionales, nacionales, subnacionales y locales, según corresponda, para desarrollar y utilizar estrategias de desarrollo sostenible como instrumentos clave para guiar la toma de decisiones y la implementación del desarrollo sostenible en todos los niveles, y en este sentido, reconocemos que la integrada social, económica, y los datos e información ambiental, así como el análisis y evaluación efectivas de la aplicación, es importante para los procesos de toma de decisiones.
99. Animamos a la acción a nivel regional, nacional, subnacional y local para promover el acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia en materia ambiental, según corresponda.
100. Hacemos hincapié en que las organizaciones regionales y subregionales, incluidas las comisiones regionales de la ONU y sus oficinas sub-regionales, tienen un papel importante que desempeñar en la promoción de una integración equilibrada de las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible en sus respectivas regiones. Subrayamos la necesidad de apoyar a estas instituciones, incluyendo a través del sistema de las Naciones Unidas, en la puesta en funcionamiento y aplicación eficaces de desarrollo sostenible, y para facilitar la coherencia institucional y armonización de las políticas de desarrollo, planes y programas. En este sentido, instamos a estas instituciones para priorizar el desarrollo sostenible a través de, entre otras cosas, la construcción más eficiente y eficaz de la capacidad, el desarrollo y la aplicación de los acuerdos y los acuerdos regionales, según corresponda, y el intercambio de información, mejores prácticas y lecciones aprendidas. También acogemos con beneplácito las iniciativas regionales e interregionales para el desarrollo sostenible. Nosotros, además, reconocen la necesidad de garantizar la vinculación efectiva entre los procesos globales, regionales, subregionales y nacionales para promover el desarrollo sostenible. Animamos a la mejora de las comisiones regionales de la ONU y sus oficinas subregionales en sus respectivas capacidades para ayudar a los Estados miembros en la implementación del desarrollo sostenible.
101. Subrayamos la necesidad de una planificación más coherente e integrado y la toma de decisiones en los planos nacional, subnacional y local, según corresponda, y, para ello, hacemos un llamamiento a los países para fortalecer las instituciones nacionales, subregionales, nacionales y / o locales o de sus múltiples interesados órganos y procesos, en su caso, abordar el desarrollo sostenible, incluyendo la coordinación en materia de desarrollo sostenible y para permitir la integración efectiva de las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
102. Damos la bienvenida a las iniciativas regionales e interregionales para el desarrollo sostenible, tales como la Asociación Puente Verde, que es voluntario y abierto a la participación de todos los socios.
103. Subrayamos la necesidad de garantizar a largo plazo el compromiso político con el desarrollo sostenible teniendo en cuenta las circunstancias y prioridades nacionales y, en este sentido, alentamos a todos los países para llevar a cabo las acciones y medidas necesarias para lograr el desarrollo sostenible.
V. Marco para la acción y el seguimiento
A. Esferas temáticas y cuestiones intersectoriales
104. Reconocemos que para alcanzar el objetivo de la Conferencia, a saber, asegurar el compromiso político renovado para el desarrollo sostenible, así como para abordar los temas de una economía verde en el contexto de la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible y el marco institucional para el desarrollo sostenible , nos comprometemos a subsanar las deficiencias restantes en la aplicación de los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible, para hacer frente a desafíos nuevos y emergentes y aprovechar las nuevas oportunidades a través de las acciones enumeradas a continuación en este marco de acción apoyados en su caso mediante la provisión de los medios de puesta en práctica. Reconocemos que las metas, objetivos e indicadores, incluyendo, cuando proceda, indicadores sensibles al género, son útiles en la medición y acelerar el progreso. Observamos, además, que el progreso en la implementación de las medidas estipuladas a continuación se puede mejorar de forma voluntaria el intercambio de información, conocimientos y experiencia.
Erradicación de la pobreza
105. Somos conscientes de que, tres años a partir de la fecha meta de 2015 de los ODM, si bien ha habido progresos en la reducción de la pobreza en algunas regiones, este progreso ha sido desigual y el número de personas que viven en la pobreza en algunos países sigue aumentando, con las mujeres y los niños constituyen la mayoría de los grupos más afectados, especialmente en los países menos adelantados y en particular en África.
106. Reconocemos que el crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo en los países en desarrollo es un requisito clave para la erradicación de la pobreza y el hambre y alcanzar los ODM. En este sentido, hacemos hincapié en que los esfuerzos nacionales de los países en desarrollo debe ser complementada por un entorno destinado a ampliar las oportunidades de desarrollo de los países en desarrollo. También hacemos hincapié en la necesidad de otorgar la máxima prioridad a la erradicación de la pobreza en el programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, abordando las causas profundas y los desafíos de la pobreza a través integrado, coordinado y estrategias coherentes en todos los niveles.
107. Reconocemos que la promoción del acceso universal a los servicios sociales pueden hacer una importante contribución a la consolidación y el logro de los beneficios del desarrollo. Los sistemas de protección social que enfrentar y reducir la desigualdad y la exclusión social son esenciales para erradicar la pobreza y promover el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En este sentido, animamos a las iniciativas destinadas a mejorar la protección social para todas las personas.
La seguridad alimentaria y la nutrición y la agricultura sostenible
108. Reafirmamos nuestros compromisos con respecto al derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos, suficientes y nutritivos, en consonancia con el derecho a una alimentación adecuada y el derecho fundamental de toda persona a no padecer hambre. Reconocemos que la seguridad alimentaria y la nutrición se ha convertido en un reto mundial apremiante y, en este sentido, más reafirmamos nuestro compromiso de mejorar la seguridad alimentaria y el acceso a una alimentación adecuada, sana y nutritiva para las generaciones presentes y futuras, en consonancia con los principios adoptados en Roma 2009, incluidos los niños menores de dos años y medio, en su caso, la seguridad nacional, la comida regional y mundial y las estrategias de nutrición.
109. Somos conscientes de que una parte significativa de los pobres del mundo viven en zonas rurales, y que las comunidades rurales desempeñan un papel importante en el desarrollo económico de muchos países. Hacemos hincapié en la necesidad de revitalizar los sectores de desarrollo agrícola y rural, especialmente en los países en desarrollo, de una manera económica, social y ambientalmente sostenible. Reconocemos la importancia de tomar las acciones necesarias para responder mejor a las necesidades de las comunidades rurales a través de, entre otras cosas, mejorar el acceso de los productores agrícolas, en particular los pequeños productores, mujeres, pueblos indígenas y las personas que viven en situación de vulnerabilidad, al crédito ya otros servicios financieros , los mercados, la tenencia segura de la tierra, la asistencia sanitaria y servicios sociales, la educación y la formación, el conocimiento y las tecnologías apropiadas y asequibles, incluso para un riego eficiente, la reutilización de aguas residuales tratadas, la recolección y almacenamiento de agua. Reiteramos la importancia de empoderar a las mujeres rurales como agentes críticos para la promoción del desarrollo agrícola y rural y la seguridad alimentaria y la nutrición. También reconocemos la importancia de las prácticas tradicionales de agricultura sostenible, incluyendo los sistemas tradicionales de suministro de semillas, incluidas las de muchos pueblos indígenas y comunidades locales.
110. Teniendo en cuenta la diversidad de condiciones agrícolas y sistemas, estamos decididos a aumentar la producción agrícola sostenible y la productividad a nivel mundial, incluso mediante la mejora del funcionamiento de los mercados y los sistemas comerciales y el fortalecimiento de la cooperación internacional, en particular para los países en desarrollo, aumentando la inversión pública y privada en la agricultura sostenible, gestión de la tierra y desarrollo rural. Las principales áreas de inversión y de apoyo incluyen: prácticas agrícolas sostenibles, infraestructura rural, la capacidad de almacenamiento y tecnologías relacionadas, la investigación y el desarrollo de tecnologías agrícolas sostenibles; desarrollo de las cooperativas agrícolas y fuertes cadenas de valor, y el fortalecimiento de vínculos urbano-rurales. Reconocemos también la necesidad de reducir de manera significativa después de la cosecha y las pérdidas de alimentos y otros desechos a lo largo de la cadena de suministro de alimentos.
111. Reafirmamos la necesidad de promover, fomentar y apoyar una agricultura más sostenible, incluidos los cultivos, la ganadería, la silvicultura, la pesca y la acuicultura, que mejora la seguridad alimentaria, erradicar el hambre, y es económicamente viable, mientras que los recursos de la tierra la conservación, agua, plantas y animales genéticos, biodiversidad y los ecosistemas, y la mejora de la resistencia al cambio climático y los desastres naturales. Reconocemos también la necesidad de mantener los procesos ecológicos naturales que apoyan los sistemas de producción de alimentos.
112. Hacemos hincapié en la necesidad de mejorar los sistemas sostenibles de producción pecuaria, en particular mediante la mejora de los pastos y los sistemas de riego de acuerdo con las políticas nacionales, legislación, normas y regulaciones, mejores sistemas de gestión sostenible del agua, y los esfuerzos para erradicar y prevenir la propagación de enfermedades animales, el reconocimiento de que los medios de subsistencia de los agricultores como los pastores y la salud del ganado están entrelazadas.
113. También hacemos hincapié en el papel crucial de los ecosistemas marinos sanos, la pesca sostenible y sustentable de la acuicultura para la seguridad alimentaria y la nutrición, y en la provisión de los medios de subsistencia de millones de personas.
114. Estamos decididos a tomar medidas para mejorar la investigación agrícola, los servicios de extensión, capacitación y educación para mejorar la productividad agrícola y la sostenibilidad a través del intercambio voluntario de experiencias y buenas prácticas. Asimismo, resolvemos para mejorar el acceso a la información, los conocimientos técnicos y know-how, incluso a través de las nuevas tecnologías de comunicación que permiten a los agricultores, pescadores y silvicultores a elegir entre los diversos métodos de lograr una producción agrícola sostenible. Hacemos un llamado para el fortalecimiento de la cooperación internacional en investigación agrícola para el desarrollo.
115. Reafirmamos la importante labor y el carácter inclusivo de la Comisión de Seguridad Alimentaria Mundial (CFS), incluso a través de su papel en la facilitación de los países en evaluaciones iniciadas en la producción sostenible de alimentos y la seguridad alimentaria, y alentamos a los países para dar la debida consideración a la aplicación de la voluntaria SFC Directrices sobre la gobernanza de la tenencia de la tierra, la pesca y bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional. Tomamos nota de los debates en curso sobre la inversión agrícola responsable en el marco de la SFC, así como los Principios de Inversión Agrícola Responsable (PRAI).
116. Hacemos hincapié en la necesidad de abordar las causas profundas de la excesiva volatilidad de precios de los alimentos, incluidas sus causas estructurales, en todos los niveles, y la necesidad de gestionar los riesgos vinculados a los precios altos y volátiles en exceso en los productos básicos agrícolas y sus consecuencias para la seguridad alimentaria y nutricional , así como para los pequeños agricultores y los pobres habitantes de las ciudades.
117. Subrayamos la importancia de la información oportuna, precisa y transparente para ayudar a hacer frente a la volatilidad excesiva de los precios de alimentos, y en este sentido, toma nota del Sistema de Información del Mercado Agrícola organizada por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas e insta a las organizaciones internacionales participantes, actores del sector privado y los gobiernos para garantizar la difusión pública de los productos alimenticios en tiempo y calidad de información del mercado.
118. Reafirmamos que un universal, basado en normas, el sistema comercial multilateral abierto, no discriminatorio y equitativo a promover el desarrollo agrícola y rural en los países en desarrollo y contribuir a la seguridad alimentaria mundial. Instamos a las estrategias nacionales, regionales e internacionales para promover la participación de los agricultores, los agricultores, especialmente los pequeños, incluidas las mujeres, en la comunidad, los mercados nacionales, regionales e internacionales.
Agua y saneamiento
119. Reconocemos que el agua está en el centro del desarrollo sostenible, ya que está estrechamente vinculada a una serie de importantes desafíos globales. Por ello, reiteramos la importancia de integrar el agua en el desarrollo sostenible y subraya la importancia crítica del agua y el saneamiento dentro de las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
120. Reafirmamos los compromisos contraídos en el Plan de Aplicación de Johannesburgo y la Declaración del Milenio de reducir a la mitad en relación con el año 2015 la proporción de personas sin acceso al agua potable y saneamiento básico y el desarrollo de la gestión integrada de recursos hídricos y los planes de uso eficiente del agua, asegurando el uso sostenible del agua. Nos comprometemos a la realización progresiva del acceso al agua potable segura y asequible y saneamiento básico para todos, según sea necesario para la erradicación de la pobreza y proteger la salud humana, y para mejorar significativamente la aplicación de la gestión integrada de recursos hídricos en todos los niveles, según proceda. En este sentido, reiteramos estos compromisos, en particular los países en desarrollo mediante la movilización de los recursos de todas las fuentes, creación de capacidades y transferencia de tecnología.
121. Reafirmamos nuestros compromisos con respecto al derecho humano al agua potable y al saneamiento, a la realización progresiva de nuestras poblaciones con pleno respeto a la soberanía nacional. También destacamos nuestro compromiso con el Decenio Internacional para la Acción 2005-2015 "Agua para la Vida".
122. Reconocemos el papel fundamental que desempeñan los ecosistemas en el mantenimiento de la cantidad de agua y las acciones de calidad y apoyo dentro de las fronteras nacionales respectivas para proteger y gestionar de forma sostenible de estos ecosistemas.
123. Subrayamos la necesidad de adoptar medidas para hacer frente a las inundaciones, las sequías y la escasez de agua, dirigiéndose el equilibrio entre oferta y demanda de agua incluyendo caso, de recursos hídricos no convencionales, y para movilizar recursos financieros y de inversión en infraestructura para los servicios de agua y saneamiento, en conformidad con las prioridades nacionales.
124. Hacemos hincapié en la necesidad de adoptar medidas para reducir significativamente la contaminación del agua y el aumento de la calidad del agua, mejorar significativamente el tratamiento de aguas residuales, y la eficiencia del agua y reducir las pérdidas de agua. Para lograr este fin, hacemos hincapié en la necesidad de asistencia y cooperación internacionales.
Energía
125. Reconocemos el papel fundamental que desempeña la energía en el proceso de desarrollo, como el acceso a servicios sostenibles de energía modernos contribuye a la erradicación de la pobreza, salva vidas, mejora la salud y ayuda a proporcionar las necesidades humanas básicas. Hacemos hincapié en que estos servicios son esenciales para la inclusión social y la igualdad de género, y que la energía es un insumo clave para la producción. Nos comprometemos a facilitar el apoyo para el acceso a estos servicios por 1,4 millones de personas en el mundo que actualmente se encuentran sin estos servicios. Reconocemos que el acceso a estos servicios es fundamental para lograr el desarrollo sostenible.
126. Hacemos hincapié en la necesidad de abordar el reto del acceso a servicios modernos de energía sostenible para todos, en particular para los pobres que no pueden pagar estos servicios, aún cuando estén disponibles. Hacemos hincapié en la necesidad de adoptar nuevas medidas para mejorar esta situación, incluso mediante la movilización de recursos financieros suficientes, para poder proveer estos servicios de manera confiable y accesible, económicamente viable y socialmente y ambientalmente aceptables en los países en desarrollo.
127. Reafirmamos el apoyo a la aplicación de políticas nacionales y subnacionales y estrategias, basadas en las particulares circunstancias nacionales y las aspiraciones de desarrollo, utilizando una combinación energética adecuada para satisfacer las necesidades de desarrollo, incluso mediante un mayor uso de fuentes de energía renovables y otras tecnologías de bajas emisiones el uso más eficiente de la energía, una mayor dependencia de tecnologías energéticas avanzadas, incluidas las tecnologías más limpias de combustibles fósiles y el uso sostenible de los recursos energéticos tradicionales. Nos comprometemos a promover servicios sostenibles de energía modernos para todos a través de esfuerzos nacionales y sub-nacional, entre otras cosas, en la electrificación y la difusión de la cocina sostenible y soluciones de calefacción, incluyendo a través de acciones de colaboración para compartir las mejores prácticas y adoptar políticas, según proceda. Instamos a los gobiernos a crear entornos propicios que faciliten la inversión del sector público y privado en tecnologías energéticas más limpias pertinentes y necesarias.
128. Reconocemos que el mejoramiento de la eficiencia energética, el aumento de la cuota de energía renovable más limpia, y las tecnologías de eficiencia energética son importantes para el desarrollo sostenible, incluso en el cambio climático. Reconocemos también la necesidad de medidas de eficiencia energética en la planificación urbana, los edificios y el transporte, y en la producción de bienes y servicios y en el diseño de productos. También reconocemos la importancia de promover incentivos en favor de ella y la eliminación de los desincentivos a la eficiencia energética y la diversificación de la matriz energética, incluida la promoción de la investigación y el desarrollo en todos los países, incluidos los países en desarrollo.
129. Tomamos nota de la puesta en marcha de la iniciativa del Secretario General sobre "Energía Sostenible para Todos", que se centran en el acceso a la energía de la eficiencia energética y las energías renovables. Todos estamos decididos a actuar para que la energía sostenible para todos sea una realidad, ya través de esto, ayudar a erradicar la pobreza y conducir a un desarrollo sostenible y la prosperidad. Reconocemos que las actividades de los países en amplios temas relacionados con la energía son de gran importancia y se priorizan de acuerdo a sus retos específicos, capacidades y circunstancias, incluida la combinación de energías.
El turismo sostenible
130. Hacemos hincapié en que el turismo bien diseñado y gestionado puede hacer una contribución significativa a las tres dimensiones del desarrollo sostenible, tiene estrechos vínculos con otros sectores, y puede crear trabajo decente y generar oportunidades comerciales. Reconocemos la necesidad de apoyar las actividades de turismo sostenible y creación de capacidades relevantes que promueven la conciencia ambiental, conservar y proteger el medio ambiente, la fauna silvestre respecto, la flora, la biodiversidad y los ecosistemas y la diversidad cultural, y mejorar el bienestar y el sustento de las comunidades locales mediante el apoyo a sus economías locales y el medio ambiente humano y natural en su conjunto. Hacemos un llamamiento para un mayor apoyo para actividades de turismo sostenible y creación de capacidad relevante en los países en desarrollo con el fin de contribuir a la consecución del desarrollo sostenible.
131. Alentamos a la promoción de la inversión en turismo sostenible, incluyendo el ecoturismo y turismo cultural, que puede incluir la creación de empresas pequeñas y medianas empresas y facilitar el acceso a la financiación, incluso a través de iniciativas de microcrédito para los pobres, los pueblos indígenas y comunidades locales en las zonas con un alto potencial de turismo ecológico. En este sentido, subrayamos la importancia de establecer, cuando sea necesario, directrices y reglamentos adecuados, de conformidad con las prioridades nacionales y la legislación para promover y apoyar el turismo sostenible.
El transporte sostenible
132. Tomamos nota de que el transporte y la movilidad son fundamentales para el desarrollo sostenible. El transporte sostenible puede mejorar el crecimiento económico, así como la mejora de la accesibilidad. El transporte sostenible se consigue una mayor integración de la economía respetando el medio ambiente. Reconocemos la importancia del movimiento eficiente de personas y bienes, y el acceso al transporte ecológicamente racional, segura y asequible como un medio para mejorar la equidad social, la salud, la resiliencia de las ciudades, los vínculos urbano-rurales y la productividad de las zonas rurales. En este sentido, tomamos en cuenta la seguridad vial como una parte de nuestros esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible.
133. Apoyamos el desarrollo de sistemas de transporte sostenibles, incluida la eficiencia energética de sistemas de transporte multimodales, los sistemas de comunicación en particular de transporte público, combustibles y vehículos limpios, así como mejorar los sistemas de transporte en las zonas rurales. Reconocemos la necesidad de promover un enfoque integrado para la formulación de políticas en los planos nacional, regional y local para los servicios de transporte y sistemas para promover el desarrollo sostenible. También reconocemos que las necesidades de desarrollo especiales de los países en desarrollo sin litoral y de tránsito deben tenerse en cuenta al establecer sistemas sostenibles de transporte de tránsito. Reconocemos la necesidad de apoyo internacional a los países en desarrollo a este respecto.
Las ciudades sostenibles y los asentamientos humanos
134. Somos conscientes de que, si bien planificado y desarrollado incluso a través de la planificación integrada y la gestión de los enfoques, las ciudades pueden promover la económica, social y sociedades ambientalmente sustentables. En este sentido, reconocemos la necesidad de un enfoque holístico para el desarrollo urbano y los asentamientos humanos, que establece la infraestructura y viviendas asequibles y da prioridad a mejoramiento de asentamientos precarios y la regeneración urbana. Nos comprometemos a trabajar para mejorar la calidad de los asentamientos humanos, incluida la vida y de trabajo de los habitantes urbanos y rurales en el contexto de la erradicación de la pobreza para que todas las personas tengan acceso a servicios básicos, vivienda y movilidad. Reconocemos también la necesidad de la conservación en su caso del patrimonio natural y cultural de los asentamientos humanos, la revitalización de los barrios históricos y la rehabilitación de los centros urbanos.
135. Nos comprometemos a promover un enfoque integrado para la planificación y construcción de ciudades sostenibles y los asentamientos urbanos, en particular mediante el apoyo a las autoridades locales, aumentando la conciencia pública y fomentar la participación de los residentes urbanos, incluyendo a los pobres, en la toma de decisiones. También nos comprometemos a promover políticas sostenibles de desarrollo que apoyen la vivienda inclusiva y unos servicios sociales, un entorno de vida seguro y saludable para todos, especialmente los niños, jóvenes, mujeres, ancianos y discapacitados, el transporte asequible y sostenible y la energía, la promoción, protección y restauración de la caja fuerte y los espacios verdes urbanos, agua potable y limpia y saneamiento, calidad del aire saludable, generación de empleos decentes y una mejor planificación urbana y mejoramiento de asentamientos precarios. Además, apoyamos la gestión sostenible de los residuos mediante la aplicación de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar). Subrayamos la importancia de considerar la reducción del riesgo de desastres, la resistencia y los riesgos climáticos en la planificación urbana. Reconocemos los esfuerzos de las ciudades para equilibrar el desarrollo con las regiones rurales.
136. Hacemos hincapié en la importancia de aumentar el número de regiones metropolitanas, ciudades y pueblos que están implementando las políticas de planificación urbana sostenible y el diseño con el fin de responder eficazmente al crecimiento esperado de la población urbana en las próximas décadas. Tomamos nota de que los beneficios sostenibles de planificación urbana de la participación de múltiples partes interesadas, así como de la plena utilización de la información y datos desglosados por sexo en particular sobre las tendencias demográficas, la distribución del ingreso y los asentamientos informales. Reconocemos el importante papel de los gobiernos municipales en el establecimiento de una visión para las ciudades sostenibles, desde el inicio de la planificación de la ciudad a través de la revitalización de las ciudades más antiguas y los barrios, incluso mediante la adopción de programas de eficiencia energética en la construcción de la gestión y el desarrollo de sistemas sostenibles de transporte a nivel local adecuados. Además, reconocemos la importancia de la planificación de uso mixto y de favorecer la movilidad no motorizada, incluyendo la promoción de las infraestructuras para peatones y ciclistas.
137. Reconocemos que las asociaciones entre las ciudades y las comunidades desempeñan un papel importante en la promoción del desarrollo sostenible. En este sentido, hacemos hincapié en la necesidad de fortalecer mecanismos de cooperación existentes o plataformas, acuerdos de colaboración y otras herramientas de implementación para promover la aplicación coordinada del Programa Hábitat de la ONU con la participación activa de todas las entidades pertinentes de la ONU y con el objetivo general de lograr un desarrollo urbano sostenible . Además, reconocemos la necesidad de mantener las contribuciones financieras suficientes y previsibles para el Hábitat de las Naciones Unidas y los Asentamientos Humanos a fin de garantizar la aplicación oportuna, eficaz y concreta en el Programa de Hábitat.
Salud y población
138. Reconocemos que la salud es una condición previa para un resultado de, y un indicador de las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Somos conscientes de los objetivos del desarrollo sostenible sólo pueden lograrse en ausencia de una alta prevalencia de enfermedades debilitantes transmisibles y no transmisibles, y donde la población puede llegar a un estado de bienestar físico, mental y el bienestar social. Estamos convencidos de que la acción sobre los determinantes sociales y ambientales de la salud, tanto para los pobres y los vulnerables y toda la población, es importante crear inclusive, una sociedad equitativa, económicamente productiva y saludable. Hacemos un llamamiento para la plena realización del derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.
139. También reconocemos la importancia de la cobertura universal de salud para mejorar la salud, la cohesión social y el desarrollo económico y humano sostenible. Nos comprometemos a fortalecer los sistemas de salud hacia la provisión de una cobertura universal equitativa. Hacemos un llamado a la participación de todos los actores pertinentes para la coordinación de una acción multisectorial para abordar con urgencia las necesidades de salud de la población mundial.
140. Hacemos hincapié en que el VIH y el SIDA, la malaria, la tuberculosis, la gripe, la poliomielitis y otras enfermedades transmisibles siguen siendo graves problemas mundiales, y nos comprometemos a redoblar los esfuerzos para lograr el acceso universal a la prevención, tratamiento, atención y apoyo, y para eliminar la transmisión madre a hijo del VIH, así como a la renovación y el fortalecimiento de la lucha contra la malaria, la tuberculosis y las enfermedades tropicales desatendidas.
141. Somos conscientes de que la carga global y la amenaza de las enfermedades no transmisibles (ENT) constituye uno de los principales desafíos para el desarrollo sostenible en el siglo XXI. Nos comprometemos a fortalecer los sistemas de salud hacia la prestación de una cobertura equitativa, universal y promover un acceso asequible a la prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con las enfermedades no transmisibles, especialmente el cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes. Asimismo, nos comprometemos a establecer o fortalecer políticas multisectoriales nacionales para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. Reconocemos que la reducción de entre otras cosas la contaminación del aire, agua y productos químicos produce efectos positivos en la salud.
142. Reafirmamos el derecho de utilizar, al máximo, las disposiciones contenidas en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (ADPIC), la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual y Salud Pública, los decisión de la Organización Mundial del Comercio del Consejo General del 30 de agosto de 2003 sobre la aplicación del párrafo 6 de la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la salud pública, y, cuando los procedimientos formales de aceptación se han completado, la enmienda al artículo 31 del acuerdo, que proporciona flexibilidad para la protección de la salud pública, y, en particular, promover el acceso a los medicamentos para todos, y fomentar la prestación de asistencia a los países en desarrollo en este sentido.
143. Hacemos un llamamiento para una mayor colaboración y cooperación a nivel nacional e internacional para fortalecer los sistemas de salud a través de una mayor financiación de la salud, la contratación, desarrollo, formación y retención de la fuerza laboral de salud, una mejor distribución y el acceso a medicamentos seguros, asequibles, eficaces y de calidad, vacunas y las tecnologías médicas, ya través de la mejora de la infraestructura de salud. Apoyamos el papel de liderazgo de la Organización Mundial de la Salud como autoridad directiva y coordinadora en asuntos de sanidad internacional.
144. Nos comprometemos a evaluar sistemáticamente las tendencias y proyecciones de población en nuestras estrategias nacionales de desarrollo rural y urbano y las políticas. A través de la planificación hacia el futuro, podemos aprovechar las oportunidades y enfrentar los desafíos asociados con los cambios demográficos, incluida la migración.
145. Hacemos un llamamiento para la aplicación plena y eficaz de la Plataforma de Acción de Beijing, la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), Programa de Acción y los resultados de las conferencias de revisión de sus incluyendo los compromisos que conduzcan a la salud sexual y reproductiva y la promoción y protección de los todos los derechos humanos en este contexto. Hacemos hincapié en la necesidad de la provisión del acceso universal a la salud reproductiva, incluyendo planificación familiar y salud sexual y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y programas nacionales.
146. Nos comprometemos a reducir la mortalidad materna e infantil, y mejorar la salud de las mujeres, hombres, jóvenes y niños. Reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de género y proteger los derechos de las mujeres, hombres y jóvenes a tener control y decidir libre y responsablemente sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluyendo el acceso a la salud sexual y reproductiva, libres de coerción, la discriminación y la violencia. Vamos a trabajar activamente para asegurar que los sistemas de salud proporcionan la información necesaria y los servicios de salud frente a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, incluyendo el trabajo en pro del acceso universal a los métodos modernos, seguros, eficaces, asequibles y aceptables de planificación familiar, ya que esto es esencial para las mujeres la salud y la promoción de la igualdad de género
Promoción del empleo pleno y productivo, el trabajo decente para todos, y la protección social
147. Reconocemos que la erradicación de la pobreza, el empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos, y la integración social y la protección están interrelacionados y se refuerzan mutuamente, y que un entorno propicio para promover estas necesidades que se crean en todos los niveles.
148. Estamos preocupados por las condiciones del mercado de trabajo y los déficits generalizados de disponibles oportunidades de trabajo decente, especialmente para mujeres y hombres jóvenes. Instamos a todos los gobiernos para hacer frente al desafío global de empleo de los jóvenes mediante el desarrollo y aplicación de estrategias y políticas que proporcionen a los jóvenes de todo el acceso al trabajo digno y productivo, ya que en las próximas décadas, el trabajo decente tendrá que ser creado para ser capaz de garantizar una gestión sostenible y el desarrollo incluyente y reducir la pobreza.
149. Reconocemos la importancia de la creación de empleo mediante la inversión en y el desarrollo de infraestructura económica y social racional, eficaz y eficiente y las capacidades productivas para el desarrollo sostenible y el crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo. Hacemos un llamado a los países para mejorar la inversión en infraestructura para el desarrollo sostenible y estamos de acuerdo en apoyar a los fondos de las Naciones Unidas, programas y organismos para ayudar a facilitar y promover los esfuerzos de los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, en este sentido.
150. Reconocemos la importancia de la creación de empleo mediante la adopción de futuro las políticas macroeconómicas que promuevan el desarrollo sostenible y llevar a un crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, aumentar las oportunidades de empleo productivo y promover el desarrollo agrícola e industrial.
151. Hacemos hincapié en la necesidad de mejorar las oportunidades de empleo e ingresos para todos, especialmente para las mujeres y hombres que viven en la pobreza y, en este sentido, apoyamos los esfuerzos nacionales para proporcionar nuevas oportunidades de empleo a los pobres en las zonas rurales y urbanas, incluido el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
152. Somos conscientes de que los trabajadores deberían tener acceso a la educación, habilidades, salud, seguridad social, derechos fundamentales en el trabajo, protección social y jurídica, incluida la seguridad y la salud, y oportunidades de trabajo decente. Gobiernos, los sindicatos y los trabajadores y los empleadores tienen un papel que desempeñar en la promoción del trabajo decente para todos, y todos deberíamos ayudar a los jóvenes acceso a la ganancia de las habilidades necesarias y las oportunidades de empleo, incluyendo en los sectores nuevos y emergentes. Las mujeres y los hombres deben tener igual acceso a oportunidades para adquirir habilidades de trabajo, así como a la protección de los trabajadores. Reconocemos la importancia de una transición justa incluyendo programas para ayudar a los trabajadores a adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado laboral.
153. También reconocemos que el trabajo informal no remunerado, realizado mayoritariamente por mujeres, contribuye sustancialmente al bienestar humano y el desarrollo sostenible. En este sentido, nos comprometemos a trabajar en pro de las condiciones de trabajo seguras y dignas y el acceso a la protección social y la educación.
154. Reconocemos que las oportunidades de trabajo decente para todos y la creación de empleo puede ser aprovechado a través, entre otras cosas, inversiones públicas y privadas en innovación científica y tecnológica, las obras públicas en la restauración, regeneración y conservación de los recursos naturales y los ecosistemas y los servicios sociales y comunitarios. Nos sentimos alentados por las iniciativas del gobierno para crear empleos para los pobres en la restauración y gestión de los recursos naturales y los ecosistemas, y alentar al sector privado para contribuir al trabajo decente para todos y la creación de empleo tanto para mujeres y hombres, y particularmente para los jóvenes, incluyendo través de alianzas con pequeñas y medianas empresas así como de cooperativas. En este sentido, reconocemos la importancia de los esfuerzos para promover el intercambio de información y conocimientos sobre el trabajo decente para todos y la creación de empleo, incluidas las iniciativas de empleos verdes y las competencias afines, y para facilitar la integración de los datos pertinentes en las políticas nacionales económicas y de empleo.
155. Alentamos el intercambio de experiencias y mejores prácticas sobre la manera de abordar los altos niveles de desempleo y el subempleo, en particular entre los jóvenes.
156. Hacemos hincapié en la necesidad de proporcionar protección social a todos los miembros de la sociedad, fomentando el crecimiento, la resistencia, la justicia y la cohesión social, incluidos los que no están empleados en la economía formal. En este sentido, animamos a las iniciativas nacionales y locales encaminadas a proporcionar a los pisos de protección social para todos los ciudadanos. Apoyamos el diálogo mundial sobre las mejores prácticas para los programas de protección social que tenga en cuenta las tres dimensiones del desarrollo sostenible y, en este sentido, tomamos nota de la Recomendación Internacional del Trabajo relativa a 202 Pisos Nacional de Protección Social.
157. Hacemos un llamamiento a los Estados a promover y proteger eficazmente los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, independientemente de la situación migratoria, particularmente los de las mujeres y los niños, y para abordar la migración internacional a través de la cooperación internacional, regional o bilateral y el diálogo y para una amplia y enfoque equilibrado, reconociendo las funciones y responsabilidades de los países de origen, tránsito y destino en la promoción y protección de los derechos humanos de todos los migrantes, y evitar enfoques que pudieran agravar su vulnerabilidad.
Los mares y océanos
158. Somos conscientes de que los océanos, mares y zonas costeras constituyen un componente integrado y esencial del ecosistema de la Tierra y son fundamentales para el mantenimiento de la misma y que el derecho internacional, como se refleja en las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), establece el marco jurídico para la conservación y el uso sostenible de los océanos y sus recursos. Hacemos hincapié en la importancia de la conservación y uso sostenible de los océanos y los mares y de sus recursos para el desarrollo sostenible, incluso mediante las contribuciones a la erradicación de la pobreza, el crecimiento económico sostenido, la seguridad alimentaria, la creación de medios de vida sostenibles y trabajo decente, y al mismo tiempo tiempo de protección de la biodiversidad y el medio marino y abordar los impactos del cambio climático. Por lo tanto, se comprometen a proteger y restaurar la salud, la productividad y la resistencia de los océanos y ecosistemas marinos, y para mantener su biodiversidad, lo que permite su conservación y uso sostenible para las generaciones presentes y futuras, y para aplicar de manera efectiva un enfoque ecosistémico y el principio de precaución en la gestión, de conformidad con el derecho internacional, de las actividades que inciden en el medio marino, para cumplir con las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
159. Reconocemos la importancia de la Convención para la promoción del desarrollo sostenible y la adopción casi universal de los Estados, y en este sentido, instamos a todos a las Partes a cumplir plenamente con sus obligaciones bajo la Convención.
160. Reconocemos la importancia de fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para poder beneficiarse de la conservación y el uso sostenible de los océanos y los mares y sus recursos y, en este sentido, hacemos hincapié en la necesidad de cooperación en la investigación científica marina para aplicar las disposiciones de la Convención y los resultados de las principales cumbres sobre desarrollo sostenible, así como para la transferencia de tecnología, teniendo en cuenta la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI), Directrices para la transferencia de tecnología marina.
161. Apoyamos el proceso de presentación periódica de informes y evaluación del estado del medio marino, incluyendo los aspectos socioeconómicos, establecidas por las Naciones Unidas la Asamblea General, y esperamos con interés la finalización de la primera evaluación mundial integral del estado del medio marino el medio ambiente para el año 2014 y su posterior consideración por la Asamblea General. Animamos a consideración de los Estados de resultados de la evaluación en los niveles apropiados.
162. Reconocemos la importancia de la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional. Tomamos nota de la labor en curso en la Asamblea General de Naciones Unidas de un Grupo especial de composición abierta del Grupo Informal de Trabajo para estudiar las cuestiones relativas a la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional. Basándose en la labor del grupo de trabajo ad hoc y antes de la final de la 69 ª Sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas nos comprometemos a abordar, con carácter urgente, el tema de la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica marina más allá de las áreas nacionales jurisdicción, incluyendo al tomar una decisión sobre la elaboración de un instrumento internacional en virtud de la Convención.
163. Tomamos nota con preocupación de que la salud de los océanos y la biodiversidad marina se ven afectadas negativamente por la contaminación marina, incluidos los desechos marinos, sobre todo de plástico, los contaminantes orgánicos persistentes, metales pesados y compuestos a base de nitrógeno, a partir de una serie de fuentes marinas y terrestres, incluyendo el envío y el escurrimiento de la tierra. Nos comprometemos a tomar medidas para reducir la incidencia y los efectos de dicha contaminación en los ecosistemas marinos, en particular mediante la aplicación efectiva de las convenciones pertinentes adoptadas en el marco de la Organización Marítima Internacional (OMI), y el seguimiento de las iniciativas pertinentes, como el Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino frente a las actividades realizadas, así como la adopción de estrategias coordinadas para este fin. Además, nos comprometemos a tomar medidas para, en el año 2025, basado en datos científicos recolectados, lograr reducciones significativas en los desechos marinos para evitar daños al medio ambiente costero y marino.
164. Tomamos nota de las importantes amenazas plantean las especies exóticas invasoras en los ecosistemas marinos y los recursos y se comprometen a aplicar medidas para prevenir la introducción de, y gestionar los impactos ambientales adversos de, las especies exóticas invasoras, incluyendo, en su caso, las adoptadas en el marco de la OMI.
165. Tomamos nota de que el nivel del mar y la erosión costera son amenazas graves para muchas regiones costeras e islas sobre todo en los países en desarrollo y, en este sentido, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a que intensifique sus esfuerzos para hacer frente a estos desafíos.
166. Pedimos apoyo a las iniciativas que la acidificación del océano y la dirección de los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas marinos y costeros y los recursos. En este sentido, reiteramos la necesidad de trabajar unidos para prevenir la acidificación del océano adicional, así como mejorar la resiliencia de los ecosistemas marinos y de las comunidades cuya subsistencia depende de ellos, y para apoyar la investigación científica marina, la vigilancia y la observación de la acidificación de los océanos y ecosistemas especialmente vulnerables, en particular mediante una mayor cooperación internacional en este sentido.
167. Hacemos hincapié en nuestra preocupación por los impactos ambientales potenciales de la fertilización de los océanos. En este sentido, recordamos las decisiones relacionadas con la fertilización de los océanos aprobada por los órganos intergubernamentales pertinentes, y la voluntad de seguir abordando con la fertilización oceánica extrema precaución, en consonancia con el enfoque de precaución.
168. Nos comprometemos a intensificar nuestros esfuerzos para cumplir con la meta de 2015, según lo acordado en el PIJ de mantener o restablecer las poblaciones a niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible, con carácter urgente. En este sentido nos comprometemos aún más a tomar urgentemente las medidas necesarias para mantener o restablecer las poblaciones de todos, al menos a niveles que puedan producir el rendimiento máximo sostenible, con el fin de lograr estos objetivos en el menor tiempo posible, según lo determinado por sus características biológicas. Para lograr esto nos comprometemos a desarrollar e implementar planes de urgencia basadas en la ciencia de gestión, incluyendo la reducción o suspensión de las capturas y esfuerzo pesquero acorde con la situación de la población. También nos comprometemos a intensificar la acción para gestionar las capturas incidentales, los descartes, y otros impactos ambientales adversos de la pesca, incluyendo mediante la eliminación de prácticas pesqueras destructivas. También nos comprometemos a promover acciones para proteger ecosistemas marinos vulnerables de los impactos adversos significativos, incluyendo a través del uso eficaz de las evaluaciones de impacto. Tales acciones, incluidas las que a través de organizaciones competentes, debe llevarse a cabo en consonancia con el derecho internacional, los instrumentos internacionales aplicables y las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y de la Alimentación y la Agricultura (FAO Directrices).
169. Instamos a los Estados Partes en el Acuerdo de 1995 para la aplicación de las disposiciones de la Convención relativas a la conservación y ordenación de las poblaciones y las poblaciones de peces altamente migratorios a la plena puesta en práctica, y dar, de acuerdo con su Título VII, el pleno reconocimiento de las necesidades especiales de los Estados en desarrollo. Además, hacemos un llamado a todos los Estados a aplicar el Código de Conducta para la Pesca Responsable y los Planes de Acción Internacional y las directrices técnicas.
170. Reconocemos que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) privar a muchos países de un recurso natural fundamental y siguen siendo una amenaza persistente para su desarrollo sostenible. Nos comprometemos nuevamente a eliminar la pesca INDNR tan avanzado en el Plan de Aplicación de Johannesburgo, y para prevenir y combatir estas prácticas incluso a través de los siguientes: desarrollo e implementación de planes de acción nacionales y regionales, de conformidad con el plan internacional de la FAO de acción para combatir la pesca INDNR, la aplicación de -de acuerdo con las medidas internacionales eficaces de la ley y coordinada por parte de los Estados ribereños, los Estados de abanderamiento, Estados rectores del puerto y de las naciones de fletamento y de los Estados de la nacionalidad de los beneficiarios y otros que apoyan o participan en la pesca INDNR mediante la identificación de los buques de pesca INDNR y por privar a los infractores de los beneficios derivados de la pesca INDNR, así como la cooperación con los países en desarrollo para identificar de forma sistemática las necesidades y desarrollar la capacidad, incluido el apoyo para la vigilancia, control, vigilancia, sistemas de cumplimiento y observancia.
171. Instamos a los Estados que han firmado el Acuerdo de la FAO sobre medidas del Estado rector del puerto para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada por agilizar los procedimientos para su ratificación con miras a su pronta entrada en vigor.
172. Reconocemos la necesidad de transparencia y rendición de cuentas en la gestión de las pesquerías de las organizaciones regionales de ordenación pesquera (OROP). Reconocemos los esfuerzos realizados por las organizaciones regionales que se han realizado exámenes independientes de desempeño, y un llamamiento a todas las OROP para llevar a cabo dichas revisiones regularmente y poner los resultados a disposición del público. Animamos a la aplicación de las recomendaciones de esos exámenes y recomendar que la amplitud de esos exámenes se fortalecerá con el tiempo, según sea necesario.
173. Reafirmamos nuestro compromiso de Plan de Implementación para eliminar los subsidios que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y el exceso de capacidad, teniendo en cuenta la importancia de este sector para los países en desarrollo, y reiteramos nuestro compromiso de concluir las disciplinas multilaterales a las subvenciones a la pesca y que den efecto a la Agenda de Doha para el Desarrollo y los de Hong Kong mandatos ministeriales para fortalecer las disciplinas sobre las subvenciones en el sector de la pesca, incluso mediante la prohibición de ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca, el reconocimiento de que el tratamiento adecuado y eficaz especial y diferenciado para el desarrollo y los países menos desarrollados debe ser una parte integrante de la negociación de la OMC los subsidios de pesca, teniendo en cuenta la importancia del sector para las prioridades de desarrollo, reducción de la pobreza, y se refiere a los medios de subsistencia y seguridad alimentaria. Alentamos a los Estados para mejorar la transparencia y la información de los actuales programas de subvenciones a la pesca a través de la OMC. Dado el estado de los recursos pesqueros y sin perjuicio de la OMC en Doha y de Hong Kong mandatos ministeriales sobre subvenciones a la pesca ni la necesidad de concluir estas negociaciones, alentamos a los Estados para eliminar los subsidios que contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca, y que se abstengan de introducir ese nuevo subsidios o de ampliación o mejora de dichas subvenciones existentes.
174. Instamos a la identificación y la integración de las estrategias para el año 2014 más que ayudar a los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares, en el desarrollo de su capacidad nacional para conservar, gestionar de forma sostenible y hacer realidad los beneficios de la pesca sostenible, incluso mediante la mejora de el acceso de productos pesqueros procedentes de países en desarrollo.
175. Nos comprometemos a respetar la necesidad de garantizar el acceso a la pesca, y la importancia del acceso a los mercados, por la subsistencia, la pesca a pequeña escala y artesanal trabajadores y las trabajadoras de peces, así como los pueblos indígenas y sus comunidades, particularmente en los países en desarrollo, especialmente las pequeñas islas los Estados en desarrollo.
176. También reconocemos los importantes aportes económicos, sociales y ambientales de los arrecifes de coral, en particular a las islas y otros Estados ribereños, así como la vulnerabilidad significativa de los arrecifes de coral y los manglares, incluyendo a los impactos del cambio climático, acidificación de los océanos, la pesca excesiva, las prácticas pesqueras destructivas y la contaminación. Apoyamos la cooperación internacional con miras a la conservación de los arrecifes de coral y los ecosistemas de manglares y la realización de sus beneficios sociales, económicos y ambientales, así como facilitar la colaboración técnica e intercambio de información voluntaria.
177. Reafirmamos la importancia de las medidas de conservación basadas en la zona, incluyendo las áreas marinas protegidas conforme al derecho internacional y con base en la mejor información científica disponible como una herramienta para la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de sus componentes. Tomamos nota de la decisión X / 2 de la 10 ª Reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que en 2020, un 10 por ciento de las áreas marinas y costeras, especialmente en las áreas de especial importancia para la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas, deben ser conservados eficaz y equitativa a través de gestión, los sistemas ecológicamente representativas y bien conectados de áreas protegidas y otros efectivos basados en la zona-las medidas de conservación.
Los pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS)
178. Reafirmamos que los pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS) siguen siendo un caso especial para el desarrollo sostenible, en vista de sus vulnerabilidades únicas y particulares, entre ellos su pequeño tamaño, la lejanía, recurso limitado y base de exportación y la exposición a los desafíos ambientales mundiales y las conmociones económicas externas, incluyendo a una amplia gama de impactos del cambio climático y los desastres naturales potencialmente más frecuentes e intensas. Tomamos nota con preocupación de que el resultado de la revisión de 5 años de la Estrategia de Mauricio para la Ejecución (MSI 5) llegó a la conclusión de que los pequeños Estados insulares han progresado menos que la mayoría de otros grupos, o incluso una recesión, en términos económicos, especialmente en términos de reducción de la pobreza y la sostenibilidad de la deuda. Del nivel del mar y otros efectos adversos del cambio climático siguen representando un riesgo significativo para los pequeños Estados insulares y sus esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible y para muchos representa la más grave de las amenazas a su supervivencia y la viabilidad, incluso para algunos a través de la pérdida de territorio. También nos preocupa que, mientras que los pequeños Estados insulares han avanzado en las áreas de género, la salud, la educación y el medio ambiente, el progreso general hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha sido desigual.
179. Hacemos un llamado a los esfuerzos continuos y mejorados para ayudar a los PEID en la implementación del Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la Ejecución. También hacemos un llamado para un fortalecimiento del apoyo del sistema de las Naciones Unidas para los pequeños Estados insulares en consonancia con los múltiples desafíos actuales y emergentes que enfrentan los pequeños Estados insulares en desarrollo sostenible.
180. Basándose en el Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio para la Ejecución, hacemos un llamado a la convocatoria de la Tercera Conferencia Internacional sobre los pequeños Estados insulares en 2014, reconociendo la importancia de acciones coordinadas, equilibrado e integrado para hacer frente a los retos del desarrollo sostenible que se enfrentan los pequeños Estados insulares e invitar a que la Asamblea General en su 67.a reunión para determinar las modalidades de la Conferencia.
Los países menos adelantados
181. Estamos de acuerdo para aplicar eficazmente el Programa de Acción de Estambul y de integrar plenamente a las áreas prioritarias en el marco de la acción, la aplicación más amplia de lo que contribuirá al objetivo general del PAI de permitir que la mitad de los países menos adelantados para cumplir los criterios de graduación para el año 2020.
Países menos desarrollados, sin litoral
182. Invitamos a los Estados miembros, incluidos los asociados para el desarrollo, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, regionales y subregionales, para acelerar aún más la aplicación de las acciones específicas en las cinco prioridades acordadas en el Programa de Acción de Almaty y las que figuran en la Declaración sobre la revisión intermedia, de una manera mejor coordinada, en particular para la construcción, mantenimiento y mejora de su transporte, almacenamiento y otras instalaciones relacionadas con el tránsito, incluyendo las rutas alternativas, completar las conexiones restantes y mejorar las comunicaciones y la infraestructura de energía , con el fin de apoyar el desarrollo sostenible de estos países.
África
183. Si bien reconocemos que algunos se han hecho progresos hacia el cumplimiento de los compromisos internacionales relacionados con las necesidades de desarrollo de África, hacemos hincapié en que sigue habiendo retos importantes para alcanzar el desarrollo sostenible en el continente.
184. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para reforzar el apoyo y cumplir con los compromisos para avanzar en la acción en áreas críticas para el desarrollo sostenible de África y la bienvenida a los esfuerzos de los socios de desarrollo para fortalecer la cooperación con la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD). También acogemos con satisfacción los progresos realizados por los países africanos en profundización de la democracia, los derechos humanos, buena gobernanza y la buena gestión económica, y alentar a los países africanos a que prosigan sus esfuerzos en este sentido. Invitamos a todos los socios de desarrollo de África, en particular los países desarrollados, a apoyar a los países africanos en el fortalecimiento de las capacidades humanas y las instituciones democráticas, en consonancia con sus prioridades y objetivos con el fin de promover el desarrollo de África en todos los niveles, incluso mediante la facilitación de la transferencia de la tecnología necesaria por los países africanos, de mutuo acuerdo. Reconocemos la necesidad de que los países africanos a realizar esfuerzos continuos para crear ambientes propicios para el crecimiento inclusivo en apoyo del desarrollo sostenible y para la comunidad internacional a que sigan tratando de aumentar el flujo de recursos nuevos y adicionales para financiar el desarrollo de todas las fuentes, públicas y privadas, nacionales y extranjeros, para apoyar estos esfuerzos de desarrollo de los países africanos y la bienvenida a las diversas iniciativas importantes que se establecen entre países africanos y sus asociados para el desarrollo en este sentido.
(INGLÉS XXX)
I. Our Common Vision
1.
We, the heads of State and Government and high level representatives, having
met at Rio de Janeiro, Brazil, from 20-22 June 2012, with full
participation of civil society, renew our commitment to sustainable development,
and to ensure the promotion of economically, socially and environmentally
sustainable future for our planet and for present and future generations.
2.
Eradicating poverty is the greatest global challenge facing the world today and
an indispensable requirement for sustainable development. In this regard we are
committed to free humanity from poverty and hunger as a matter of urgency.
3.
We therefore acknowledge the need to further mainstream sustainable development
at all levels integrating economic, social and environmental aspects and
recognizing their interlinkages, so as to achieve sustainable development in
all its dimensions.
4.
We recognize that poverty eradication, changing unsustainable and promoting
sustainable patterns of consumption and production, and protecting and managing
the natural resource base of economic and social development are the
overarching objectives of and essential requirements for sustainable
development. We also reaffirm the need to achieve sustainable development by:
promoting sustained, inclusive and equitable economic growth, creating greater
opportunities for all, reducing inequalities, raising basic standards of
living; fostering equitable social development and inclusion; and promoting
integrated and sustainable management of natural resources and ecosystems that
supports inter alia economic, social
and human development while facilitating ecosystem conservation, regeneration
and restoration and resilience in the face of new and emerging challenges.
5.
We reaffirm our commitment to making every effort to accelerate the achievement
of the internationally agreed development goals, including the Millennium
Development Goals (MDGs) by 2015.
6.
We recognize that people are at the center of sustainable development and in
this regard, we strive for a world which is just, equitable and inclusive, and
we commit to work together to promote sustained and inclusive economic growth,
social development, environmental protection and thereby to benefit all.
7.
We reaffirm that we continue to be guided by the purposes and principles of the
Charter of the United Nations, and with full respect for international law and
its principles.
8.
We also reaffirm the importance of freedom, peace and security, respect for all
human rights, including the right to development and the right to an adequate
standard of living, including the right to food, the rule of law, gender
equality and women’s empowerment and the overall commitment to just and
democratic societies for development.
9.
We reaffirm the importance of the Universal Declaration of Human Rights, as
well as other international instruments relating to human rights and
international law. We emphasize the responsibilities of all States, in
conformity with the Charter of the United Nations, to respect, protect and
promote human rights and fundamental freedoms for all, without distinction of
any kind to race, colour, sex, language or religion, political or other
opinion, national or social origin, property, birth, disability or other
status.
10.
We acknowledge that democracy, good governance and the rule of law, at the
national and international levels, as well as an enabling environment are
essential for sustainable development, including sustained and inclusive
economic growth, social development, environmental protection and the
eradication of poverty and hunger. We reaffirm that to achieve our sustainable
development goals. We need institutions at all levels that are effective,
transparent, accountable and democratic.
11.
We reaffirm our commitment to strengthening international cooperation to
address the persistent challenges related to sustainable development for all,
in particular in developing countries. In this regard, we reaffirm the need to
achieve economic stability and sustained economic growth, promotion of social
equity, and protection of the environment, while enhancing gender equality and
women’s empowerment, and equal opportunities for all, and the protection,
survival and development of children to their full potential, including through
education.
12.
We resolve to take urgent action to achieve sustainable development. We
therefore renew our commitment to sustainable development, assessing the
progress to date and the remaining gaps in the implementation of the outcomes
of the major summits on sustainable development and addressing new and emerging
challenges. We express our determination to address the themes of the
Conference, namely a green economy in the context of sustainable development
and poverty eradication, and the institutional framework for sustainable
development.
13.
We recognize that people’s opportunities to influence their lives and future,
participate in decision making and voice their concerns are fundamental for
sustainable development. We underscore that sustainable development requires
concrete and urgent action. It can only be achieved with a broad alliance of
people, governments, civil society and private sector, all working together to
secure the future we want for present and future generations.
II. Renewing Political Commitment
A. Reaffirming Rio
principles and past action plans
14.
We recall the Stockholm Declaration of the United Nations Conference on the
Human Environment adopted at Stockholm on 16
June 1972.
15.
We reaffirm all the principles of the Rio Declaration on Environment and
Development, including, inter alia,
the principle of common but differentiated responsibilities, as set out in
Principle 7 of the Rio Declaration.
16.
We reaffirm our commitment to fully implement the Rio Declaration on
Environment and Development, Agenda 21, the Programme for the Further
Implementation of Agenda 21, the Plan of Implementation of the World Summit on
Sustainable Development (Johannesburg Declaration on Sustainable Development
and the Plan of Implementation) of the World Summit on Sustainable Development,
the Barbados Programme of Action and the Mauritius Strategy for Implementation.
We also reaffirm our commitment to the full implementation of the Istanbul
Programme of Action for Least Developed Countries (IPOA), the Almaty Programme
of Action for Landlocked Developing Countries, the Political declaration on
Africa’s development needs, and the New Partnership for Africa’s
Development. We recall as well our commitments in the outcomes of all the major
United Nations conferences and summits in the economic, social and
environmental fields, including the UN Millennium Declaration and the 2005
World Summit outcome, the Monterrey Consensus and the Doha Declaration on
Financing for Development, the outcome document of the High-Level Plenary
Meeting of the UN General Assembly on the MDGs, the Programme of Action of the
International Conference on Population and Development, the Key Actions for
Further Implementation of the Programme of Action, and the Beijing Declaration
and Platform for Action.
17.
We recognize the importance of the three Rio Conventions to advancing
sustainable development and in this regard we urge all Parties to fully
implement their commitments under the United Nations Framework Convention on
Climate Change (UNFCCC), the Convention on Biological Diversity (CBD) and the
United Nations Convention to Combat Desertification (UNCCD), in accordance with
their respective principles and provisions, as well as to take effective and
concrete actions and measures at all levels, and to enhance international
cooperation.
18.
We are determined to reinvigorate political will and to raise the level of
commitment by the international community to move the sustainable development
agenda forward, through the achievement of the internationally agreed
development goals including the Millennium Development Goals. We further
reaffirm our respective commitments to other relevant internationally agreed
goals in the economic, social and environmental fields since 1992. We therefore
resolve to take concrete measures that accelerate implementation of sustainable
development commitments.
B. Advancing Integration, Implementation, and
Coherence: Assessing the progress to date and the remaining gaps in the
implementation of the outcomes of the major summits on sustainable development
and addressing new and emerging challenges
19.
We recognize that the twenty years since the Earth Summit in 1992 have seen
uneven progress, including in sustainable development and poverty eradication.
We emphasize the need to make progress in implementing previous commitments. We
also recognize the need to accelerate progress in closing development gaps
between developed and developing countries, and to seize and create opportunities
to achieve sustainable development through economic growth and diversification,
social development and environment protection. To this end, we underscore the
continued need for an enabling environment at the national and international
levels, as well as continued and strengthened international cooperation,
particularly in the areas of finance, debt, trade and technology transfer, as
mutually agreed, and innovation and entrepreneurship, capacity building,
transparency and accountability. We recognize the diversification of actors and
stakeholders engaged in the pursuit of sustainable development. In this
context, we affirm the continued need for the full and effective participation
of all countries, in particular developing countries, in global decision
making.
20.
We acknowledge that since 1992 there have been areas of insufficient progress
and setbacks in the integration of the three dimensions of sustainable
development, aggravated by multiple financial, economic, food and energy
crises, which have threatened the ability of all countries, in particular
developing countries, to achieve sustainable development. In this regard, it is
critical that we do not backtrack from our commitment to the outcome of the
Earth Summit. We also recognize that one of the current major challenges for
all countries, particularly for developing countries, is the impact from the
multiple crises affecting the world today.
21.
We are deeply concerned that one in five people on this planet, or over one
billion people, still live in extreme poverty, and that one in seven—or 14
percent—is undernourished, while public health challenges including pandemics
and epidemics remain omnipresent threats. In this context, we note the ongoing
discussions on human security in the United Nations General Assembly. We
acknowledge that with the world’s population projected to exceed nine billion
by 2050 with an estimated two thirds living in cities we need to increase our
efforts to achieve sustainable development and in particular, the eradication
of poverty and hunger and preventable diseases.
22.
We recognize examples of progress in sustainable development at regional,
national, sub-national and local levels. We note that efforts to achieve
sustainable development have been reflected in regional, national and
sub-national policies and plans, and that governments have strengthened their
commitment to sustainable development since the adoption of Agenda 21 through
legislation and institutions, and the development and implementation of international,
regional and sub-regional agreements and commitments.
23.
We reaffirm the importance of supporting developing countries in their efforts
to eradicate poverty and promote empowerment of the poor and people in
vulnerable situations including removing barriers to opportunity and enhancing
productive capacity, developing sustainable agriculture, and promoting full and
productive employment and decent work for all, complemented by effective social
policies, including social protection floors, with a view to achieving the
internationally agreed development goals, including the MDGs.
24.
We express deep concern about the continuing high levels of unemployment and
underemployment, particularly among young people, and note the need for
sustainable development strategies to proactively address youth employment at
all levels. In this regard, we recognize the need for a global strategy on
youth and employment building on the work of the International Labour
Organization (ILO).
25.
We acknowledge that climate change is a cross-cutting and persistent crisis and
express our concern that the scale and gravity of the negative impacts of
climate change affect all countries and undermine the ability of all countries,
in particular, developing countries, to achieve sustainable development and the
MDGs and threaten the viability and survival of nations. Therefore we
underscore that combatting climate change requires urgent and ambitious action,
in accordance with the principles and provisions of the UNFCCC.
26.
States are strongly urged to refrain from promulgating and applying any
unilateral economic, financial or trade measures not in accordance with
international law and the Charter of the United Nations that impede the full
achievement of economic and social development, particularly in developing
countries.
27.
We reiterate our commitment, expressed in the Johannesburg Plan of
Implementation (JPOI), in the World Summit Outcome of 2005 and the MDGs Summit
of 2010, to take further effective measures and actions, in conformity with
international law, to remove the obstacles to the full realization of the right
of self determination of peoples living under colonial and foreign occupation,
which continue to adversely affect their economic and social development as
well as their environment and are incompatible with the dignity and worth of
the human person and must be combated and eliminated.
28.
We also reaffirm that in accordance with the Charter of the United Nations,
this shall not be construed as authorizing or encouraging any action against
the territorial integrity or political independence of any State.
29.
We also resolve to take further effective measures and actions, in conformity
with international law, to remove obstacles and constraints, strengthen support
and meet the special needs of people living in areas affected by complex
humanitarian emergencies and in areas affected by terrorism.
30.
We recognize that many people, especially the poor, depend directly on
ecosystems for their livelihoods, their economic, social and physical
well-being, and their cultural heritage. For this reason, it is essential to
generate decent jobs and incomes that decrease disparities in standards of
living to better meet people’s needs and promote sustainable livelihoods and
practices and the sustainable use of natural resources and ecosystems.
31.
We emphasize that sustainable development must be inclusive and
people-centered, benefiting and involving all people, including youth and
children. We recognize that gender equality and women’s empowerment are
important for sustainable development and our common future. We reaffirm our
commitments to ensure women’s equal rights, access and opportunities for
participation and leadership in the economy, society and political decision
making.
32.
We recognize that each country faces specific challenges to achieve sustainable
development and we underscore the special challenges facing the most vulnerable
countries and in particular African countries, least developed countries,
landlocked developing countries, and small island developing States (SIDS) as
well as the specific challenges facing the middle-income countries. Countries
in situations of conflict also need special attention.
33.
We reaffirm our commitment to take urgent and concrete action to address the
vulnerability of SIDS, including through the sustained implementation of the
Mauritius Strategy for the Further Implementation of the Programme of Action
for the Sustainable Development of Small Island Developing States and Barbados
Programme of Action, and underscore the urgency of finding additional solutions
to the major challenges facing small island developing States in a concerted
manner so as to support them in sustaining momentum realized in implementing
the Barbados Programme of Action and Mauritius Strategy for Implementation and
achieving sustainable development.
34.
We reaffirm that the Istanbul Programme of Action for the Least Developed
Countries for the Decade 2011-2020 outlines LDCs’ priorities for sustainable development
and defines a framework for renewed and strengthened global partnership to
implement them. We commit to assist LDCs with the implementation of the IPOA as
well as their efforts to achieve sustainable development.
35.
We recognize that more attention should be given to Africa and the
implementation of previously agreed commitments related to its development
needs that were made at major UN Summits and Conferences. We note that aid to
Africa has increased in recent years. However, it still lags behind on
commitments that were previously made. We underscore the key priority for the
international community of supporting Africa’s sustainable development efforts.
In this regard, we recommit to fully implement the internationally agreed
commitments related to Africa’s development needs, particularly those contained
in the United Nations Millennium Declaration, the Declaration on the New
Partnership for Africa’s Development, the Monterrey Consensus of the
International Conference on Financing for Development, the Johannesburg Plan of
Implementation and the 2005 World Summit Outcome as well as the 2008 Political
Declaration on Africa’s development needs.
36.
We recognize the serious constraints to achieve sustainable development in all
its three dimensions in landlocked developing countries. In this regard, we
reaffirm our commitment to address special development needs and the challenges
faced by landlocked developing countries through the full, timely and effective
implementation of the Almaty Programme of Action as contained in the
Declaration on the mid-term review.
37.
We recognize the progress made by middle-income countries in improving the
well-being of their people, as well as the specific development challenges they
face in their efforts to eradicate poverty, reduce inequalities, and achieve
their development goals, including the MDGs, and to achieve sustainable
development in a comprehensive manner integrating the economic, social and
environmental dimensions. We reiterate that these efforts should be adequately
supported by the international community, through various forms, taking into
account the needs and the capacity to mobilize domestic resources of these
countries.
38.
We recognize the need for broader measures of progress to complement GDP in
order to better inform policy decisions, and in this regard, we request the UN
Statistical Commission in consultation with relevant UN System entities and
other relevant organizations to launch a programme of work in this area
building on existing initiatives.
39.
We recognize that the planet Earth and its ecosystems are our home and that
Mother Earth is a common expression in a number of countries and regions and we
note that some countries recognize the rights of nature in the context of the
promotion of sustainable development. We are convinced that in order to achieve
a just balance among the economic, social and environment needs of present and
future generations, it is necessary to promote harmony with nature.
40.
We call for holistic and integrated approaches to sustainable development which
will guide humanity to live in harmony with nature and lead to efforts to
restore the health and integrity of the Earth's ecosystem.
41.
We acknowledge the natural and cultural diversity of the world and recognize
that all cultures and civilizations can contribute to sustainable development.
C. Engaging major groups and other stakeholders
42.
We reaffirm the key role of all levels of government and legislative bodies in
promoting sustainable development. We further acknowledge efforts and progress
made at the local and sub-national levels, and recognize the important role
that such authorities and communities can play in implementing sustainable
development, including by engaging citizens and stakeholders, and providing
them with relevant information, as appropriate, on the three dimensions of
sustainable development. We further acknowledge the importance of involving all
relevant decision makers into planning and implementation of sustainable
development policies.
43.
We underscore that broad public participation and access to information and
judicial and administrative proceedings are essential to the promotion of
sustainable development. Sustainable development requires the meaningful
involvement and active participation of regional, national and sub-national
legislatures and judiciaries, and all Major Groups: women, children and youth,
indigenous peoples, non-governmental organizations, local authorities, workers
and trade unions, business and industry, the scientific and technological
community, and farmers, as well as other stakeholders, including local
communities, volunteer groups and foundations, migrants, families as well as
older persons and persons with disabilities. In this regard, we agree to work
more closely with Major Groups and other stakeholders and encourage their
active participation, as appropriate, in processes that contribute to decision
making, planning and implementation of policies and programmes for sustainable
development at all levels.
44.
We acknowledge the role of civil society and the importance of enabling all
members of civil society to be actively engaged in sustainable development. We
recognize that improved participation of civil society depends upon, inter alia, strengthening access to
information, building civil society capacity as well as an enabling
environment. We recognize that information and communication technology (ICT)
is facilitating the flow of information between governments and the public. In
this regard, it is essential to work toward improved access to ICT, especially
broad-band network and services, and bridge the digital divide, recognizing the
contribution of international cooperation in this regard.
45.
We underscore that women have a vital role to play in achieving sustainable
development. We recognize the leadership role of women and we resolve to
promote gender equality and women’s empowerment and to ensure their full and
effective participation in sustainable development policies, programmes and decision-making
at all levels.
46.
We acknowledge that the implementation of sustainable development will depend
on active engagement of both the public and private sectors. We recognize that
the active participation of the private sector can contribute to the
achievement of sustainable development, including through the important tool of
public-private partnerships. We support national regulatory and policy
frameworks that enable business and industry to advance sustainable development
initiatives taking into account the importance of corporate social
responsibility. We call on the private sector to engage in responsible business
practices, such as those promoted by the UN Global Compact.
47.
We acknowledge the importance of corporate sustainability reporting and
encourage companies, where appropriate, especially publicly listed and large
companies, to consider integrating sustainability information into their
reporting cycle. We encourage industry, interested governments as well as
relevant stakeholders with the support of the UN system, as appropriate, to
develop models for best practice and facilitate action for the integration of
sustainability reporting, taking into account the experiences of already
existing frameworks, and paying particular attention to the needs of developing
countries, including for capacity building.
48.
We recognize the important contribution of the scientific and technological
community to sustainable development. We are committed to working with and
fostering collaboration among academic, scientific and technological community,
in particular in developing countries, to close the technological gap between
developing and developed countries, strengthen the science-policy interface as
well as to foster international research collaboration on sustainable
development.
49.
We stress the importance of the participation of indigenous peoples in the
achievement of sustainable development. We also recognize the importance of the
UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples in the context of global,
regional, national, and sub-national implementation of sustainable development
strategies.
50.
We stress the importance of the active participation of young people in
decision making processes as the issues we are addressing have a deep impact on
present and future generations, and as the contribution of children and youth
is vital to the achievement of sustainable development. We also recognize the
need to promote intergenerational dialogue and solidarity by recognizing their
views.
51.
We stress the importance of the participation of workers and trade unions to
the promotion of sustainable development. As the representatives of working
people, trade unions are important partners in facilitating the achievement of
sustainable development in particular the social dimension. Information,
education and training on sustainability at all levels, including in the
workplace, are key to strengthening workers’ and trade unions’ capacity to
support sustainable development.
52.
We recognize that farmers, including small-scale farmers and fishers,
pastoralists and foresters, can make important contributions to sustainable
development through production activities that are environmentally sound,
enhance food security and the livelihood of the poor, and invigorate production
and sustained economic growth.
53.
We note the valuable contributions that non-governmental organizations could
and do make in promoting sustainable development through their well-established
and diverse experience, expertise and capacity, especially in the area of
analysis, sharing of information and knowledge, promotion of dialogue and
support of implementation of sustainable development.
54.
We recognize the central role of the United Nations in advancing the
sustainable development agenda. We acknowledge as well, in this regard, the
contributions of other relevant international organizations, including
international financial institutions (IFIs) and multilateral development banks
and stress the importance of cooperation among them and with the United
Nations, within their respective mandates, recognizing their role in mobilizing
resources for sustainable development.
55.
We commit ourselves to re-invigorating the global partnership for sustainable
development that we launched in Rio in 1992. We recognize the need to impart
new momentum to our cooperative pursuit of sustainable development, and commit
to work together with Major Groups and other stakeholders in addressing
implementation gaps.
III. Green economy in the
context of sustainable development and poverty eradication
56.
We affirm that there are different approaches, visions, models and tools
available to each country, in accordance with its national circumstances and
priorities, to achieve sustainable development in its three dimensions which is
our overarching goal. In this regard, we consider green economy in the context
of sustainable development and poverty eradication as one of the important
tools available for achieving sustainable development and that it could provide
options for policy making but should not be a rigid set of rules. We emphasize
that it should contribute to eradicating poverty as well as sustained economic
growth, enhancing social inclusion, improving human welfare and creating
opportunities for employment and decent work for all, while maintaining the
healthy functioning of the Earth’s ecosystems.
57.
We affirm that policies for green economy in the context of sustainable
development and poverty eradication should be guided by and in accordance with
all the Rio principles, Agenda 21 and the Johannesburg Plan of Implementation
and contribute towards achieving relevant internationally agreed development
goals including the MDGs.
58.
We affirm that green economy policies in the context of sustainable development
and poverty eradication should:
(a) be consistent with international law;
(b) respect each country’s national sovereignty over
their natural resources taking into account its national circumstances,
objectives, responsibilities, priorities and policy space with regard to the
three dimensions of sustainable development;
(c) be supported by an enabling environment and
well-functioning institutions at all levels with a leading role for governments
and with the participation of all relevant stakeholders, including civil
society;
(d) promote sustained and inclusive economic growth,
foster innovation and provide opportunities, benefits and empowerment for all
and respect of all human rights;
(e) take into account the needs of developing countries,
particularly those in special situations;
(f) strengthen international cooperation, including
the provision of financial resources, capacity building and technology transfer
to developing countries;
(g) effectively avoid unwarranted conditionalities on
ODA and finance;
(h) not constitute a means of arbitrary or
unjustifiable discrimination or a disguised restriction on international trade,
avoid unilateral actions to deal with environmental challenges outside the
jurisdiction of the importing country, and ensure that environmental measures
addressing trans-boundary or global environmental problems, as far as possible,
are based on an international consensus;
(i) contribute to closing technology gaps between
developed and developing countries and reduce the technological dependence of
developing countries using all appropriate measures;
(j) enhance the welfare of indigenous peoples and
their communities, other local and traditional communities, and ethnic
minorities, recognizing and supporting their identity, culture and interests
and avoid endangering their cultural heritage, practices and traditional
knowledge, preserving and respecting non-market approaches that contribute to
the eradication of poverty;
(k) enhance the welfare of women, children, youth,
persons with disabilities, smallholder and subsistence farmers, fishers and
those working in small and medium enterprises, and improve the livelihoods and
empowerment of the poor and vulnerable groups in particular in developing
countries;
(l) mobilize the full potential and ensure equal
contribution of both women and men;
(m) promote productive activities in developing
countries that contribute to the eradication of poverty;
(n) address the concern about inequalities and promote
social inclusion, including social protection floors;
(o) promote sustainable consumption and production
patterns; and
(p) continue efforts to strive for inclusive,
equitable development approaches to overcome poverty and inequality.
59.
We view the implementation of green economy policies by countries that seek to
apply them for the transition towards sustainable development as a common
undertaking, and we recognize that each country can choose an appropriate
approach in accordance with national sustainable development plans, strategies
and priorities.
60.
We acknowledge that green economy in the context of sustainable development and
poverty eradication will enhance our ability to manage natural resources
sustainably and with lower negative environmental impacts, increase resource
efficiency and reduce waste.
61.
We recognize that urgent action on unsustainable patterns of production and
consumption where they occur remains fundamental in addressing environmental
sustainability, and promoting conservation and sustainable use of biodiversity
and ecosystems, regeneration of natural resources, and the promotion of
sustained, inclusive and equitable global growth.
62.
We encourage each country to consider the implementation of green economy
policies in the context of sustainable development and poverty eradication, in
a manner that endeavours to drive sustained, inclusive and equitable economic
growth and job creation, particularly for women, youth and the poor. In this
respect, we note the importance of ensuring that workers are equipped with the
necessary skills, including through education and capacity building, and are
provided with the necessary social and health protections. In this regard, we
encourage all stakeholders, including business and industry to contribute, as appropriate.
We invite governments to improve knowledge and statistical capacity on job
trends, developments and constraints and integrate relevant data into national
statistics, with the support of relevant UN agencies within their mandates.
63.
We recognise the importance of the evaluation of the range of social,
environmental and economic factors and encourage, where national circumstances
and conditions allow, their integration into decision making. We acknowledge
that it will be important to take into account the opportunities and
challenges, as well as the costs and benefits of green economy policies in the
context of sustainable development and poverty eradication, using the best
available scientific data and analysis. We acknowledge that a mix of measures,
including regulatory, voluntary and others applied at the national level and
consistent with obligations under international agreements, could promote green
economy in the context of sustainable development and poverty eradication. We
reaffirm that social policies are vital to promoting sustainable development.
64.
We acknowledge that involvement of all stakeholders and their partnerships,
networking and experience sharing at all levels could help countries to learn
from one another in identifying appropriate sustainable development policies,
including green economy policies. We note the positive experiences in some
countries, including in developing countries, in adopting green economy
policies in the context of sustainable development and poverty eradication
through an inclusive approach and welcome the voluntary exchange of experiences
as well as capacity building in the different areas of sustainable development.
65.
We recognize the power of communications technologies, including connection technologies
and innovative applications to promote knowledge exchange, technical
cooperation and capacity building for sustainable development. These
technologies and applications can build capacity and enable the sharing of
experiences and knowledge in the different areas of sustainable development in
an open and transparent manner.
66.
Recognizing the importance of linking financing, technology, capacity building
and national needs for sustainable development policies, including green
economy in the context of sustainable development and poverty eradication, we
invite the UN System, in cooperation with relevant donors and international
organizations to coordinate and provide information upon request on:
(a) matching interested countries with the partners best
suited to provide requested support;
(b) toolboxes and/or best practices in applying
policies on green economy in the context of sustainable development and poverty
eradication at all levels;
(c) models or good examples of policies of green
economy in the context of sustainable development and poverty eradication;
(d) methodologies for evaluation of policies of green
economy in the context of sustainable development and poverty eradication;
(e) existing and emerging platforms that contribute in
this regard.
67.
We underscore the importance of governments taking a leadership role in
developing policies and strategies through an inclusive and transparent
process. We also take note of the efforts of those countries, including
developing countries, that have already initiated processes to prepare national
green economy strategies and policies in support of sustainable development.
68.
We invite relevant stakeholders, including the UN Regional Commissions, UN
organizations and bodies, other relevant intergovernmental and regional
organizations, international financial institutions and major groups involved
in sustainable development, according to their respective mandates, to support
developing countries upon request to achieve sustainable development, including
through, inter alia, green economy
policies in the context of sustainable development and poverty eradication, in
particular in least developed countries.
69.
We also invite business and industry as appropriate and in accordance with
national legislation to contribute to sustainable development and to develop
sustainability strategies that integrate, inter
alia, green economy policies.
70.
We acknowledge the role of cooperatives and microenterprises in contributing to
social inclusion and poverty reduction in particular in developing countries.
71.
We encourage existing and new partnerships, including public-private
partnerships, to mobilize public financing complemented by the private sector,
taking into account the interests of local and indigenous communities when
appropriate. In this regard, governments should support initiatives for
sustainable development, including promoting the contribution of the private
sector to support green economy policies in the context of sustainable
development and poverty eradication.
72.
We recognize the critical role of technology as well as the importance of
promoting innovation, in particular in developing countries. We invite
governments, as appropriate, to create enabling frameworks that foster
environmentally sound technology, research and development, and innovation,
including in support of green economy in the context of sustainable development
and poverty eradication.
73.
We emphasize the importance of technology transfer to developing countries and
recall the provisions on technology transfer, finance, access to information,
and intellectual property rights as agreed in the Johannesburg Plan of
Implementation, in particular its call to promote, facilitate and finance, as
appropriate, access to and the development, transfer and diffusion of
environmentally sound technologies and corresponding know-how, in particular to
developing countries, on favourable terms, including on concessional and
preferential terms, as mutually agreed. We also take note of the further
evolution of discussions and agreements on these issues since the JPOI.
74.
We recognize that the efforts of developing countries that choose to implement
green economy policies in the context of sustainable development and poverty
eradication should be supported through technical and technological assistance.
IV. Institutional framework
for sustainable development
A. Strengthening the three dimensions of sustainable
development
75.
We underscore the importance of a strengthened institutional framework for
sustainable development which responds coherently and effectively to current
and future challenges and efficiently bridges gaps in the implementation of the
sustainable development agenda. The institutional framework for sustainable
development should integrate the three dimensions of sustainable development in
a balanced manner and enhance implementation by, inter alia, strengthening coherence, coordination, avoiding
duplication of efforts and reviewing progress in implementing sustainable
development. We also reaffirm that the framework should be inclusive,
transparent and effective and that it should find common solutions related to
global challenges to sustainable development.
76.
We recognize that effective governance at local, sub-national, national,
regional and global levels representing the voices and interests of all is
critical for advancing sustainable development. The strengthening and reform of
the institutional framework should not be an end in itself, but a means to
achieve sustainable development. We recognize that an improved and more
effective institutional framework for sustainable development at the
international level should be consistent with Rio Principles, build on Agenda
21, and Johannesburg Plan of Implementation and its objectives on the
institutional framework for sustainable development, and contribute to the
implementation of our commitments in outcomes of UN conferences and summits in
economic, social, environmental and related fields and take into account
national priorities and the development strategies and priorities of developing
countries. We therefore resolve to strengthen the institutional framework for
sustainable development, which will, inter
alia:
(a) promote the balanced integration of the three
dimensions of sustainable development;
(b) be based on an action- and result-oriented
approach giving due regard to all relevant cross-cutting issues with the aim to
contribute to the implementation of sustainable development;
(c) underscore the importance of interlinkages among
key issues and challenges and the need for a systematic approach to them at all
relevant levels;
(d) enhance coherence, reduce fragmentation and
overlap and increase effectiveness, efficiency and transparency, while
reinforcing coordination and cooperation;
(e) promote full and effective participation of all
countries in decision-making processes;
(f) engage high level political leaders, provide
policy guidance, as well as identify specific actions to promote effective
implementation of sustainable development, including through voluntary sharing
of experiences and lessons learned;
(g) promote the science-policy interface through
inclusive, evidence-based and transparent scientific assessments, as well as
access to reliable, relevant and timely data in areas related to the three
dimensions of sustainable development, building on existing mechanisms, as
appropriate; in this regard, strengthen participation of all countries in international
sustainable development processes and capacity building especially for
developing countries, including in conducting their own monitoring and
assessments;
(h) enhance the participation and effective engagement
of civil society and other relevant stakeholders in the relevant international
fora and in this regard promote transparency and broad public participation and
partnerships to implement sustainable development;
(i) promote the review and stocktaking of progress in
the implementation of all sustainable development commitments, including
commitments related to means of implementation.
B. Strengthening intergovernmental arrangements for
sustainable development
77.
We acknowledge the vital importance of an inclusive, transparent, reformed and
strengthened, and effective multilateral system in order to better address the
urgent global challenges of sustainable development today, recognizing the
universality and central role of the United Nations, and reaffirming our
commitment to promote and strengthen the effectiveness and efficiency of the
United Nations system.
78.
We underscore the need to strengthen UN system-wide coherence and coordination,
while ensuring appropriate accountability to Member States, by, inter alia, enhancing coherence in reporting
and reinforcing cooperative efforts under existing inter-agency mechanisms and
strategies to advance the integration of the three dimensions of sustainable
development within the United Nations system, including through exchange of
information among its agencies, funds and programmes, and also with the
international financial institutions and other relevant organizations such as
the World Trade Organization (WTO), within their respective mandates.
79.
We emphasize the need for an improved and more effective institutional
framework for sustainable development that should: be guided by the specific
functions required and mandates involved; address the shortcomings of the
current system; take into account all relevant implications; promote synergies and
coherence; seek to avoid duplication and eliminate unnecessary overlaps within
the UN system; and, reduce administrative burdens, and build on existing
arrangements.
General Assembly
80.
We reaffirm the role and authority of the General Assembly on global matters of
concern to the international community, as set out in the Charter.
81.
We further reaffirm the central position of the General Assembly as the chief
deliberative, policy-making and representative organ of the United Nations. In
this regard, we call for the General Assembly to further integrate sustainable
development as a key element of the overarching framework for United Nations
activities and adequately address sustainable development in its agenda
setting, including through periodic high-level dialogues.
Economic and Social Council
82.
We reaffirm that the Economic and Social Council is a principal body for policy
review, policy dialogue and recommendations on issues of economic and social
development and for the follow-up to the Millennium Development Goals and a
central mechanism for the coordination of the United Nations system and
supervision of the Council’s subsidiary bodies, in particular its functional
commissions, and for promoting the implementation of Agenda 21 by strengthening
system-wide coherence and coordination. We also reaffirm the major role the
Council plays in the overall coordination of funds, programmes and specialized
agencies, ensuring coherence among them and avoiding duplication of mandates
and activities.
83.
We commit to strengthen ECOSOC within its Charter mandate, as a principal organ
in the integrated and coordinated follow-up of the outcomes of all major UN
Conferences and summits in the economic, social, environmental and related
fields, and recognize its key role in achieving a balanced integration of the
three dimensions of sustainable development. We look forward to the Review of
the Implementation of General Assembly 61/16 on the Strengthening of ECOSOC.
High level political forum
84.
We decide to establish a universal intergovernmental high level political
forum, building on the strengths, experiences, resources and inclusive
participation modalities of the Commission on Sustainable Development, and
subsequently replacing the Commission. The high level political forum shall
follow up on the implementation of sustainable development and should avoid
overlap with existing structures, bodies and entities in a cost-effective
manner.
85.
The high level forum could:
(a) provide political leadership, guidance, and
recommendations for sustainable development;
(b) enhance integration of the three dimensions of
sustainable development in a holistic and cross-sectoral manner at all levels;
(c) provide a dynamic platform for regular dialogue,
and stocktaking and agenda setting to advance sustainable development;
(d) have a focused, dynamic and action-oriented
agenda, ensuring the appropriate consideration of new and emerging sustainable
development challenges;
(e) follow up and review progress in the implementation
of sustainable development commitments contained in Agenda 21, Johannesburg
Plan of Implementation, Barbados Programme of Action, Mauritius Strategy for
Implementation and the outcome of this Conference and, as appropriate, relevant
outcomes of other UN summits and conferences, including the outcome of the
Fourth United Nations Conference on the Least Developed Countries, as well as
their respective means of implementation;
(f) encourage high-level system-wide participation of
UN Agencies, funds and programmes and invite to participate, as appropriate,
other relevant multilateral financial and trade institutions, treaty bodies,
within their respective mandates and in accordance with UN rules and
provisions;
(g) improve cooperation and coordination within the UN
system on sustainable development programmes and policies;
(h) promote transparency and implementation through
further enhancing the consultative role and participation of Major Groups and
other relevant stakeholders at the international level in order to better make
use of their expertise, while retaining the intergovernmental nature of
discussions;
(i) promote the sharing of best practices and
experiences relating to the implementation of sustainable development, and on a
voluntary basis, facilitate sharing of experiences, including successes,
challenges, and lessons learnt;
(j) promote system-wide coherence and coordination of
sustainable development policies;
(k) strengthen the science-policy interface through
review of documentation bringing together dispersed information and
assessments, including in the form of a global sustainable development report,
building on existing assessments;
(l) enhance evidence-based decision-making at all
levels and contribute to strengthen ongoing efforts of capacity building for
data collection and analysis in developing countries.
86.
We decide to launch an intergovernmental and open, transparent and inclusive
negotiation process under the General Assembly to define the high level forum’s
format and organizational aspects with the aim of convening the first high
level forum at the beginning of the 68th session of the General Assembly. We
will also consider the need for promoting intergenerational solidarity for the
achievement of sustainable development, taking into account the needs of future
generations, including by inviting the Secretary General to present a report on
this issue.
C. Environmental pillar in the context of sustainable
development
87.
We reaffirm the need to strengthen international environmental governance
within the context of the institutional framework for sustainable development,
in order to promote a balanced integration of the economic, social and
environmental dimensions of sustainable development as well as coordination
within the UN system.
88.
We are committed to strengthening the role of the United Nations Environment
Programme as the leading global environmental authority that sets the global
environmental agenda, that promotes the coherent implementation of the
environmental dimension of sustainable development within the United Nations
system and that serves as an authoritative advocate for the global environment.
We reaffirm resolution 2997 (XXVII) of 15 December 1972 which established UNEP
and other relevant resolutions that reinforce its mandate, as well as the 1997
Nairobi and 2000 Malmö Ministerial Declarations. In this regard, we invite the
United Nations General Assembly, in its 67th Session, to adopt a Resolution
strengthening and upgrading UNEP in the following manner:
(a) Establish universal membership in the Governing
Council of UNEP, as well as other measures to strengthen its governance as well
its responsiveness and accountability to Member States;
(b) Have secure, stable, adequate and increased
financial resources from the regular budget of the UN and voluntary
contributions to fulfill its mandate;
(c) Enhance UNEP’s voice and ability to fulfill its
coordination mandate within the UN system by strengthening UNEP engagement in
key UN coordination bodies and empowering UNEP to lead efforts to formulate UN
system-wide strategies on the environment;
(d) Promote a strong science-policy interface,
building on existing international instruments, assessments, panels and
information networks, including the Global Environmental Outlook, as one of the
processes aimed at bringing together information and assessment to support
informed decision-making;
(e) Disseminate and share evidence-based environmental
information and raise public awareness on critical as well as emerging environmental
issues;
(f) Provide capacity building to countries as well as
support and facilitate access to technology;
(g) Progressively consolidate headquarters functions
in Nairobi, as well as strengthen its regional presence, in order to assist
countries, upon request, in the implementation of their national environmental
policies, collaborating closely with other relevant entities of the UN system;
(h) Ensure the active participation of all relevant
stakeholders drawing on best practices and models from relevant multilateral
institutions and exploring new mechanisms to promote transparency and the
effective engagement of civil society.
89.
We recognize the significant contributions to sustainable development made by
the multilateral environmental agreements (MEAs). We acknowledge the work
already undertaken to enhance synergies among the three Conventions in the
chemicals and waste cluster (the Basel, Rotterdam and Stockholm Conventions).
We encourage parties to MEAs to consider further measures, in these and other
clusters, as appropriate, to promote policy coherence at all relevant levels,
improve efficiency, reduce unnecessary overlap and duplication, and enhance
coordination and cooperation among MEAs, including the three Rio Conventions as
well as with the UN system in the field.
90.
We stress the need for the continuation of a regular review of the state of the
Earth’s changing environment and its impact on human well-being and in this
regard, we welcome such initiatives as the Global Environmental Outlook process
aimed at bringing together environmental information and assessments and
building national and regional capacity to support informed decision making.
D. International financial institutions and UN
operational activities
91.
We recognize that sustainable development should be given due consideration by
the programmes, funds and specialized agencies of the UN system and other
relevant entities such as international financial institutions, and the United
Nations Conference on Trade and Development (UNCTAD), in accordance with their
respective existing mandates. In this regard, we invite them to further enhance
mainstreaming of sustainable development in their respective mandates,
programs, strategies and decision-making processes, in support of all countries
in particular developing countries’ efforts in the achievement of sustainable
development.
92.
We reaffirm the importance of broadening and strengthening the participation of
developing countries in international economic decision-making and norm-setting,
and in this regard, take note of recent important decisions on reform of the
governance structures, quotas and voting rights of the Bretton Woods
institutions, better reflecting current realities and enhancing the voice and
participation of developing countries, and reiterates the importance of the
reform of the governance of those institutions in order to deliver more
effective, credible, accountable and legitimate institutions.
93.
We call for the further mainstreaming of the three dimensions of sustainable
development throughout the UN System, and request the Secretary-General to
report to the General Assembly through ECOSOC on the progress made in this
regard. We also call for and recognize the importance of the strengthening of
policy coordination within key UN Secretariat structures so as to ensure
system-wide coherence in support of sustainable development, while ensuring
accountability to Member States.
94.
We invite the governing bodies of the funds, programmes and specialized
agencies of the UN development system to consider appropriate measures for
integrating the social, economic and environmental dimensions across the UN
System’s operational activities. We also emphasize that increasing the
financial contributions to the United Nations development system is key to
achieving the internationally agreed development goals, including the
Millennium Development Goals, and in this regard we recognize the mutually
reinforcing links among increased effectiveness, efficiency and coherence of the
United Nations development system, achieving concrete results in assisting
developing countries in eradicating poverty and achieving sustained economic
growth and sustainable development.
95.
We emphasize the need to strengthen operational activities for development of
the UN system in the field that are well aligned with national sustainable
development priorities of developing countries. In this regard, we emphasize
that the fundamental characteristics and principles of UN operational
activities set forth in the relevant General Assembly resolutions provide the
overarching framework for all matters pertaining to the UN development
assistance operations in the field. We recognize the importance of
strengthening UN system coordination. We look forward to receiving the outcome
of the independent evaluation of the “Delivering as One” initiative.
96.
We call on the UN system to improve the management of facilities and
operations, by taking into account sustainable development practices, building
on existing efforts and promoting cost effectiveness, and in accordance with
legislative frameworks, including financial rules and regulations, while
maintaining accountability to Member States.
E. Regional, national, sub-national, local
97.
We acknowledge the importance of the regional dimension of sustainable
development. Regional frameworks can complement and facilitate effective
translation of sustainable development policies into concrete action at
national level.
98.
We encourage regional, national, sub-national and local authorities as
appropriate to develop and utilize sustainable development strategies as key
instruments for guiding decision-making and implementation of sustainable
development at all levels, and in this regard we recognize that integrated social,
economic, and environmental data and information, as well as effective analysis
and assessment of implementation, is important to decision-making processes.
99.
We encourage action at regional, national, sub-national, and local levels to
promote access to information, public participation, and access to justice in
environmental matters, as appropriate.
100.
We emphasize that regional and sub-regional organizations, including the UN
regional commissions and their sub-regional offices, have a significant role to
play in promoting a balanced integration of the economic, social and
environmental dimensions of sustainable development in their respective
regions. We underscore the need to support these institutions, including
through the UN system, in the effective operationalization and implementation
of sustainable development, and to facilitate institutional coherence and
harmonization of relevant development policies, plans and programmes. In this
regard, we urge these institutions to prioritize sustainable development
through, inter alia, more efficient
and effective capacity building, development and implementation of regional
agreements and arrangements as appropriate, and exchange of information, best
practices, and lessons learnt. We also welcome regional and cross-regional
initiatives for sustainable development. We furthermore recognize the need to
ensure effective linkage among global, regional, sub-regional and national
processes to advance sustainable development. We encourage the enhancement of
the UN regional commissions and their sub-regional offices in their respective
capacities to support Member States in implementing sustainable development.
101.
We underline the need for more coherent and integrated planning and
decision-making at the national, sub-national and local levels as appropriate
and, to this end, we call on countries to strengthen national, sub-national
and/or local institutions or relevant multi-stakeholder bodies and processes,
as appropriate, dealing with sustainable development, including to coordinate
on matters of sustainable development and to enable effective integration of
the three dimensions of sustainable development.
102.
We welcome regional and cross-regional initiatives for sustainable development,
such as the Green Bridge Partnership which is voluntary and open for
participation of all partners.
103.
We underscore the need to ensure long-term political commitment to sustainable
development taking into account national circumstances and priorities and, in
this regard, we encourage all countries to undertake the necessary actions and
measures to achieve sustainable development.
V. Framework for action and
follow-up
A.
Thematic areas and cross-sectoral issues
104.
We recognize that in order to achieve the objective of the Conference, namely
to secure renewed political commitment for sustainable development, as well as
to address the themes of a green economy in the context of sustainable
development and poverty eradication and the institutional framework for
sustainable development, we commit to address remaining gaps in the
implementation of the outcomes of the major summits on sustainable development,
to address new and emerging challenges and to seize new opportunities through
the actions enumerated below in this framework for action supported as
appropriate through provision of means of implementation. We recognize that
goals, targets and indicators, including where appropriate gender-sensitive
indicators, are valuable in measuring and accelerating progress. We further
note that progress with implementation of the actions stipulated below can be
enhanced by voluntarily sharing information, knowledge and experience.
Poverty
eradication
105.
We recognize that, three years from the 2015 target date of the MDGs, while
there has been progress in reducing poverty in some regions, this progress has
been uneven and the number of people living in poverty in some countries
continues to increase, with women and children constituting the majority of the
most affected groups, especially in least developed countries and particularly
in Africa.
106.
We recognize that sustained, inclusive and equitable economic growth in
developing countries is a key requirement for eradicating poverty and hunger
and achieving the MDGs. In this regard, we emphasize that national efforts of
developing countries should be complemented by an enabling environment aimed at
expanding development opportunities of developing countries. We also emphasize
the need to accord the highest priority to poverty eradication within the
United Nations development agenda, addressing the root causes and challenges of
poverty through integrated, coordinated and coherent strategies at all levels.
107.
We recognize that promoting universal access to social services can make an
important contribution to consolidating and achieving development gains. Social
protection systems that address and reduce inequality and social exclusion are
essential for eradicating poverty and advancing the achievement of the Millennium
Development Goals. In this regard, we strongly encourage initiatives aimed at
enhancing social protection for all people.
Food
security and nutrition and sustainable agriculture
108.
We reaffirm our commitments regarding the right of everyone to have access to
safe, sufficient and nutritious food, consistent with the right to adequate
food and the fundamental right of everyone to be free from hunger. We
acknowledge that food security and nutrition has become a pressing global
challenge and, in this regard, we further reaffirm our commitment to enhancing
food security and access to adequate, safe and nutritious food for present and
future generations in line with the Rome Principles adopted in 2009, including
children under two, and through, as appropriate, national, regional and global
food security and nutrition strategies.
109.
We recognize that a significant portion of the world’s poor live in rural
areas, and that rural communities play an important role in the economic
development of many countries. We emphasize the need to revitalize the
agricultural and rural development sectors, notably in developing countries, in
an economically, socially and environmentally sustainable manner. We recognize
the importance to take the necessary actions to better address the needs of
rural communities through, inter alia,
enhancing access by agricultural producers, in particular small producers,
women, indigenous peoples and people living in vulnerable situations, to credit
and other financial services, markets, secure land tenure, health care and
social services, education and training, knowledge, and appropriate and
affordable technologies, including for efficient irrigation, reuse of treated
waste water, water harvesting and storage. We reiterate the importance of empowering
rural women as critical agents for enhancing agricultural and rural development
and food security and nutrition. We also recognize the importance of
traditional sustainable agricultural practices, including traditional seed
supply systems, including for many indigenous peoples and local communities.
110.
Noting the diversity of agricultural conditions and systems, we resolve to
increase sustainable agricultural production and productivity globally,
including through improving the functioning of markets and trading systems and
strengthening international cooperation, particularly for developing countries,
by increasing public and private investment in sustainable agriculture, land
management and rural development. Key areas for investment and support include:
sustainable agricultural practices; rural infrastructure, storage capacities
and related technologies; research and development on sustainable agricultural
technologies; developing strong agricultural cooperatives and value chains; and
strengthening urban-rural linkages. We also recognize the need to significantly
reduce post-harvest and other food losses and waste throughout the food supply
chain.
111.
We reaffirm the necessity to promote, enhance and support more sustainable
agriculture, including crops, livestock, forestry, fisheries and aquaculture,
that improves food security, eradicates hunger, and is economically viable,
while conserving land, water, plant and animal genetic resources, biodiversity
and ecosystems, and enhancing resilience to climate change and natural
disasters. We also recognize the need to maintain natural ecological processes
that support food production systems.
112.
We stress the need to enhance sustainable livestock production systems,
including through improving pasture land and irrigation schemes in line with
national policies, legislation, rules and regulations, enhanced sustainable
water management systems, and efforts to eradicate and prevent the spread of
animal diseases, recognizing that the livelihoods of farmers including
pastoralists and the health of livestock are intertwined.
113.
We also stress the crucial role of healthy marine ecosystems, sustainable
fisheries, and sustainable aquaculture for food security and nutrition, and in
providing for the livelihoods of millions of people.
114.
We resolve to take action to enhance agricultural research, extension services,
training and education to improve agricultural productivity and sustainability
through the voluntary sharing of knowledge and good practices. We further
resolve to improve access to information, technical knowledge and know-how,
including through new information and communication technologies that empower
farmers, fishers and foresters to choose among diverse methods of achieving
sustainable agricultural production. We call for the strengthening of
international cooperation on agricultural research for development.
115.
We reaffirm the important work and inclusive nature of the Committee on World
Food Security (CFS), including through its role in facilitating
country-initiated assessments on sustainable food production and food security,
and we encourage countries to give due consideration to implementing the CFS
Voluntary Guidelines on the Responsible Governance of Tenure of Land, Fisheries
and Forests in the Context of National Food Security. We take note of the
on-going discussions on responsible agricultural investment in the framework of
the CFS, as well as the Principles for Responsible Agricultural Investment
(PRAI).
116.
We stress the need to address the root causes of excessive food price
volatility, including its structural causes, at all levels, and the need to
manage the risks linked to high and excessively volatile prices in agriculture
commodities and their consequences for global food security and nutrition, as
well as for smallholder farmers and poor urban dwellers.
117.
We underline the importance of timely, accurate and transparent information in
helping to address excessive food price volatility, and in this regard takes
note of the Agricultural Market Information System hosted by the Food and
Agriculture Organization of the United Nations and urges the participating
international organizations, private sector actors and Governments to ensure
the public dissemination of timely and quality food market information
products.
118.
We reaffirm that a universal, rules-based, open, non-discriminatory and
equitable multilateral trading system will promote agricultural and rural
development in developing countries and contribute to world food security. We
urge national, regional and international strategies to promote the
participation of farmers, especially smallholder farmers, including women, in
community, domestic, regional and international markets.
Water and
sanitation
119.
We recognize that water is at the core of sustainable development as it is
closely linked to a number of key global challenges. We therefore reiterate the
importance of integrating water in sustainable development and underline the
critical importance of water and sanitation within the three dimensions of
sustainable development.
120.
We reaffirm the commitments made in the Johannesburg Plan of Implementation and
Millennium Declaration regarding halving by 2015 the proportion of people
without access to safe drinking water and basic sanitation and the development
of integrated water resource management and water efficiency plans, ensuring
sustainable water use. We commit to the progressive realization of access to
safe and affordable drinking water and basic sanitation for all, as necessary
for poverty eradication and to protect human health, and to significantly
improve the implementation of integrated water resource management at all
levels as appropriate. In this regard, we reiterate these commitments in particular
for developing countries through the mobilization of resources from all
sources, capacity building and technology transfer.
121.
We reaffirm our commitments regarding the human right to safe drinking water
and sanitation, to be progressively realized for our populations with full
respect for national sovereignty. We also highlight our commitment to the
2005-2015 International Decade for Action “Water for Life.”
122.
We recognize the key role that ecosystems play in maintaining water quantity
and quality and support actions within the respective national boundaries to
protect and sustainably manage these ecosystems.
123. We underline the need to adopt measures to
address floods, droughts, and water scarcity, addressing the balance between
water supply and demand including where appropriate non-conventional water
resources, and to mobilize financial resources and investment in infrastructure
for water and sanitation services, in accordance with national priorities.
124.
We stress the need to adopt measures to significantly reduce water pollution
and increase water quality, significantly improve wastewater treatment, and
water efficiency and reduce water losses. In order to achieve this end we
stress the need for international assistance and cooperation.
Energy
125.
We recognize the critical role that energy plays in the development process, as
access to sustainable modern energy services contributes to poverty
eradication, saves lives, improves health and helps provide basic human needs.
We stress that these services are essential to social inclusion and gender
equality, and that energy is also a key input to production. We commit to
facilitate support for access to these services by 1.4 billion people worldwide
who are currently without these services. We recognize that access to these
services is critical for achieving sustainable development.
126.
We emphasize the need to address the challenge of access to sustainable modern
energy services for all, in particular for the poor who are unable to afford
these services even when they are available. We emphasize the need to take
further action to improve this situation, including by mobilizing adequate
financial resources, to provide these services in a reliable, affordable,
economically viable, and socially and environmentally acceptable manner in
developing countries.
127.
We reaffirm support for the implementation of national and sub-national
policies and strategies, based on individual national circumstances and
development aspirations, using an appropriate energy mix to meet developmental
needs, including through increased use of renewable energy sources and other
low-emission technologies, the more efficient use of energy, greater reliance
on advanced energy technologies, including cleaner fossil fuel technologies,
and the sustainable use of traditional energy resources. We commit to promoting
sustainable modern energy services for all through national and sub-national
efforts, inter alia, on
electrification and dissemination of sustainable cooking and heating solutions,
including through collaborative actions to share best practices and adopt
policies, as appropriate. We urge governments to create enabling environments
that facilitate public and private sector investment in relevant and needed cleaner
energy technologies.
128.
We recognize that improving energy efficiency, increasing the share of
renewable energy, cleaner and energy-efficient technologies are important for
sustainable development, including in addressing climate change. We also recognize
the need for energy efficiency measures in urban planning, buildings, and
transportation, and in the production of goods and services and in the design
of products. We also recognize the importance of promoting incentives in favour
of, and removing disincentives to, energy efficiency and the diversification of
the energy mix, including promoting research and development in all countries,
including developing countries.
129.
We note the launching of the initiative by the Secretary General on “Sustainable
Energy for All”, which focus on access to energy, energy efficiency and
renewable energies. We are all determined to act to make sustainable energy for
all a reality, and through this, help eradicate poverty and lead to sustainable
development and global prosperity. We recognize that countries’ activities in
broader energy-related issues are of great importance and are prioritized
according to their specific challenges, capacities and circumstances, including
energy mix.
Sustainable
tourism
130. We emphasize that well designed and managed tourism
can make a significant contribution to the three dimensions of sustainable
development, has close linkages to other sectors, and can create decent jobs
and generate trade opportunities. We recognize the need to support sustainable
tourism activities and relevant capacity building that promote environmental
awareness, conserve and protect the environment, respect wildlife, flora,
biodiversity and ecosystems and cultural diversity, and improve the welfare and
livelihoods of local communities by supporting their local economies and the
human and natural environment as a whole. We call for enhanced support for
sustainable tourism activities and relevant capacity building in developing
countries in order to contribute to the achievement of sustainable development.
131.
We encourage the promotion of investment in sustainable tourism, including
eco-tourism and cultural tourism, which may include creating small- and
medium-sized enterprises and facilitating access to finance, including through
microcredit initiatives for the poor, indigenous peoples and local communities
in areas with high eco-tourism potential. In this regard, we underline the
importance of establishing, where necessary, appropriate guidelines and regulations
in accordance with national priorities and legislation for promoting and
supporting sustainable tourism.
Sustainable
transport
132.
We note that transportation and mobility are central to sustainable
development. Sustainable transportation can enhance economic growth as well as
improving accessibility. Sustainable transport achieves better integration of
the economy while respecting the environment. We recognize the importance of
the efficient movement of people and goods, and access to environmentally
sound, safe and affordable transportation as a means to improve social equity,
health, resilience of cities, urban-rural linkages and productivity of rural
areas. In this regard, we take into account road safety as a part of our
efforts to achieve sustainable development.
133.
We support the development of sustainable transport systems, including energy
efficient multi-modal transport systems, notably public mass transportation
systems, clean fuels and vehicles, as well as improved transportation systems
in rural areas. We recognize the need to promote an integrated approach to
policy-making at the national, regional and local levels for transport services
and systems to promote sustainable development. We also recognize that the
special development needs of landlocked and transit developing countries need
to be taken into account while establishing sustainable transit transport
systems. We acknowledge the need for international support to developing
countries in this regard.
Sustainable
cities and human settlements
134.
We recognize that, if well planned and developed including through integrated
planning and management approaches, cities can promote economically, socially
and environmentally sustainable societies. In this regard, we recognize the need
for a holistic approach to urban development and human settlements that
provides for affordable housing and infrastructure and prioritizes slum
upgrading and urban regeneration. We commit to work towards improving the
quality of human settlements, including the living and working conditions of
both urban and rural dwellers in the context of poverty eradication so that all
people have access to basic services, housing and mobility. We also recognize
the need for conservation as appropriate of the natural and cultural heritage
of human settlements, the revitalization of historic districts, and the
rehabilitation of city centers.
135.
We commit to promote an integrated approach to planning and building
sustainable cities and urban settlements, including through supporting local
authorities, increasing public awareness and enhancing participation of urban
residents, including the poor, in decision making. We also commit to promote
sustainable development policies that support inclusive housing and social services;
a safe and healthy living environment for all, particularly children, youth,
women, elderly and disabled; affordable and sustainable transport and energy;
promotion, protection and restoration of safe and green urban spaces; safe and
clean drinking water and sanitation; healthy air quality; generation of decent
jobs; and improved urban planning and slum upgrading. We further support
sustainable management of waste through the application of the 3Rs (reduce,
reuse and recycle). We underline the importance of considering disaster risk
reduction, resilience and climate risks in urban planning. We recognize the
efforts of cities to balance development with rural regions.
136.
We emphasize the importance of increasing the number of metropolitan regions, cities
and towns that are implementing policies for sustainable urban planning and
design in order to respond effectively to the expected growth of urban
populations in coming decades. We note that sustainable urban planning benefits
from the involvement of multiple stakeholders as well as from full use of
information and sex-disaggregated data including on demographic trends, income
distribution and informal settlements. We recognize the important role of
municipal governments in setting a vision for sustainable cities, from the
initiation of city planning through to revitalization of older cities and
neighborhoods, including by adopting energy efficiency programmes in building
management and developing sustainable locally-appropriate transport systems. We
further recognize the importance of mixed-use planning and of encouraging
non-motorized mobility, including by promoting pedestrian and cycling
infrastructures.
137.
We recognize that partnerships among cities and communities play an important
role in promoting sustainable development. In this regard, we stress the need
to strengthen existing cooperation mechanisms or platforms, partnership
arrangements and other implementation tools to advance the coordinated
implementation of the UN Habitat Agenda with active involvement of all relevant
UN entities and with the overall aim of achieving sustainable urban
development. We further recognize the continuing need for adequate and
predictable financial contributions to the UN Habitat and Human Settlements
Foundation so as to ensure timely, effective and concrete global implementation
of the Habitat Agenda.
Health
and population
138.
We recognize that health is a precondition for, an outcome of, and an indicator
of all three dimensions of sustainable development. We understand the goals of
sustainable development can only be achieved in the absence of a high
prevalence of debilitating communicable and non-communicable diseases, and
where populations can reach a state of physical, mental and social well-being.
We are convinced that action on the social and environmental determinants of
health, both for the poor and the vulnerable and the entire population, is
important to create inclusive, equitable, economically productive and healthy
societies. We call for the full realization of the right to the enjoyment of
the highest attainable standard of physical and mental health.
139.
We also recognize the importance of universal health coverage to enhancing
health, social cohesion and sustainable human and economic development. We
pledge to strengthen health systems towards the provision of equitable
universal coverage. We call for the involvement of all relevant actors for
coordinated multi-sectoral action to address urgently the health needs of the
world’s population.
140.
We emphasize that HIV and AIDS, malaria, tuberculosis, influenza, polio and
other communicable diseases remain serious global concerns, and we commit to
redoubling efforts to achieve universal access to HIV prevention, treatment,
care and support, and to eliminate mother to child transmission of HIV as well
as to renewing and strengthening the fight against malaria, tuberculosis, and
neglected tropical diseases.
141.
We acknowledge that the global burden and threat of non-communicable diseases
(NCDs) constitutes one of the major challenges for sustainable development in
the twenty-first century. We commit to strengthen health systems toward the
provision of equitable, universal coverage and promote affordable access to
prevention, treatment, care and support related to NCDs, especially cancers,
cardiovascular diseases, chronic respiratory diseases and diabetes. We also
commit to establish or strengthen multi-sectoral national policies for the
prevention and control of non-communicable diseases. We recognize that reducing
inter-alia air, water and chemical pollution leads to positive effects on
health.
142.
We reaffirm the right to use, to the full, the provisions contained in the
agreement on Trade-Related Aspects of Intellectual Property Rights (TRIPS), the
Doha Declaration on the Agreement on Trade-Related Aspects of Intellectual
Property Rights and Public Health, the decision of the World Trade Organization
General Council of 30th August 2003 on the implementation of paragraph 6 of the
Doha Declaration on the TRIPS agreement and public health, and, when formal
acceptance procedures are completed, the amendment to article 31 of the
agreement, which provides flexibilities for the protection of public health,
and, in particular, to promote access to medicines for all, and encourage the
provision of assistance to developing countries in this regard.
143.
We call for further collaboration and cooperation at national and international
levels to strengthen health systems through increased health financing, recruitment,
development, training and retention of the health work force, improved
distribution and access to safe, affordable, effective and quality medicines,
vaccines and medical technologies, and through improving health infrastructure.
We support the leadership role of the World Health Organization as the
directing and coordinating authority on international health work.
144.
We commit to systematically consider population trends and projections in our
national, rural and urban development strategies and policies. Through
forward-looking planning, we can seize the opportunities and address the
challenges associated with demographic change including migration.
145.
We call for the full and effective implementation of the Beijing Platform for
Action, the International Conference on Population and Development (ICPD)
Programme of Action and the outcomes of their review conferences including the
commitments leading to sexual and reproductive health and the promotion and
protection of all human rights in this context. We emphasize the need for the
provision of universal access to reproductive health, including family planning
and sexual health and the integration of reproductive health in national
strategies and programmes.
146.
We commit to reduce maternal and child mortality, and to improve the health of
women, men, youth and children. We reaffirm our commitment to gender equality
and to protect the rights of women, men and youth to have control over and
decide freely and responsibly on matters related to their sexuality, including
access to sexual and reproductive health, free from coercion, discrimination
and violence. We will work actively to ensure that health systems provide the
necessary information and health services addressing the sexual and reproductive
health of women, including working towards universal access to safe, effective,
affordable and acceptable modern methods of family planning, as this is
essential for women’s health and advancing gender equality
Promoting full and productive employment, decent work
for all, and social protections
147.
We recognize that poverty eradication, full and productive employment and
decent work for all, and social integration and protection are interrelated and
mutually reinforcing, and that enabling environments to promote these needs to
be created at all levels.
148.
We are concerned about labour market conditions and widespread deficits of
available decent work opportunities, especially for young women and men. We
urge all governments to address the global challenge of youth employment by
developing and implementing strategies and policies that provide young people
everywhere access to decent and productive work, as over the coming decades,
decent jobs will need to be created to be able to ensure sustainable and
inclusive development and reduce poverty.
149.
We recognize the importance of job creation by investing in and developing
sound, effective and efficient economic and social infrastructure and
productive capacities for sustainable development and sustained, inclusive and
equitable economic growth. We call on countries to enhance infrastructure
investment for sustainable development and we agree to support UN funds,
programmes and agencies to help assist and promote developing countries’
efforts, particularly the least developed countries, in this regard.
150.
We recognize the importance of job creation by adopting forward-looking
macroeconomic policies that promote sustainable development and lead to
sustained, inclusive and equitable economic growth, increase productive
employment opportunities and promote agricultural and industrial development.
151.
We emphasize the need to enhance employment and income opportunities for all,
especially for women and men living in poverty and, in this regard, we support
national efforts to provide new job opportunities to the poor in both rural and
urban areas, including support to small and medium enterprises.
152.
We recognize that workers should have access to education, skills, healthcare,
social security, fundamental rights at work, social and legal protections,
including occupational safety and health, and decent work opportunities.
Governments, trade unions and workers, and employers all have a role to play in
promoting decent work for all, and all should help youth gain access to needed
skills and employment opportunities including in new and emerging sectors.
Women and men should have equal access to opportunities to acquire job skills
as well as to worker protections. We recognize the importance of a just transition
including programmes to help workers adjust to changing labour market
conditions.
153.
We also recognize that informal unpaid work, performed mostly by women,
contributes substantially to human wellbeing and sustainable development. In
this regard, we commit to work towards safe and decent working conditions and
access to social protection and education.
154. We recognize that opportunities for decent
work for all and job creation can be availed through, inter alia, public and private investments in scientific and
technological innovation, public works in restoring, regenerating and
conserving natural resources and ecosystems, and social and community services.
We are encouraged by government initiatives to create jobs for poor people in
restoring and managing natural resources and ecosystems, and we encourage the
private sector to contribute to decent work for all and job creation for both
women and men, and particularly for the youth, including through partnerships
with small and medium enterprises as well as cooperatives. In this regard, we
acknowledge the importance of efforts to promote the exchange of information
and knowledge on decent work for all and job creation, including green jobs
initiatives and related skills, and to facilitate the integration of relevant
data into national economic and employment policies.
155.
We encourage the sharing of experiences and best practices on ways to address
the high levels of unemployment and underemployment, in particular among youth.
156.
We stress the need to provide social protection to all members of society,
fostering growth, resilience, social justice and cohesion, including those who
are not employed in the formal economy. In this regard, we strongly encourage
national and local initiatives aimed at providing social protection floors for
all citizens. We support global dialogue on best practices for social
protection programmes that takes into account the three dimensions of
sustainable development and, in this regard, we note the International Labour
Organization Recommendation 202 concerning National Floors of Social
Protection.
157.
We call upon States to promote and protect effectively the human rights and
fundamental freedom of all migrants regardless of the migration status,
especially those of women and children, and to address international migration
through international, regional or bilateral cooperation and dialogue and for a
comprehensive and balanced approach, recognizing the roles and responsibilities
of countries of origin, transit and destination in promoting and protecting the
human rights of all migrants, and avoiding approaches that might aggravate
their vulnerability.
Oceans
and seas
158.
We recognize that oceans, seas and coastal areas form an integrated and
essential component of the Earth’s ecosystem and are critical to sustaining it
and that international law, as reflected in United Nations Convention on the
Law of the Sea (UNCLOS), provides the legal framework for the conservation and
the sustainable use of the oceans and their resources. We stress the importance
of the conservation and sustainable use of the oceans and seas and of their
resources for sustainable development, including through the contributions to
poverty eradication, sustained economic growth, food security, creation of
sustainable livelihoods and decent work, while at the same time protecting
biodiversity and the marine environment and addressing the impacts of climate
change. We therefore commit to protect, and restore, the health, productivity
and resilience of oceans and marine ecosystems, and to maintain their
biodiversity, enabling their conservation and sustainable use for present and
future generations, and to effectively apply an ecosystem approach and the
precautionary approach in the management, in accordance with international law,
of activities impacting on the marine environment, to deliver on all three
dimensions of sustainable development.
159.
We recognize the importance of UNCLOS to advancing sustainable development and
its near universal adoption by States, and in this regard we urge all its
Parties to fully implement their obligations under the Convention.
160.
We recognize the importance of building the capacity of developing countries to
be able to benefit from the conservation and sustainable use of the oceans and
seas and their resources and, in this regard, we emphasize the need for
cooperation in marine scientific research to implement the provisions of UNCLOS
and the outcomes of the major summits on sustainable development, as well as
for the transfer of technology, taking into account the Intergovernmental
Oceanographic Commission (IOC) Guidelines for the transfer of marine
technology.
161.
We support the Regular Process for Global Reporting and Assessment of the State
of the Marine Environment, including socio-economic aspects, established under
the United Nations General Assembly, and look forward to the completion of its
first global integrated assessment of the state of the marine environment by
2014 and its subsequent consideration by the General Assembly. We encourage
consideration by States of assessment findings at appropriate levels.
162.
We recognize the importance of the conservation and sustainable use of marine
biodiversity beyond areas of national jurisdiction. We note the ongoing work
under the UN General Assembly of an Ad Hoc Open-ended Informal Working Group to
study issues relating to the conservation and sustainable use of marine
biological diversity beyond areas of national jurisdiction. Building on the
work of the ad hoc working group and before the end of the 69th
Session of the United Nations General Assembly we commit to address, on an
urgent basis, the issue of the conservation and sustainable use of marine
biological diversity of areas beyond national jurisdiction including by taking
a decision on the development of an international instrument under UNCLOS.
163.
We note with concern that the health of oceans and marine biodiversity are
negatively affected by marine pollution, including marine debris, especially
plastic, persistent organic pollutants, heavy metals, and nitrogen-based
compounds, from a number of marine and land-based sources, including shipping
and land runoff. We commit to take action to reduce the incidence and impacts
of such pollution on marine ecosystems, including through the effective
implementation of relevant conventions adopted in the framework of the
International Maritime Organization (IMO), and the follow up of the relevant
initiatives such as the Global Programme of Action for the Protection of the
Marine Environment from Land-based Activities, as well as the adoption of
coordinated strategies to this end. We further commit to take action to, by
2025, based on collected scientific data, achieve significant reductions in
marine debris to prevent harm to the coastal and marine environment.
164.
We note the significant threat alien invasive species pose to marine ecosystems
and resources and commit to implement measures to prevent the introduction of,
and manage the adverse environmental impacts of, alien invasive species
including, as appropriate, those adopted in the framework of the IMO.
165.
We note that sea level rise and coastal erosion are serious threats for many
coastal regions and islands particularly in developing countries and, in this
regard, we call on the international community to enhance its efforts to
address these challenges.
166.
We call for support to initiatives that address ocean acidification and the
impacts of climate change on marine and coastal ecosystems and resources. In
this regard, we reiterate the need to work collectively to prevent further
ocean acidification, as well as enhance the resilience of marine ecosystems and
of the communities whose livelihoods depend on them, and to support marine
scientific research, monitoring and observation of ocean acidification and
particularly vulnerable ecosystems, including through enhanced international
cooperation in this regard.
167.
We stress our concern about the potential environmental impacts of ocean
fertilization. In this regard, we recall the decisions related to ocean
fertilization adopted by the relevant intergovernmental bodies, and resolve to
continue addressing with utmost caution ocean fertilization, consistent with
the precautionary approach.
168.
We commit to intensify our efforts to meet the 2015 target as agreed to in JPOI
to maintain or restore stocks to levels that can produce maximum sustainable
yield on an urgent basis. In this regard we further commit to urgently take the
measures necessary to maintain or restore all stocks at least to levels that
can produce the maximum sustainable yield, with the aim of achieving these
goals in the shortest time feasible, as determined by their biological
characteristics. To achieve this we commit to urgently develop and implement
science based management plans, including by reducing or suspending fishing
catch and effort commensurate with the status of the stock. We further commit
to enhance action to manage bycatch, discards, and other adverse ecosystem
impacts from fisheries including by eliminating destructive fishing practices.
We also commit to enhance actions to protect vulnerable marine ecosystems from
significant adverse impacts including through the effective use of impact
assessments. Such actions, including those through competent organizations,
should be undertaken consistent with international law, the applicable
international instruments and relevant General Assembly resolutions and Food
and Agriculture Organization (FAO) Guidelines.
169.
We urge State Parties to the 1995 Agreement for the Implementation of the
Provisions of UNCLOS relating to the Conservation and Management of Straddling
and Highly Migratory Fish Stocks to fully implement it, and give, in accordance
with its Part VII, full recognition of the special requirements of developing
States. Furthermore, we call upon all States to implement the Code of Conduct
for Responsible Fisheries and the FAO International Plans of Action and
technical guidelines.
170.
We acknowledge that illegal, unreported and unregulated (IUU) fishing deprive
many countries of a crucial natural resource and remain a persistent threat to
their sustainable development. We recommit to eliminate IUU fishing as advanced
in the Johannesburg Plan of Implementation, and to prevent and combat these
practices including through the following: developing and implementing national
and regional action plans in accordance with the FAO's international plan of
action to combat IUU fishing; implementing—in accordance with international law—effective
and coordinated measures by coastal States, flag States, port States and
chartering nations and the States of nationality of the beneficial owners and
others who support or engage in IUU fishing by identifying vessels engaged in
IUU fishing and by depriving offenders of the benefits accruing from IUU
fishing; as well as cooperating with developing countries to systematically
identify needs and build capacity, including support for monitoring, control,
surveillance, compliance and enforcement systems.
171.
We call upon States that have signed the FAO Agreement on Port State Measures
to Prevent, Deter and Eliminate Illegal, Unreported and Unregulated Fishing to
expedite procedures for its ratification with a view to its early entry into
force.
172.
We recognize the need for transparency and accountability in fisheries
management by regional fisheries management organizations (RFMOs). We recognize
the efforts already made by those RFMOs that have undertaken independent
performance reviews, and call on all RFMOs to regularly undertake such reviews
and make the results publicly available. We encourage implementation of the
recommendations of such reviews and recommend that the comprehensiveness of
those reviews be strengthened over time, as necessary.
173.
We reaffirm our Johannesburg Plan of Implementation commitment to eliminate
subsidies that contribute to illegal, unreported, and unregulated fishing and
overcapacity taking into account the importance of this sector to developing
countries, and we reiterate our commitment to conclude multilateral disciplines
on fisheries subsidies which give effect to the WTO Doha Development Agenda and
the Hong Kong Ministerial mandates to strengthen disciplines on subsidies in
the fisheries sector, including through the prohibition of certain forms of
fisheries subsidies that contribute to overcapacity and over-fishing,
recognising that appropriate and effective special and differential treatment
for developing and least developed countries should be an integral part of the WTO
fisheries subsidies negotiation, taking into account the importance of the
sector to development priorities, poverty reduction, and livelihood and food
security concerns. We encourage States to further improve the transparency and
reporting of existing fisheries subsidies programmes through the WTO. Given the
state of fisheries resources and without prejudicing the WTO Doha and Hong Kong
Ministerial mandates on fisheries subsidies nor the need to conclude these
negotiations, we encourage States to eliminate subsidies that contribute to
overcapacity and over-fishing, and to refrain from introducing new such
subsidies or from extending or enhancing existing such subsidies.
174.
We urge the identification and mainstreaming of strategies by 2014 that further
assist developing countries, in particular the least developed countries and
small island developing States, in developing their national capacity to
conserve, sustainably manage and realize the benefits of sustainable fisheries,
including through improved market access for fish products from developing
countries.
175.
We commit to observe the need to ensure access to fisheries, and the importance
of access to markets, by subsistence, small-scale and artisanal fishers and
women fish workers, as well as indigenous peoples and their communities
particularly in developing countries, especially small island developing
States.
176.
We also recognize the significant economic, social and environmental
contributions of coral reefs, in particular to islands and other coastal
States, as well as the significant vulnerability of coral reefs and mangroves
to impacts including from climate change, ocean acidification, overfishing,
destructive fishing practices and pollution. We support international
cooperation with a view to conserving coral reef and mangrove ecosystems and
realizing their social, economic and environmental benefits as well as
facilitating technical collaboration and voluntary information sharing.
177.
We reaffirm the importance of area based conservation measures, including
marine protected areas consistent with international law and based on best
available scientific information as a tool for conservation of biological
diversity and sustainable use of its components. We note decision X/2 of the
10th Meeting of the Conference of the Parties to the Convention on Biological
Diversity, that by 2020, 10 percent of coastal and marine areas, especially
areas of particular importance for biodiversity and ecosystem services, are to
be conserved through effectively and equitably managed, ecologically
representative and well-connected systems of protected areas and other
effective area-based conservation measures.
Small
island developing States (SIDS)
178.
We reaffirm that small island developing States (SIDS) remain a special case
for sustainable development in view of their unique and particular
vulnerabilities, including their small size, remoteness, narrow resource and
export base, and exposure to global environmental challenges and external
economic shocks, including to a large range of impacts from climate change and
potentially more frequent and intense natural disasters. We note with concern
that the outcome of the 5-year review of the Mauritius Strategy for
Implementation (MSI+5) concluded that SIDS have made less progress than most
other groupings, or even regressed, in economic terms, especially in terms of
poverty reduction and debt sustainability. Sea-level rise and other adverse
impacts of climate change continue to pose a significant risk to SIDS and their
efforts to achieve sustainable development and for many represent the gravest
of threats to their survival and viability, including for some through the loss
of territory. We also remain concerned that, while SIDS have progressed in the
areas of gender, health, education and the environment, their overall progress
towards achieving the Millennium Development Goals has been uneven.
179.
We call for continued and enhanced efforts to assist SIDS in implementing the
Barbados Programme of Action and Mauritius Strategy for Implementation. We also
call for a strengthening of the United Nations System support to SIDS in
keeping with the multiple ongoing and emerging challenges faced by SIDS in
achieving sustainable development.
180.
Building on the Barbados Programme of Action and the Mauritius Strategy for
Implementation, we call for the convening of the Third International Conference
on SIDS in 2014, recognizing the importance of coordinated, balanced and
integrated actions to address the sustainable development challenges facing
SIDS and we invite the General Assembly at its 67th Session to determine the
modalities of the Conference.
Least
developed countries
181.
We agree to effectively implement the Istanbul Programme of Action and to fully
integrate its priority areas into the framework for action, the broader
implementation of which will contribute to the IPOA’s overarching goal of
enabling half of LDCs to meet the criteria of graduation by 2020.
Landlocked
least developed countries
182.
We invite Member States, including development partners, organizations of the
United Nations system and other relevant international, regional and
subregional organizations, to speed up further the implementation of the
specific actions in the five priorities agreed upon in the Almaty Programme of
Action and those contained in the Declaration on the midterm review, in a
better-coordinated manner, in particular for the construction, maintenance and
improvement of their transport, storage and other transit-related facilities,
including alternative routes, completion of missing links and improved
communications and energy infrastructure, so as to support these countries'
sustainable development.
Africa
183.
While we acknowledge that some progress has been made towards the fulfillment
of international commitments related to Africa’s development needs, we
emphasize that significant challenges remain in achieving sustainable
development on the continent.
184.
We call on the international community to enhance support and fulfill
commitments to advance action in areas critical to Africa’s sustainable
development and welcome the efforts by development partners to strengthen
cooperation with the New Partnership for Africa’s Development (NEPAD). We also
welcome the progress made by African countries in deepening democracy, human
rights, good governance and sound economic management, and encourage African
countries to continue their efforts in this regard. We invite all of Africa’s
development partners, in particular developed countries, to support African
countries in strengthening human capacities and democratic institutions,
consistent with their priorities and objectives with a view to furthering
Africa’s development at all levels, including through facilitating the transfer
of technology needed by African countries as mutually agreed. We recognize the
need for African countries to make continued efforts to create enabling
environments for inclusive growth in support of sustainable development and for
the international community to make continued efforts to increase the flow of
new and additional resources for financing for development from all sources,
public and private, domestic and foreign, to support these development efforts
by African countries and welcome the various important initiatives established
between African countries and their development partners in this regard.
Regional
efforts
185.
We encourage coordinated regional actions to promote sustainable development.
We recognize, in this regard, that important steps have been taken to promote
sustainable development, in particular in the Arab region, Latin America and
the Caribbean and the Asia Pacific region, through relevant fora including
within United Nations regional commissions. While noting that challenges remain
in several areas, the international community welcomes these efforts, and the
results already achieved, and calls for actions at all levels for their further
development and implementation.
Disaster
risk reduction
186.
We reaffirm our commitment to the Hyogo Framework for Action 2005-2015:
Building the Resilience of Nations and Communities to Disasters and call for
States, the UN system, international financial institutions, subregional,
regional and international organizations, and civil society to accelerate
implementation of the framework and the achievement of its goals. We call for
disaster risk reduction and building of resilience to disasters to be addressed
with a renewed sense of urgency in the context of sustainable development and poverty
eradication, and, as appropriate, to be integrated into policies, plans,
programmes, and budgets at all levels and considered within relevant future
frameworks. We invite governments at all levels as well as relevant
subregional, regional and international organizations to commit to adequate,
timely and predictable resources for disaster risk reduction in order to
enhance resilience of cities and communities to disasters, according to their
own circumstances and capacities.
187.
We recognize the importance of early warning systems as part of effective
disaster risk reduction at all levels in order to reduce economic and social
damages including the loss of human life, and in this regard encourage States
to integrate such systems into their national disaster risk reduction
strategies and plans. We encourage donors and the international community to
enhance international cooperation in support of disaster risk reduction in
developing countries as appropriate through technical assistance, technology
transfer as mutually agreed, capacity building and training programmes. We
further recognize the importance of comprehensive hazard and risk assessments,
and knowledge and information sharing, including reliable geospatial
information. We commit to undertake and strengthen in a timely manner risk
assessment and disaster risk reduction instruments.
188.
We stress the importance of stronger inter-linkages among disaster risk
reduction, recovery and long-term development planning, and call for more
coordinated and comprehensive strategies that integrate disaster risk reduction
and climate change adaptation considerations into public and private
investment, decision making and planning of humanitarian and development
actions in order to reduce risk, increase resilience and provide a smoother
transition between relief, recovery and development. In this regard, we
recognize also the need to integrate a gender perspective into the design and
implementation of all phases of disaster risk management.
189.
We call for all relevant stakeholders, including Governments, international,
regional and subregional organizations, the private sector and civil society,
to take appropriate and effective measures, taking into account the three
dimensions of sustainable development, including through strengthening
coordination and cooperation to reduce risk exposures for the protection of
people, infrastructure and other national assets from the impact of disasters
in line with the Hyogo Framework for Action and any post-2015 framework for
disaster risk reduction.
Climate
change
190.
We reaffirm that climate change is one of the greatest challenges of our time,
and we express profound alarm that emissions of greenhouse gases continue to
rise globally. We are deeply concerned that all countries, particularly
developing countries, are vulnerable to the adverse impacts of climate change,
and are already experiencing increased impacts including persistent drought and
extreme weather events, sea level rise, coastal erosion and ocean acidification,
further threatening food security and efforts to eradicate poverty and achieve
sustainable development. In this regard we emphasize that adaptation to climate
change represents an immediate and urgent global priority.
191.
We underscore that the global nature of climate change calls for the widest
possible cooperation by all countries and their participation in an effective
and appropriate international response, with a view to accelerating the
reduction of global greenhouse gas emissions. We recall that UNFCCC provides
that Parties should protect the climate system for the benefit of present and
future generations of humankind on the basis of equity and in accordance with
their common but differentiated responsibilities and respective capabilities.
We note with grave concern the significant gap between the aggregate effect of
Parties’ mitigation pledges in terms of global annual emissions of greenhouse
gases by 2020 and aggregate emission pathways consistent with having a likely
chance of holding the increase in global average temperature below 2 °C or 1.5
°C above pre-industrial levels. We recognize the importance of mobilizing
funding from a variety of sources, public and private, bilateral and
multilateral, including innovative sources of finance, to support nationally
appropriate mitigation actions, adaptation measures, technology development and
transfer and capacity-building in developing countries. In this regard, we
welcome the launching of the Green Climate Fund and call for its prompt operationalization
so as to have an early and adequate replenishment process.
192.
We urge Parties to the UNFCCC and Parties to the Kyoto Protocol to fully
implement their commitments, as well as decisions adopted under those
agreements. In this regard, we will build upon the progress achieved including
at the most recent COP-17/CMP 7 in Durban.
Forests
193. We highlight the social, economic and
environmental benefits of forests to people and the contributions of
sustainable forest management to the themes and objective of the Conference. We
support cross-sectoral and cross-institutional policies promoting sustainable
forest management. We reaffirm that the wide range of products and services
that forests provide creates opportunities to address many of the most pressing
sustainable development challenges. We call for enhanced efforts to achieve the
sustainable management of forests, reforestation, restoration and
afforestation, and we support all efforts that effectively slow, halt and
reverse deforestation and forest degradation, including inter alia promoting trade in legally-harvested forest products. We
note the importance of ongoing initiatives such as reducing emissions from
deforestation and forest degradation in developing countries; and the role of
conservation, sustainable management of forests and enhancement of forest
carbon stocks in developing countries. We call for increased efforts to
strengthen forest governance frameworks and means of implementation, in
accordance with Non-Legally Binding Instrument on All Types of Forests (NLBI)
to achieve sustainable forest management. To this end, we commit to improving
the livelihoods of people and communities by creating the conditions needed for
them to sustainably manage forests including through strengthening cooperation
arrangements in the areas of finance, trade, transfer of environmentally sound
technologies, capacity-building and governance, as well as by promoting secure
land tenure, particularly decision-making and benefit sharing, in accordance
with national legislation and priorities.
194.
We call for urgent implementation of the Non-legally Binding Instrument on all
Types of Forests and the Ministerial Declaration of the high-level segment of
the ninth session of the United Nations Forum on Forests on the occasion of the
launch of the International Year of Forests.
195.
We recognize that the United Nations
Forum on Forests, with its universal membership and comprehensive mandate,
plays a vital role in addressing forest-related issues in a holistic and
integrated manner, and promoting international policy coordination and
cooperation to achieve sustainable forest management. We invite the
Collaborative Partnership on Forests to continue its support to the Forum and
encourage stakeholders to remain actively engaged in the work of the Forum.
196.
We stress the importance of
integrating sustainable forest management objectives and practices into the
mainstream of economic policy and decision-making, and to that end we commit to
working through the governing bodies of member organizations of the
Collaborative Partnership on Forests to integrate, as appropriate, the
sustainable management of all types of forests into their strategies and
programmes.
Biodiversity
197.
We reaffirm the intrinsic value of biological diversity, as well as the
ecological, genetic, social, economic, scientific, educational, cultural,
recreational and aesthetic values of biological diversity and its critical role
in maintaining ecosystems that provide essential services, which are critical
foundations for sustainable development and human well-being. We recognize the
severity of global biodiversity loss and degradation of ecosystems and
emphasize that these undermine global development, affecting food security and
nutrition, provision of and access to water, health of the rural poor and of
people worldwide, including present and future generations. This highlights the
importance of the conservation of biodiversity, enhancing habitat connectivity
and building ecosystem resilience. We recognize that traditional knowledge,
innovations and practices of indigenous peoples and local communities make an
important contribution to the conservation and sustainable use of biodiversity,
and their wider application can support social well-being and sustainable
livelihoods. We further recognize that indigenous peoples and local communities
are often most directly dependent on biodiversity and ecosystems and thus are
often most immediately affected by their loss and degradation.
198.
We reiterate our commitment to the achievement of the three objectives of the
Convention on Biological Diversity and call for urgent actions that effectively
reduce the rate of, halt and reverse the loss of biodiversity. In this context,
we affirm the importance of implementing the Strategic Plan for Biodiversity
2011-2020, and achieving the Aichi Biodiversity Targets adopted at the Tenth
Conference of the Parties to the Convention.
199.
We note the adoption of the Nagoya Protocol on Access to Genetic Resources and
the Fair and Equitable Sharing of Benefits Arising from Their Utilization, and
we invite parties to the Convention on Biological Diversity to ratify or accede
to the Protocol, so as to ensure its entry into force at the earliest possible
opportunity. We acknowledge the role of access and benefit-sharing arising from
the utilization of genetic resources in contributing to the conservation and
sustainable use of biological diversity, poverty eradication and environmental
sustainability.
200.
We welcome the Strategy for Resource Mobilization in support of the achievement
of the Convention on Biological Diversity's three objectives, including the
commitment to substantially increasing resources from all sources in support of
biodiversity, in accordance with decisions taken at the Tenth Conference of the
Parties.
201.
We support mainstreaming the consideration of the socio-economic impacts and
benefits of the conservation and sustainable use of biodiversity and its
components, as well as ecosystems that provide essential services, into
relevant programmes and policies at all levels, in accordance with national
legislation, circumstances and priorities. We encourage investments, through
appropriate incentives and policies, which support the conservation and sustainable
use of biological diversity and restoration of degraded ecosystems, consistent
and in harmony with the Convention and other relevant international
obligations.
202.
We agree to promote international cooperation, and partnerships, as appropriate,
and information exchange, and in this context we welcome the United Nations
Decade on Biodiversity 2011-2020 for the purpose of encouraging active
involvement of all stakeholders in the conservation and sustainable use of
biodiversity, as well as access to and the fair and equitable sharing of
benefits arising from the utilization of genetic resources, with the vision of
living in harmony with nature.
203.
We recognize the important role of CITES (the Convention on International Trade
in Endangered Species of Wild Fauna and Flora), an international agreement that
stands at the intersection between trade, environment and development; promotes
the conservation and sustainable use of biodiversity; should contribute to
tangible benefits for local people; and ensures that no species entering into
international trade is threatened with extinction. We recognize the economic,
social and environmental impacts of illicit trafficking in wildlife where firm
and strengthened action needs to be taken on both the supply and demand sides.
In this regard, we emphasize the importance of effective international
cooperation among relevant multilateral environmental agreements and
international organizations. We further stress the importance of basing the
listing of species on agreed criteria.
204.
We take note of the establishment of the Intergovernmental Science-Policy
Platform on Biodiversity and Ecosystem Services, and invite an early
commencement of its work, in order to provide the best available policy-relevant
information on biodiversity to assist decision-makers.
Desertification, land degradation and drought
205.
We recognize the economic and social significance of good land management,
including soil, particularly its contribution to economic growth, biodiversity,
sustainable agriculture and food security, eradicating poverty, women’s
empowerment, addressing climate change and improving water availability. We
stress that desertification, land degradation, and drought are challenges of a
global dimension and continue to pose serious challenges to the sustainable
development of all countries, in particular developing countries. We also
stress the particular challenges this poses for Africa, and LDCs and LLDCs. In
this regard, we express deep concern for the devastating consequences of
cyclical drought and famine in Africa, in particular in the Horn of Africa and
the Sahel region, and call for urgent action through short-, medium- and
long-term measures at all levels.
206.
We recognize the need for urgent action to reverse land degradation. In view of
this we will strive to achieve a land degradation neutral world in the context
of sustainable development. This should
act to catalyze financial resources from a range of public and private sources.
207.
We reaffirm our resolve under the United Nations Convention to Combat
Desertification (UNCCD) to take coordinated action nationally, regionally and
internationally, to monitor, globally, land degradation and restore degraded
lands in arid, semi-arid and dry sub humid areas. We resolve to support and
strengthen the implementation of the UNCCD and its 10-Year Strategic Plan and
Framework (2008-2018), including through mobilizing adequate, predictable and
timely financial resources. We note the
importance of mitigating the effects of desertification, land degradation and
drought, including by preserving and developing oases, restoring degraded
lands, improving soil quality and improving water management, in order to
contribute to sustainable development and poverty eradication. In this regard,
we encourage and recognize the importance of partnerships and initiatives for
the safeguarding of land resources. We
also encourage capacity building, extension training programmes, and scientific
studies and initiatives aimed at deepening understanding and raising awareness
of the economic, social and environmental benefits of sustainable land
management policies and practices.
208.
We stress the importance of the further development and implementation of
scientifically based, sound and socially inclusive methods and indicators for
monitoring and assessing the extent of desertification, land degradation and
drought, as well as the importance of efforts underway to promote scientific
research and strengthen the scientific base of activities to address
desertification and drought under the UNCCD. In this respect, we take note of
the decision of the COP10 of the UNCCD to establish an ad hoc Working Group,
taking into account regional balance, to discuss specific options for the provision
of scientific advice to its Parties.
209.
We reiterate the need for cooperation through the sharing of climate and
weather information, and forecasting and early warning systems related to
desertification, land degradation and drought, as well as to dust storms and
sandstorms, at the global, regional and sub-regional levels. In this regard, we
invite States and relevant organizations to cooperate in the sharing of related
information, forecasting and early warning systems.
Mountains
210. We recognize that the benefits derived from
mountain regions are essential for sustainable development. Mountain ecosystems
play a crucial role in providing water resources to a large portion of the
world’s population; fragile mountain ecosystems are particularly vulnerable to
the adverse impacts of climate change, deforestation and forest degradation,
land use change, land degradation, and natural disasters; and mountain glaciers
around the world are retreating and getting thinner with increasing impacts on
the environment and human well-being.
211.
We further recognize that mountains are often home to communities, including
indigenous peoples and local communities, who have developed sustainable uses
of mountain resources. They are,
however, often marginalized, and we therefore stress that continued effort will
be required to address poverty, food security and nutrition, social exclusion
and environmental degradation in these areas. We invite States to strengthen
cooperative action with effective involvement and sharing of experience of all
relevant stakeholders, by strengthening existing arrangements, agreements, and
centers of excellence for sustainable mountain development, as well as
exploring new arrangements and agreements, as appropriate.
212. We call for greater efforts toward the
conservation of mountain ecosystems, including their biodiversity. We encourage
States to adopt a long-term vision and holistic approaches, including through
incorporating mountain-specific policies into national sustainable development
strategies which could include, inter
alia, poverty reduction plans and programmes in mountain areas,
particularly in developing countries. In this regard, we call for international
support for sustainable mountain development in developing countries
Chemicals
and waste
213.
We recognize that sound management of chemicals is crucial for the protection
of human health and the environment. We further recognize that growing global
production and use of chemicals and prevalence in the environment calls for
increased international cooperation. We reaffirm our aim to achieve by 2020
sound management of chemicals throughout their life cycle and of hazardous
waste in ways that lead to minimization of significant adverse effects on human
health and the environment, as set out in the Johannesburg Plan of
Implementation. We also reaffirm our commitment to an approach for the sound
management of chemicals and waste at all levels that responds in an effective,
efficient, coherent and coordinated manner to new and emerging issues and
challenges, and encourage further progress across countries and regions in
order to fill the gaps in implementation of commitments.
214.
We call for the effective implementation and strengthening of the Strategic
Approach to International Chemicals Management (SAICM) as part of a robust,
coherent, effective and efficient system for the sound management of chemicals
throughout their life cycle including to respond to emerging challenges.
215.
We are deeply concerned that many countries, in particular least developed
countries, lack the capacity for sound management of chemicals and waste
throughout their life-cycle. Additional efforts are needed to enhance work
towards strengthening capacities, including through partnerships, technical
assistance and improved governance structures. We encourage countries and
organizations which have made progress toward achieving the goal of sound
management of chemicals by 2020 to assist other countries by sharing knowledge,
experience and best practices.
216.
We commend the increased coordination and cooperation among chemicals and waste
conventions, namely the Basel Convention, the Rotterdam Convention and the
Stockholm Convention, and encourage continued enhanced coordination and
cooperation among them and with SAICM. We take note of the important role of
the Basel Convention regional and coordinating centers and the Stockholm
Convention regional and sub-regional centers.
217.
We commend existing and call for continued, new and innovative public-private
partnerships among industry, governments, academia and other non-governmental
stakeholders aiming to enhance capacity and technology for environmentally
sound chemicals and waste management, including for waste prevention.
218.
We recognize the importance of adopting a life-cycle approach and of further
development and implementation of policies for resource efficiency and
environmentally sound waste management. We therefore commit to further reduce,
reuse and recycle waste (3Rs) as well as to increase energy recovery from waste
with a view to managing the majority of global waste in an environmentally
sound manner and where possible as a resource. Solid wastes, such as electronic
waste and plastics, pose particular challenges which should be addressed. We
call for the development and enforcement of comprehensive national and local
waste management policies, strategies, laws and regulations.
219.
We urge countries and other stakeholders to take all possible measures to
prevent the unsound management of hazardous wastes and their illegal dumping,
particularly in countries where the capacity to deal with these wastes is
limited, in a manner consistent with countries’ obligations under relevant
international instruments. In this context, we welcome the relevant decisions
taken at the 10th COP of the Basel Convention.
220.
We recognize the importance of science-based assessment of the risks posed by
chemicals to human beings and the environment, and of reducing human and
environmental exposure to hazardous chemicals. We encourage the development of
environmentally sound and safer alternatives to hazardous chemicals in products
and processes. To this end, we encourage, inter
alia, life-cycle assessment, public information, extended producer
responsibility, research and development, sustainable design and knowledge
sharing, as appropriate.
221.
We welcome the ongoing negotiating process on a global legally binding
instrument on mercury to address the risks to human health and the environment
and call for a successful outcome of the negotiations.
222.
We recognize that the phase-out of ozone depleting substances (ODS) is
resulting in a rapid increase in the use and release of high global warming
potential hydrofluorocarbons (HFCs) to the environment. We support a gradual
phase-down in the consumption and production of HFCs.
223.
We acknowledge that sustainable and adequate long-term funding is a key element
for the sound management of chemicals and waste, in particular in developing
countries. In this regard, we welcome the Consultative Process on Financing
Options for Chemicals and Waste, initiated to consider the need for heightened
efforts to increase the political priority accorded to sound management of
chemicals and waste and the increased need for sustainable, predictable,
adequate and accessible financing for the chemicals and waste agenda. We look
forward to the forthcoming proposals by the Executive Director of UNEP, which
will be considered by the International Conference on Chemicals Management and
27th session of the UNEP Governing Council.
Sustainable
consumption and production
224.
We recall the commitments made in the Rio Declaration, Agenda 21 and the JPOI
on sustainable consumption and production and, in particular, the request in
chapter 3 of JPOI, to encourage and promote the development of a 10 Year
Framework Programmes (10YFP). We recognize that fundamental changes in the way
societies consume and produce are indispensable for achieving global
sustainable development.
225.
Countries reaffirm the commitments they have made to phase out harmful and
inefficient fossil fuel subsidies that encourage wasteful consumption and
undermine sustainable development. We invite others to consider rationalizing
inefficient fossil fuel subsidies by removing market distortions, including
restructuring taxation and phasing out harmful subsidies, where they exist, to
reflect their environmental impacts, with such policies taking fully into
account the specific needs and conditions of developing countries, with the aim
of minimizing the possible adverse impacts on their development and in a manner
that protects the poor and the affected communities.
226.
We adopt the 10-Year Framework of Programmes (10YFP) on sustainable consumption
and production (SCP) as contained in document A/CONF/XX and highlight that the
programmes included in the 10YFP are voluntary. We invite the UN General
Assembly at its 67th Session to designate a UN Member State body to take any
necessary steps to fully operationalize the framework.
Mining
227.
We acknowledge that minerals and metals make a major contribution to the world
economy and modern societies. We note that mining industries are important to
all countries with mineral resources, in particular developing countries. We
also note that mining offers the opportunity to catalyze broad-based economic
development, reduce poverty and assist countries in meeting internationally
agreed development goals, including the MDGs, when managed effectively and
properly. We acknowledge that countries have the sovereign right to develop
their mineral resources according to their national priorities, and
responsibility regarding the exploitation of resources described in the Rio
Principles. We further acknowledge that mining activities should maximize
social and economic benefits as well as effectively address negative
environmental and social impacts. In this regard, we recognize that governments
need strong capacities to develop, manage, and regulate their mining industries
in the interest of sustainable development.
228.
We recognize the importance of strong and effective legal and regulatory
frameworks, policies and practices for the mining sector that deliver economic
and social benefits and include effective safeguards that reduce social and
environmental impacts as well as conserve biodiversity and ecosystems including
during post mining closure. We call on governments and businesses to promote
the continuous improvement of accountability and transparency, as well as the
effectiveness of the relevant existing mechanisms to prevent the illicit
financial flows from mining activities.
Education
229.
We reaffirm our commitments to the right to education and in this regard, we
commit to strengthen international cooperation to achieve universal access to
primary education, particularly for developing countries. We further reaffirm
that full access to quality education at all levels is an essential condition
for achieving sustainable development, poverty eradication, gender equality and
women’s empowerment as well as human development, for the attainment of the
internationally agreed development goals including the Millennium Development
Goals, as well as for the full participation of both women and men, in
particular young people. In this regard, we stress the need for ensuring equal
access to education for persons with disabilities, indigenous peoples, local
communities, ethnic minorities and people living in rural areas.
230.
We recognize that the younger generations are the custodians of the future, as
well as the need for better quality and access to education beyond the primary
level. We therefore resolve to improve the capacity of our education systems to
prepare people to pursue sustainable development, including through enhanced
teacher training, the development of curricula around sustainability, the
development of training programmes that prepare students for careers in fields
related to sustainability, and more effective use of information and
communication technologies to enhance learning outcomes. We call for enhanced
cooperation among schools, communities and authorities in efforts to promote
access to quality education at all levels.
231.
We encourage Member States to promote Sustainable Development awareness among
youth, inter alia, by promoting
programmes for non-formal education in accordance with the goals of the United
Nations Decade of Education for Sustainable Development.
232.
We emphasize the importance of greater international cooperation to improve
access to education including through building and strengthening education
infrastructure, increasing investment in education particularly investment to
improve the quality of education for all in developing countries. We encourage
international educational exchanges and partnerships, including the creation of
fellowships and scholarships to help achieve global education goals.
233.
We resolve to promote Education for Sustainable Development and to integrate
sustainable development more actively into education beyond the United Nations
Decade of Education for Sustainable Development (2005-2014).
234.
We strongly encourage educational institutions to consider adopting good
practises in sustainability management on their campuses and in their
communities with the active participation of inter alia students, teachers, and local partners, and teaching
sustainable development as an integrated component across disciplines.
235.
We underscore the importance of supporting educational institutions, especially
higher educational institutions in developing countries, to carry out research
and innovation for sustainable development, including in the field of
education, to develop quality and innovative programmes, including
entrepreneurship and business skills training, professional, technical,
vocational training and lifelong learning, geared to bridging skills gaps for
advancing national sustainable development objectives.
Gender
equality and women’s empowerment
236.
We reaffirm women’s vital role and full and equal participation and leadership
in all areas of sustainable development, and decide to accelerate the
implementation of our respective commitments in this regard as contained in the
Convention on the Elimination of all Forms of Discrimination Against Women
(CEDAW) as well as Agenda 21, the Beijing Declaration and Platform for Action
and the Millennium Declaration.
237.
We recognize that, although progress on gender equality has been made in some
areas, the potential of women to engage in, contribute to and benefit from sustainable
development as leaders, participants and agents of change has not been fully
realised due, inter alia, to
persistent social, economic, and political inequalities. We support
prioritizing measures to promote gender equality and women’s empowerment in all
spheres of our societies, including the removal of barriers to their full and
equal participation in decision-making and management at all levels, and we
emphasize the impact of setting specific targets and implementing temporary
measures, as appropriate, for substantially increasing the number of women in
leadership positions, with the aim of achieving gender parity.
238.
We resolve to unlock women’s potential as drivers of sustainable development,
including through the repeal of discriminatory laws and removal of formal
barriers, ensuring equal access to justice and legal support, the reform of
institutions to ensure competence and capacity for gender mainstreaming and the
development and adoption of innovative and special approaches, to address informal,
harmful practices that act as barriers to gender equality. In this regard, we
commit to creating an enabling environment for improving the situation of women
and girls everywhere, particularly in rural areas and local communities and
among indigenous peoples and ethnic minorities.
239.
We commit to actively promote the collection, analysis and use of gender
sensitive indicators and sex disaggregated data in policy, programme design and
monitoring frameworks, in accordance with national circumstances and
capacities, in order to deliver on the promise of sustainable development for
all.
240.
We are committed to women’s equal rights and opportunities in political and
economic decision-making and resource allocation and to remove any barriers
that prevent women from being full participants in the economy. We resolve to
undertake legislation and administrative reforms to give women equal rights
with men to economic resources, including access to ownership and control over
land and other forms of property, credit, inheritance, natural resources and
appropriate new technology.
241.
We are committed to promote the equal access of women and girls to education,
basic services, economic opportunities and health care services, including
addressing women’s sexual and reproductive health, and ensuring universal
access to safe, effective, affordable and acceptable modern methods of family
planning. In this regard, we reaffirm our commitment to implement the Programme
of Action of the International Conference on Population and Development and the
key actions for the further implementation of the Programme of Action of the
International Conference on Population and Development.
242.
We recognize that gender equality and the effective participation of women are
important for effective action on all aspects of sustainable development.
243.
We support the work of the UN system, including UN Women, in promoting and
achieving gender equality and women’s empowerment in all aspects of life,
including with respect to the linkages between gender equality and women’s
empowerment and the promotion of sustainable development. We support UN Women
leading, coordinating and promoting the accountability of the UN system in this
regard.
244.
We invite donors, international organizations including the UN System
organizations, as well as international financial institutions, regional banks,
major groups including the private sector, to integrate fully commitments and
considerations on gender equality and women’s empowerment and to ensure the
participation of women and effective gender mainstreaming in their decision
making and full programming cycle. We invite them to play a supportive role in
developing countries’ efforts to integrate fully commitments and considerations
on gender equality and women’s empowerment and ensure the participation of
women and the effective gender mainstreaming in their decision making,
programme planning, budgeting and implementation, in accordance with national
legislation, priorities and capacities.
B. Sustainable development goals
245.
We underscore that the MDGs are a useful tool in focusing achievement of
specific development gains as part of a broad development vision and framework
for the development activities of the United Nations, for national priority
setting and for mobilisation of stakeholders and resources towards common
goals. We therefore remain firmly committed to their full and timely
achievement.
246.
We recognize that the development of goals could also be useful for pursuing
focused and coherent action on sustainable development. We further recognize
the importance and utility of a set of sustainable development goals (SDGs),
which are based on Agenda 21 and Johannesburg Plan of Implementation, fully
respect all Rio Principles, taking into account different national
circumstances, capacities and priorities, are consistent with international
law, build upon commitments already made, and contribute to the full
implementation of the outcomes of all major Summits in the economic, social and
environmental fields, including this outcome document. These goals should
address and incorporate in a balanced way all three dimensions of sustainable
development and their inter-linkages. They should be coherent with and
integrated in the United Nations Development Agenda beyond 2015, thus
contributing to the achievement of sustainable development and serving as a
driver for implementation and mainstreaming of sustainable development in the
United Nations system as a whole. The development of these goals should not
divert focus or effort from the achievement of the Millennium Development
Goals.
247.
We also underscore that SDGs should be action-oriented, concise and easy to
communicate, limited in number, aspirational, global in nature and universally applicable
to all countries while taking into account different national realities,
capacities and levels of development and respecting national policies and
priorities. We also recognize that the goals should address and be focused on
priority areas for the achievement of sustainable development, being guided by
this outcome document. Governments should drive implementation with the active
involvement of all relevant stakeholders, as appropriate.
248.
We resolve to establish an inclusive and transparent intergovernmental process
on SDGs that is open to all stakeholders with a view to developing global
sustainable development goals to be agreed by the United Nations General
Assembly. An open working group shall be constituted no later than the opening
of the 67th session of the UNGA and shall comprise of thirty representatives,
nominated by Member States through the five UN regional groups with the aim of
achieving fair, equitable and balanced geographic representation. At the
outset, this open working group will decide on its method of work, including
developing modalities, to ensure the full involvement of relevant stakeholders
and expertise from civil society, the scientific community and the UN system in
its work in order to provide a diversity of perspectives and experience. It
will submit a report to the 68th session of the UNGA containing a proposal for
sustainable development goals for consideration and appropriate action.
249.
The process needs to be coordinated and coherent with the processes considering
the post-2015 development agenda. The initial input to the work of the working
group will be provided by the United Nations Secretary General in consultations
with national governments. In order to provide technical support to this
process and to the work of the working group, we request the UN
Secretary-General to ensure all necessary input and support to this work from
the UN system including through establishing an inter-agency technical support
team and expert panels as needed, drawing on all relevant expert advice.
Reports on the progress of work will be made regularly to the General Assembly.
250.
We recognize that progress towards the achievement of the goals needs to be
assessed and accompanied by targets and indicators while taking into account
different national circumstances, capacities and levels of development.
251.
We recognize that there is a need for global, integrated and
scientifically-based information on sustainable development. In this regard, we
request the relevant bodies of the United Nations system, within their
respective mandates, to support regional economic commissions to collect and
compile national inputs in order to inform this global effort. We further
commit to mobilizing financial resources and capacity building, particularly
for developing countries, to achieve this endeavor.
VI. Means of implementation
252.
We reaffirm that the means of implementation identified in Agenda 21, the
Programme for the Further Implementation of Agenda 21, Johannesburg Plan of
Implementation, the Monterrey Consensus of the International Conference on
Financing for Development and the Doha Declaration on Financing for Development
are indispensable for achieving full and effective translation of sustainable
development commitments into tangible sustainable development outcomes. We
reiterate that each country has primary responsibility for its own economic and
social development and that the role of national policies, domestic resources
and development strategies cannot be overemphasized. We reaffirm that
developing countries need additional resources for sustainable development. We
recognize the need for significant mobilization of resources from a variety of
sources and effective use of financing, in order to promote sustainable
development. We acknowledge that good governance and the rule of law at the
national and international levels are essential for sustained, inclusive and
equitable economic growth, sustainable development and the eradication of
poverty and hunger.
A. Finance
253.
We call on all countries to prioritize sustainable development in the
allocation of resources in accordance with national priorities and needs, and
we recognize the crucial importance of enhancing financial support from all
sources for sustainable development for all countries, in particular developing
countries. We recognize the importance of international, regional and national
financial mechanisms including those accessible to sub-national and local
authorities to implement sustainable development programmes and call for their
strengthening and implementation. New partnerships and innovative sources of
financing can play a role in complementing sources of financing for sustainable
development. We encourage their further exploration and use, alongside the traditional
means of implementation.
254.
We recognize the need for significant mobilization of resources from a variety
of sources and effective use of financing, to give strong support to developing
countries in their efforts to promote sustainable development, including
through actions undertaken according to the outcome of UN Conference on
Sustainable Development and for achieving sustainable development goals.
255.
We agree to establish an intergovernmental process under the United Nations
General Assembly, with technical support from the UN System, and in open and
broad consultation with relevant international and regional financial
institutions and other relevant stakeholders. The process will assess financing
needs, consider the effectiveness, consistency and synergies of existing instruments
and frameworks, and evaluate additional initiatives, with a view to prepare a
report proposing options on an effective Sustainable Development Financing
Strategy to facilitate the mobilization of resources and their effective use in
achieving sustainable development objectives.
256.
An intergovernmental committee, comprising thirty experts nominated by regional
groups, with equitable geographical representation, will implement this
process, concluding its work by 2014.
257.
We request the General Assembly to consider this report and take appropriate
actions.
258.
We recognize that the fulfilment of all ODA commitments is crucial, including
the commitments by many developed countries to achieve the target of 0.7 per
cent of GNP for ODA to developing countries by 2015, as well as a target of
0.15 to 0.20 per cent of GNP for ODA to least developed countries. To reach
their agreed timetables, donor countries should take all necessary and
appropriate measures to raise the rate of aid disbursements to meet their
existing commitments. We urge those developed countries that have not yet done
so to make additional concrete efforts towards the target of 0.7 per cent of
GNP for ODA to developing countries, including the specific target of 0.15 to
0.20 per cent of GNP for ODA to least developed countries, in accordance with
their commitments. To build on progress achieved in ensuring that ODA is used
effectively, we stress the importance of democratic governance, improved
transparency and accountability, and managing for results. We strongly
encourage all donors to establish, as soon as possible, rolling indicative
timetables that illustrate how they aim to reach their goals, in accordance
with their respective budget allocation process. We stress the importance of
mobilizing greater domestic support in developed countries towards the
fulfillment of their commitments, including through raising public awareness,
and by providing data on the development impact of aid provided and
demonstrating tangible results.
259.
We welcome increasing efforts to improve the quality of ODA and to increase its
development impact. We also recognize the need to improve development
effectiveness, increase programme-based approaches, use country systems for
activities managed by the public sector, reduce transaction costs and improve
mutual accountability and transparency and, in this regard, we call upon all
donors to untie aid to the maximum extent. We will further make development
more effective and predictable by providing developing countries with regular
and timely, indicative information on planned support in the medium term. We
recognize the importance of efforts by developing countries to strengthen
leadership of their own development, national institutions, systems and capacity
to ensure the best results of effective development by engaging with
parliaments and citizens in shaping those policies and deepening engagement
with civil society organizations. We should also bear in mind that there is no
one-size-fits-all formula that will guarantee development effectiveness. The
specific situation of each country needs to be fully considered.
260.
We note that the aid architecture has significantly changed in the current
decade. New aid providers and novel partnership approaches, which utilize new
modalities of cooperation, have contributed to increasing the flow of
resources. Further, the interplay of development assistance with private
investment, trade and new development actors provides new opportunities for aid
to leverage private resource flows. We reiterate our support for South-South
cooperation, as well as triangular cooperation, which provides much needed
additional resources to the implementation of development programmes. We
recognize the importance and different history and particularities of
South-South cooperation and stress that South-South cooperation should be seen
as an expression of solidarity and cooperation between countries, based on
their shared experiences and objectives. Both forms of cooperation support a development
agenda that addresses the particular needs and expectations of developing
countries. We also recognize that South-South cooperation complements rather
than substitutes for North-South cooperation. We acknowledge the role played by
middle-income developing countries as providers and recipients of development
cooperation.
261.
We invite the international financial institutions, within their respective
mandates, to continue providing financial resources, including through specific
mechanisms for the promotion of sustainable development and poverty eradication
in developing countries.
262.
We recognize that greater coherence and coordination among the various funding
mechanisms and initiatives related to sustainable development is crucial. We
reiterate the importance of ensuring that developing countries have steady and
predictable access to adequate financing from all sources to promote
sustainable development.
263.
We recognize that ongoing serious global financial and economic challenges
carry the possibility of undoing years of hard work and gains made in relation
to the debt of developing countries. We further recognize the need to assist
developing countries in ensuring long-term debt sustainability through
coordinated policies aimed at fostering debt financing, debt relief and debt
restructuring, as appropriate.
264.
We stress the need for adequate funding for the operational activities of the
United Nations development system as well as the need to make funding more
predictable, effective and efficient as part of wider efforts to mobilize new,
additional and predictable resources to achieve the objectives that we have set
forth in this Declaration.
265.
We recognize the important achievements of the GEF over the last twenty years
in funding environmental projects and welcome important reform processes that
the Global Environment Facility (GEF) has carried out during recent years and
we call for its further improvement and encourage the GEF to take additional
steps within its mandate to make resources more accessible to meet country
needs for the national implementation of their international environmental
commitments. We support further simplification of procedures and assistance to
developing countries, in particular in assisting the least developed countries,
Africa and SIDS in accessing resources from the GEF, and enhanced coordination
with other instruments and programmes focusing on environmentally sustainable
development.
266.
We stress that fighting corruption and illicit financial flows at both the
national and international levels is a priority and that corruption is a
serious barrier to effective resource mobilization and allocation and diverts
resources away from activities that are vital for poverty eradication, the
fight against hunger and sustainable development. We are determined to take
urgent and decisive steps to continue to combat corruption in all of its
manifestations, which requires strong institutions at all levels, and urge all
States that have not yet done so to consider ratifying or acceding to the
United Nations Convention against Corruption and begin its implementation.
267.
We consider that innovative financing mechanisms can make a positive
contribution in assisting developing countries to mobilize additional resources
for financing for development on a voluntary basis. Such financing should
supplement and not be a substitute for traditional sources of financing. While
recognizing the considerable progress in innovative sources of financing for
development, we call for scaling-up of present initiatives, where appropriate.
268.
We recognize that a dynamic, inclusive, well-functioning, socially and
environmentally responsible private sector is a valuable instrument that can
offer a crucial contribution to economic growth and reducing poverty and
promoting sustainable development. In order to foster private-sector
development, we shall continue to pursue appropriate national policy and
regulatory frameworks in a manner consistent with national laws to encourage
public and private initiatives, including at the local level, to foster a
dynamic and well-functioning business sector, and to facilitate
entrepreneurship and innovation including among women, the poor and the
vulnerable. We will work to improve income growth and distribution, inter alia through raising productivity,
empowering women and protecting labour rights, and taxation. We recognize that
the appropriate role of Government in relation to the promotion and regulation
of the private sector will vary from country to country depending on national
circumstances.
B. Technology
269.
We emphasize the importance of technology transfer to developing countries and
recall the provisions on technology transfer, finance, access to information,
and intellectual property rights as agreed in the Johannesburg Plan of
Implementation, in particular its call to promote, facilitate and finance, as
appropriate, access to and the development, transfer and diffusion of
environmentally sound technologies and corresponding know-how, in particular to
developing countries, on favourable terms, including on concessional and
preferential terms, as mutually agreed. We also take note of the further
evolution of discussions and agreements on these issues since the JPOI.
270.
We stress the importance of access by all countries to environmentally sound
technologies, new knowledge, know-how and expertise. We further stress the
importance of cooperative action on technology innovation, research and
development. We agree to explore modalities in the relevant fora for enhanced
access to environmentally sound technologies by developing countries.
271.
We underline the need for enabling environments for the development,
adaptation, dissemination, and transfer of environmentally sound technologies.
In this context, we note the role of foreign direct investment, international
trade and international cooperation in the transfer of environmentally sound
technologies. We engage in our countries as well as through international
cooperation to promote investment in science, innovation, and technology for
sustainable development.
272.
We recognize the importance of strengthened national, scientific and
technological capacities for sustainable development. This can help countries,
especially developing countries, to develop their own innovative solutions,
scientific research and new, environmentally sound technologies, with the
support of the international community. To this end, we support building
science and technology capacity, with both women and men as contributors and
beneficiaries, including through collaboration among research institutions,
universities, the private sector, governments, non-governmental organizations,
and scientists.
273.
We request relevant UN agencies to identify options for a facilitation
mechanism that promotes the development, transfer and dissemination of clean
and environmentally sound technologies by, inter
alia, assessing technology needs of developing countries, options to
address them and capacity building. We request the UN Secretary General, on the
basis of the options identified and taking into account existing models, to
make recommendations regarding the facilitation mechanism to the 67th Session
of the UN General Assembly.
274.
We recognize the importance of space-technology-based data, in situ monitoring,
and reliable geospatial information for sustainable development policy-making,
programming and project operations. In this context, we note the relevance of
global mapping and recognize the efforts in developing global environmental
observing systems, including by the Eye on Earth network and through the Global
Earth Observation System of Systems. We recognize the need to support
developing countries in their efforts to collect environmental data.
275.
We recognize the importance of strengthening international, regional and
national capacities in research and technology assessment, especially in view
of the rapid development and possible deployment of new technologies that may
also have unintended negative impacts, in particular on biodiversity and
health, or other unforeseen consequences.
276.
We recognize the need to facilitate informed policy decision-making on
sustainable development issues and in this regard to strengthen the
science-policy interface.
C. Capacity building
277.
We emphasize the need for enhanced capacity building for sustainable
development and, in this regard, we call for strengthening technical and
scientific cooperation including North-South, South-South and triangular
cooperation. We reiterate the importance of human resource development,
including training, exchange of experiences and expertise, knowledge transfer
and technical assistance for capacity-building, which involves strengthening
institutional capacity, including planning, management and monitoring
capacities.
278.
We call for the continued and focused implementation of the UNEP Bali Strategic
Plan for Technology Support and Capacity Building.
279.
We encourage the participation and representation of men and women scientists
and researchers from developing and developed countries in processes related to
global environmental and sustainable development assessment and monitoring,
with the purpose of enhancing national capabilities and the quality of research
for decision- and policy-making processes.
280.
We invite all relevant agencies of the United Nations system and other relevant
international organizations to support developing countries and, in particular,
least developed countries in capacity-building for developing resource-efficient
and inclusive economies, including through:
(a) sharing sustainable practices in various economic
sectors;
(b) enhancing knowledge and capacity to integrate
disaster risk reduction and resilience into development plans;
(c) supporting North-South, South-South and triangular
cooperation for the transition to a resource efficient economy; and
(d) promoting public-private partnerships.
D. Trade
281.
We reaffirm that international trade is an engine for development and sustained
economic growth, and also reaffirm the critical role that a universal,
rules-based, open, non-discriminatory and equitable multilateral trading
system, as well as meaningful trade liberalization, can play in stimulating
economic growth and development worldwide, thereby benefiting all countries at
all stages of development, as they advance towards sustainable development. In
this context, we remain focused on achieving progress in addressing a set of
important issues, such as, inter alia,
trade distorting subsidies and trade in environmental goods and services.
282.
We urge the Members of the WTO to redouble their efforts to achieve an
ambitious, balanced and development-oriented conclusion to the Doha Development
Agenda, while respecting the principles of transparency, inclusiveness and
consensual decision-making, with a view to strengthen the multilateral trading
system. In order to effectively participate in the WTO work programme and fully
realize trade opportunities, developing countries need assistance and enhanced
cooperation of all relevant stakeholders.
E. Registry of commitments
283.
We welcome the commitments voluntarily entered into at Rio+20 and throughout
2012 by all stakeholders and their networks to implement concrete policies,
plans, programs, projects and actions to promote sustainable development and
poverty eradication. We invite the Secretary-General to compile these
commitments and facilitate access to other registries that have compiled
commitments, in an internet-based registry. The registry should make
information about the commitments fully transparent and accessible to the
public, and it should be periodically updated.
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